El mercado eléctrico español ha experimentado una gran volatilidad de precios en lo que va del 2024. En marzo y abril se registraron precios mínimos históricos e inclusive negativos, mientras que el mes de agosto ha marcado nuevos récords posicionándose como uno de los períodos más costosos del año con una media mensual de 91 euros / MWh y registró un incremento del 25,9% en comparación a julio. Esta tendencia alcista genera incertidumbre en el sector.
Pedro Cantuel, Senior Energy Analyst en IGNIS, analiza el panorama actual y señala que las tensiones geopolíticas entre Ucrania y Rusia es uno de los principales factores que afecta a los precios de la energía en España.
“La geopolítica es actualmente uno de los principales factores que están presionando los precios de la electricidad. Un mercado de gas con incertidumbre siempre se traduce en una electricidad cara. El mercado de gas europeo se ha globalizado en los últimos años, y la geopolítica juega un papel determinante”, apunta Cantuel.
“Si queremos ver moderación de precios, además del desarrollo de renovables, debemos tener un mercado de gas estable, algo poco probable a corto plazo”, agrega.
El representante de IGNIS asegura que se esperaba una tendencia de precios altos antes del inicio del verano debido a que en julio y agosto suele aumentar la demanda y hay menos generación eólica.
Sin embargo enfatiza: “Tampoco estamos acostumbrados a estos precios del gas natural, principal factor que está elevando de forma muy significativa los de la electricidad, quizá más de lo esperado”.
Perspectivas para los próximos meses
Cantuel señala que para los próximos meses, y hasta que dé comienzo el invierno, se debería ver una moderación de precios en España, pero que “seguirán en niveles elevados”.
“El mercado de gas seguirá presionando los precios cuando no tengamos disponibilidad de recurso renovable abundante. A partir de octubre, si se mantiene la alta disponibilidad de agua y con el comienzo de la temperada de viento, las cosas podrían cambiar”, analiza.
La tendencia de precios alcista genera incertidumbre en el sector de renovables por la rentabilidad de los proyectos y en las expectativas de amortización de los mismos.
Por lo que apuntan a los acuerdos de compra y venta de energía (PPAs) a largo plazo como una de las herramientas para mitigar la incertidumbre que generan los altos precios.
En ese sentido el analista de IGNIS señala: “Este año está siendo un buen ejemplo para los compradores para entender la utilidad de firmar PPAs de largo plazo. En primavera puede que el mercado sea más barato a corto plazo, pero en momentos como el actual es una GRAN herramienta para limitar riesgos”.
Sin embargo, explica que hay dificultad para cerrar acuerdos de largo plazo entre industrias y generadores y apunta: “tener una parte del consumo de energía cerrado a precio competitivo y limitar la exposición al spot con momentos donde se pagará una prima sobre mercado y otros donde estará por debajo, y aprovechar los precios bajos del mayorista debería ser una fórmula de éxito en cualquier empresa electrointensiva expañola”.
“Uno de los principales factores que dificultan mucho este tipo de acuerdos son las garantías necesarias para realizarlos. Muchas compañías pequeñas o medianas, incluso grandes, no tienen esa capacidad financiera. El Estatuto de los Consumidores Electrointensivos soluciona en parte este problema, con el mecanismo de CESCE, para los grandes consumidores, pero sigue siendo insuficiente y con un coste sustancial para el consumidor”, concluye.
Impulso a la demanda y electrificación de la economía
Desde el sector de renovables señalan que para impulsar la demanda energética es necesario generar más industria y más electrificación de la economía. Cantuel manifiesta que para hacerlo es necesario aligerar la carga impositiva, los costes regulados de la factura eléctrica y la carga impositiva de la generación.
“Por ejemplo, actualmente tenemos vigente un impuesto del 7% a la generación de electricidad. Se debería adaptar la regulación y estructuras de costes a la realidad actual para cumplir con los retos de descarbonización y medio ambiente del futuro y atraer industria nueva. Sin una electricidad barata para el consumidor y rentable para los generadores será difícil ser exitosos”, detalla.
Y señala tres claves para impulsar la electrificación: igualar las condiciones regulatorias y de ayudas que gozan los consumidores electrointensivos en Francia y Alemania, facilitar la implantación de nuevos sectores de actividad de gran consumo como los centros de datos y dar señales adecuadas de precio para la electrificación de los consumos industriales y residenciales.
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