La semana pasada el gobierno de Portugal anunció el lanzamiento de una subasta de almacenamiento energético por un monto de € 100 millones en el marco de una estrategia para impulsar el sector. 

El mecanismo se llevará a cabo en septiembre y prevé la instalación de 500 MW de capacidad de almacenamiento en la red eléctrica, tanto a nivel de transmisión como de distribución. El almacenamiento es una de las claves que señalan los especialistas para mejorar la integración de renovables y promover la transición energética. 

En ese sentido, Hugo Siva, Business Development Specialist de TreeEnergy, señala que la subasta genera muchas expectativas ya que podría impulsar el desarrollo del mercado de almacenamiento en Portugal.

“Se espera que este evento atraiga inversiones significativas y promueva la innovación tecnológica en el sector. Esta subasta puede actuar como catalizador para la reducción de los precios de las baterías, similar a lo que ocurrió previamente con las centrales fotovoltaicas. A medida que aumenta la demanda de baterías, se espera que los costos de producción disminuyan debido a las economías de escala y los avances tecnológicos”, manifiesta Siva en diálogo con Energía Estratégica España.

Además, apunta a que aumentará la capacidad de almacenamiento de energía generando una mejor integración de las renovables en el sistema eléctrico.

“La subasta puede tener un impacto muy positivo en el mercado de electricidad, promoviendo una mayor flexibilidad y eficiencia en la gestión de la red”, detalla el especialista y señala que con esta subasta se espera la reducción y estabilidad de los precios de la energía, generando una mejor gestión de la oferta y la demanda.

Desafíos del almacenamiento en Portugal

El almacenamiento es una de las tecnologías que más están exigiendo desde el sector de renovables de la Península Ibérica. Sin embargo, aún existen algunos desafíos que el mercado debe afrontar para impulsar su desarrollo a gran escala.

En ese marco, Hugo Siva manifiesta que los principales desafíos están relacionados con la obtención de licencias, el cumplimiento de regulaciones ambientales y la integración en la red eléctrica existente. 

Sin embargo, señala: “La claridad y consistencia en las políticas gubernamentales son fundamentales para mitigar estos desafíos. Afortunadamente, hemos visto una mayor flexibilización por parte del gobierno y los reguladores día a día”.

Y apunta a que, si bien los costos iniciales para invertir en almacenamiento aún representan un desafío, actualmente es viable desarrollar este tipo de tecnología ya que los incentivos gubernamentales mejoran la viabilidad de los proyectos.