VISÍTANOS en LATINOAMERICA
Advierten una necesidad de brindar mayor flexibilidad de suministro en la legislación europea
febrero 23, 2023
Búsqueda de soluciones. Nuevos modelos de negocio del almacenamiento y claves para la flexibilidad de la red
El estudio presentado por la asociación ENTRA Agregación y Flexibilidad, identifica los desafíos normativos y destaca a las baterías detrás del contador como un recurso fundamental para una mayor penetración de fuentes renovables distribuidas. Además, Ramón Gallart, responsable del Grupo de Trabajo que ha elaborado el documento, comenta sobre el futuro del almacenamiento y las nuevas necesidades.

Recientemente Asociación Española de Almacenamiento de Energía (ASEALEN) presentó un estudio técnico económico que especifica la necesidad de crear un marco normativo propicio para el desarrollo del almacenamiento, ya que con el actual, “los sistemas de bombeo y de baterías no son rentables”. 

[Ver nota e informe completo]

En este sentido, el sector privado se manifiesta desde las diferentes organizaciones con un mensaje unificado: entender el almacenamiento como un factor indispensable para el despliegue de las energías renovables y no como complemento. 

La asociación ENTRA Agregación y Flexibilidad elaboró un documento [Ver al final del artículo] que recoge la propuesta de la asociación para facilitar el despliegue del almacenamiento como herramienta de flexibilidad de la demanda. 

growatt

En el mismo se analizan dos casos ejemplares que ponen de manifiesto la problemática planteada por ASEALEN y pretende remarcar el rol estratégico de las baterías detrás del mostrador. 

“Intentamos demostrar la incoherencia entre la oferta y demanda y el impacto en las tarifas de la electricidad”, explica Ramón Gallart representante del Grupo de Trabajo de Almacenamiento de ENTRA. 

En diálogo con Energía Estratégica España, describe que quedó evidenciado que era más favorable apostar por baterías para el desarrollo de la generación distribuida y, cuanto más selectivo era el despliegue de estas, el impacto positivo era mayor. 

“Si conseguimos en zonas más localizadas tener flujos de energía más estables y cercanos, producida por fuentes renovables con baterías que las respalden, no hará falta montar muchas baterías grandes y habremos conseguido una gestionabilidad de la red adecuada”, expone el ejecutivo. 

Al mismo tiempo, añade que acortar la cadena de transporte generará un impacto económico favorable y permitirá “jugar” con la variabilidad de la potencia que podemos gestionar.

El presente y el futuro del almacenamiento

El despliegue del almacenamiento no solo significa la necesidad de un nuevo marco normativo, sino una nueva forma de entender el mercado eléctrico. 

Entre los principales riesgos detectados por el sector, se encuentra el cambio de mentalidad que deben hacer los operadores de las infraestructuras para promover el desarrollo de una generación distribuida que conviva con la de gran escala. 

En los próximos días finalizará el período de consulta pública relativa a la elaboración del Real Decreto por el que se regulan las condiciones de suministro y contratación de energía eléctrica y se establecen principios reguladores del agregador independiente. 

Esto será clave para poner en valor la flexibilidad de la red.  Frente a ello, Gallart subraya la necesidad de realizar cambios que impacten en las fuentes renovables centralizadas pero al mismo tiempo garanticen su continuidad cuando la penetración de las renovables se apoyen con las baterías.

“Nos queremos posicionar como proactivos a que los cambios que se realicen a gran escala sean teniendo en cuenta que en los próximos años muy cercanos ya se hayan resuelto las ambigüedades producto del mayor crecimiento de la generación distribuida”, aclara Gallart.

Nuevos modelos de negocio

Para el Grupo de Trabajo que llevó adelante la investigación, la generación renovable debe ser una combinación entre centralizada y distribuida para cubrir el 100% de la demanda. 

Por lo tanto, las inversiones deben enfocarse en los puntos de transición justa, donde anteriormente se encontraban centrales no renovables, para no generar burbujas excedentes de generación por no existir consumo que pueda absorber la red. 

Por su parte, el crecimiento del mercado del almacenamiento será inminente si se pretende una mayor aceleración del mix con mayor participación de fuentes limpias e intermitentes. 

De manera que Gallart advierte que, al igual que evolucionó el mercado de la telefonía en el que el servicio se cobraba por segundo mientras que hoy se contrata la mejor experiencia, el almacenamiento pasará de medirse en kWh para poner en valor servicios como el confort, calidad y disponibilidad que la sociedad está dispuesta a pagar por ello. 

“El día que hablemos de capacidad de agregación, flexibilidad de suministro y confort habremos generado el nuevo modelo de negocio con una interacción del consumidor con la red eléctrica más directa”, concluye el investigador. 

Actualmente España está al inicio de este proceso. El mercado de baterías aún tiene mucho por desarrollar, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé que hacia 2030 se incorpore una capacidad adicional de 6 GW, entre bombeo y baterías. 

Asimismo, se está evaluando cómo crece el desarrollo de los vehículos eléctricos ya que conectados no como una fuente de carga, sino como una base que el consumidor pueda ofrecer en cualquier punto y se le pague por lo que genera el vehículo.

Esta tecnología también puede contemplarse como una iniciativa de economía circular ya que quedan obsoletas con los años perdiendo capacidad y reutilizarse instalándolas en sistemas de almacenamiento para gestionar la energía del hogar.

Documento completo del estudio realizado por ENTRA 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *