Portugal ha establecido un ambicioso objetivo de 20,4 GW de energía solar instalada para 2030, lo que representa un aumento significativo de su capacidad actual.
Actualmente, Portugal cuenta con aproximadamente 3.876 MW de capacidad solar instalada, según los últimos datos de 2023. A lo largo de 2024, se espera que esta capacidad aumente significativamente, con proyecciones de alrededor de 1.632 MW adicionales para fin de año.
Aunque el ritmo de instalación de nueva capacidad solar ha sido algo más lento en la primera mitad del año, se anticipa que más proyectos se conectarán antes de finalizar 2024.
Sin embargo, este crecimiento se enfrenta a una serie de desafíos logísticos, burocráticos y de infraestructura, que amenazan con ralentizar el desarrollo de nuevos proyectos solares, según lo destaca Hipólito Ferreira, Delegado Comercial de Trilhos Energéticos.
«Lo más desafiante es el licenciamiento de los parques y toda la burocracia que eso conlleva», señala en diálogo con Energía Estratégica España, refiriéndose a los complicados procesos que deben superar las empresas de renovables para conseguir la aprobación de nuevos proyectos.
Este desafío se agrava por la falta de personal en la Dirección General de Energía y Geología (DGEG), que regula la expansión solar en el país, según se repite entre los comentarios de referentes del sector de las renovables.
El creciente número de solicitudes para nuevos proyectos ha generado demoras significativas y, en algunos casos, ha llevado a estrategias que bordean la normativa, como dividir proyectos de gran escala en instalaciones más pequeñas para agilizar los permisos.
En paralelo, Ferreira destaca la necesidad de modernizar la red eléctrica de Portugal, que presenta un retraso de «unos 20 años», impidiendo el transporte adecuado de la energía generada por los nuevos parques solares.
“Estamos siempre limitados por las restricciones de la red», comenta y añade que estas dificultades han obligado a la empresa a priorizar no solo los grandes proyectos, sino también las instalaciones de autoconsumo industrial, donde las empresas pueden consumir la energía producida y verter el excedente a la red.
De esta manera, para lograr ese objetivo, Ferreira subraya la necesidad de acelerar los procesos de licenciamiento y modernizar la red para hacer frente a la creciente capacidad de generación.
Otro desafío importante es la escasez de mano de obra cualificada, por lo que Trilhos Energéticos ha abordado esta cuestión mediante la formación interna de sus empleados. Esta estrategia no solo les permite mantener altos estándares de calidad en la construcción y mantenimiento de los parques solares, sino también optimizar los costos, un aspecto fundamental para seguir siendo competitivos en el mercado.
Ferreira concluye que la clave para garantizar el éxito en la expansión solar de Portugal será el equilibrio entre la calidad de los proyectos y la capacidad para optimizar los costos.
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