Este 8 de mayo, el cónclave de cardenales eligió a Robert Francis Prevost como el nuevo Papa de la Iglesia Católica, quien adoptó el nombre de León XIV. Al escoger este nombre, Prevost rinde homenaje a León XIII, considerado uno de los últimos Papas progresistas antes del pontificado de Francisco, lo que puede dar indicios positivos frente a una continuidad de la agenda verde del Vaticano.
Nacido en Chicago, Estados Unidos, el nuevo Papa cuenta con doble nacionalidad estadounidense y peruana. En 2023 fue designado Prefecto del Dicasterio para los Obispos, una posición de extrema confianza en el pontificado de Francisco, desde la cual participó activamente en la renovación de los cuadros episcopales alineados con la visión de una Iglesia más inclusiva y comprometida con los desafíos sociales y ambientales.
Francisco: un legado de compromiso con las energías renovables
Durante su pontificado, Francisco situó la protección del medio ambiente como un eje central de la acción de la Iglesia. En la encíclica Laudato Si’ de 2015, el Papa afirmó: «Por eso se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de dióxido de carbono y de otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente, por ejemplo, reemplazando la utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable».
Esta orientación se tradujo en medidas concretas, como la instalación de una planta agrovoltaica en Santa Maria di Galeria, destinada a abastecer al Vaticano exclusivamente con energía renovable.
Además, en su última exhortación apostólica, Laudate Deum publicada en 2023, Francisco advirtió: «La humanidad debe abandonar los combustibles fósiles y avanzar hacia fuentes limpias de energía si quiere tener un futuro en este planeta».
En la COP28 celebrada en Dubái, el Pontífice –aunque finalmente no pudo asistir personalmente por motivos de salud– envió un mensaje contundente: “Todavía estamos a tiempo de evitar los peores impactos de la crisis climática, pero el reloj está corriendo”. Allí instó a todos los países a asumir compromisos firmes para una transición energética justa y vinculante.
Continuidad en la agenda ecológica
Aunque León XIV recién inicia su pontificado, su trayectoria cercana a Francisco y su sensibilidad hacia las problemáticas sociales permiten identificar una posibilidad de continuidad en el enfoque ambiental y en el impulso de las energías renovables promovido por su antecesor.
Su elección del nombre, su formación misionera y su trabajo en estrecha colaboración con el pontificado de Bergoglio son indicios que refuerzan esta perspectiva de seguimiento del camino trazado en materia de sostenibilidad.
La profundización del compromiso del Vaticano con la descarbonización resulta muy importante para acompañar los esfuerzos globales en favor del cumplimiento del Acuerdo de París, frente a los fuertes mensajes negacionistas de los últimos tiempos.
El liderazgo moral de la Iglesia, bajo la conducción de León XIV, será influyente para movilizar acciones concretas hacia ese objetivo común.
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