El mercado italiano de contratos de compra de energía a largo plazo (PPAs) atraviesa un momento de notable ralentización. Según Álvaro de Simón, consultor independiente en energías renovables, este fenómeno está impulsado por una combinación de factores económicos y regulatorios que afectan tanto a los precios como a la confianza de los inversionistas.
“En Italia, el precio de los PPAs se sitúa entre los 65 y 70 euros por MWh, significativamente más alto que en otros mercados como España, donde los precios rondan los 35-40 euros”, explica de Simón en diálogo con Energía Estratégica España. Esta diferencia obedece en gran parte al menor grado de descarbonización del mix energético italiano y al impacto del gas natural en los precios marginales.
El rol del decreto FER X frente en la tendencia de los PPA
Un elemento clave en la ralentización del mercado y en la firma de PPAs es la expectativa generada por el decreto FER X, que establecerá un mecanismo de subastas para proyectos solares. Este decreto promete fijar un «strike price» inicial de aproximadamente 85 euros por MWh, lo que ha generado una actitud de espera entre los actores del sector. “Nadie quiere firmar un PPA en condiciones menos ventajosas si el decreto ofrece mejores oportunidades. Esto ha ralentizado el mercado y creado distorsiones significativas”, detalla de Simón.
El consultor subraya que esta dinámica refleja una característica inherente del mercado italiano: los cambios regulatorios suelen demorarse y generan incertidumbre. En este caso, hasta que el decreto FEREX no sea completamente publicado y aprobado, es improbable que se recupere el dinamismo de las firmas de PPAs.
Garantías de origen: un desafío pendiente
Otro factor que influye en la firma de contratos es la creciente demanda de garantías de origen, un requisito cada vez más común para demostrar la sostenibilidad de los proyectos. Sin embargo, según de Simón, el mercado de estas garantías aún enfrenta desafíos significativos. “El problema principal es que los precios de las garantías no reflejan su valor real, y la regulación necesita madurar para definir criterios claros y lógicos”, señala. Actualmente, los precios suelen establecerse en torno a un euro por megavatio, lo que no representa adecuadamente la importancia de estos certificados en proyectos de energía renovable.
Además, la necesidad de asegurar adicionalidad, es decir, que las garantías estén vinculadas a proyectos nuevos y sostenibles, añade una capa de complejidad al mercado. El consultor considera que este aspecto aún requiere mayor sofisticación regulatoria para satisfacer la demanda creciente de sostenibilidad corporativa.
PPAs transfronterizos: una oportunidad en crecimiento
A pesar de las dificultades en el mercado local, de Simón señala que los PPAs transfronterizos emergen como una oportunidad atractiva para grandes consumidores de energía, especialmente empresas tecnológicas, y que hay mucho interés en este tipo de firmas. Estos contratos permiten adquirir energía renovable de mercados más competitivos, como España, sin necesidad de una conexión física al activo.
“Grandes compañías tecnológicas están demandando volúmenes enormes de cientos de GWh al año, especialmente para sus centros de datos. Son electrointensivas, tienen un perfil de consumo 24/7 y requiere un procurement de energía enorme”, explica el especialista y señala que muchas optan por estructuras multipaís que aprovechan las ventajas competitivas de cada uno de los mercados.
España, con su competitividad en tecnología solar, se posiciona como un proveedor clave en estos esquemas. Según de Simón, este modelo tiene sentido desde la lógica del mercado:“Son fenómenos que, dado la magnitud de consumo de muchas de estas empresas y su naturaleza multinacional, creo que son tipos de contratos que van claramente a ir a más y se van a buscar estructuras cross border”, agrega.
Sin embargo, apunta que los aspectos regulatorios y contractuales añaden una complejidad considerable.
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