Frente a las últimas medidas anunciadas por la Comisión Europea, el Director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Heikki Willstedt, se pronuncia a favor de mantener una estabilidad normativa para no desalentar las inversiones en el mercado.

Asimismo, reconoce que el esfuerzo debe ser compartido entre todos los agentes de la energía para dar garantías a los consumidores más vulnerables y a las actividades fundamentales que podrán contar con el suministro.

Por último, sostiene que las medidas no afectarán en demasía al sector eólico y aclara que los PPAs a mediano plazo podrían seguir subiendo. 

¿Cuáles son las consideraciones de la AEE frente a las últimas medidas anunciadas por Von Der Leyen?

La UE tiene ante sí la amenaza de una crisis energética sin precedentes en su historia, justo tras empezar a salir de la crisis del COVID19. 

Es necesario tomar medidas que a la vez permitan a ciudadanos y empresas seguir teniendo energía a un precio que no sea prohibitivo y permita el funcionamiento del tejido económico; y al mismo tiempo que las empresas energéticas hagan lo necesario para reducir cuanto antes la dependencia energética de Rusia. 

Es clave que cada parte de la sociedad haga lo que mejor sabe hacer en estos tiempos convulsos o no conseguiremos solucionar el problema energético que se avecina este invierno. 

La Unión Europea tiene que establecer la normativa excepcional y acotada en el tiempo necesario, que sea igual para todos y exigente por igual a todos.  

En este sentido, hay que recalcar que la principal medida para avanzar en la prevención del riesgo inminente energético es acelerar en el despliegue de las energías renovables autóctonas junto con el ahorro energético.  

Las medidas que la UE ha ido tomando van acordes con estas ideas directrices. 

Las empresas energéticas, por su parte, aportan al construir nuevas instalaciones renovables, por lo que hay que mantener una señal de precio que permita inversiones y dé confianza a los empresarios para que puedan ver que las medidas que se están tomando son excepcionales y temporales (estabilidad regulatoria) hasta que se resuelva la situación energética.

¿Cómo podría impactar el tope del precio de 180€ sobre los ingresos de mercado obtenidos por MWh a las renovables? 

Para las instalaciones renovables que tienen un régimen regulado o un PPA, no tiene ningún impacto (en eólica la mayor parte de la potencia instalada europea está bajo estas dos modalidades).

Por lo tanto, seguirán ingresando valores mucho más bajos (regulados o contractuales) y favoreciendo que no aumenten los precios de la electricidad. 

En cuanto a instalaciones expuestas al precio del mercado, el tope es lo suficientemente alto para favorecer la puesta en marcha de nuevas instalaciones y cubrir las necesidades de ingresos de las instalaciones existentes. 

Salvo que se tomen ulteriores medidas en el futuro de recorte de los ingresos o se hayan tomado ya, como ha sido el caso en algunos países, no debería interferir en demasía con el funcionamiento económico de las instalaciones ni con las intenciones de poner en marcha nuevas instalaciones.

Bajo el argumento de que las renovables en 2021 ganaban en torno a los 70 €/MWh, algunos sectores sostienen que un precio de 130€ sería adecuado ¿Qué consideraciones hacen al respecto? 

Es complicado determinar un precio que sea el equilibrio óptimo entre la señal de precio para invertir y el precio de la electricidad que se puede permitir la sociedad. 

Probablemente cada país de la UE tenga uno propio. En cualquier caso es fundamental no generar desventajas de unos países frente a otros.

¿Marcar un precio en torno a los 130-150 euros MWh generaría una baja en otros mercados como los PPAs privados?

Los PPAs han subido bastante en los últimos meses, pero por el momento, en general no están en esos niveles. Su precio varía también mucho en función de su duración. 

Estamos en una situación de mercado que favorece a los vendedores a corto-medio plazo, por lo que los PPAs hasta 3-5 años vista podrían seguir subiendo. A mayor duración, mejores serán las condiciones para los compradores.

¿Qué opinión tienen respecto al impuesto sobre las energéticas? ¿Podría afectar a las inversiones? 

¿A quién le gusta que le suban los impuestos? Pero si son razonables, acotados en el tiempo y con una finalidad muy precisa -permitir el funcionamiento del tejido económico de la sociedad para mantener la actividad y el empleo, y ayudar a los consumidores residenciales más vulnerables- es evidente que tienen sentido.  

Por otra parte, hay empresas energéticas que están en serios apuros económicos y probablemente va a haber que rescatarlas con dinero público, por lo que tampoco se puede generalizar sobre el tema de los grandes beneficios de las empresas energéticas. 

Éstas, desde luego, no van a poder acometer inversiones en nuevas instalaciones renovables.

Todos tenemos que hacer un esfuerzo, pero no hay que asfixiar a nadie. Si se toman más medidas intervencionistas, tanto a nivel de la UE, como de cada uno de los países, el volumen de las inversiones podría reducirse durante un tiempo hasta que se normalice más la situación. 

Si esto ocurre, supondría retrasar la solución del problema energético en Europa y, por lo tanto, sería negativo para su economía, su industria y en definitiva para todos sus ciudadanos.