El mercado eléctrico en España ha mostrado una notable variabilidad en los precios de la energía durante los últimos años. Según los datos aportados por AleaSoft Energy Forecasting y el OMIE, el comportamiento de los precios marca una tendencia al alza para este verano pero no alcanzará los precios del 2023. 

En junio del año pasado, el precio promedio de la electricidad en España se situó en 88,49 €/MWh. Este período estuvo caracterizado por una mayor estabilidad de precios en comparación con el turbulento 2022, impulsada por una disminución en los precios del gas y una producción renovable robusta, especialmente en el sector solar y eólico.

Por otro lado, en el mismo mes del 2024, el precio promedio fue de 57,32 €/MWh, marcando una significativa disminución del 35,2% en comparación con junio del año anterior. Esta reducción de precios puede atribuirse a varias razones:

• Aumento de la Producción Solar Fotovoltaica: Según AleaSoft, la producción solar en España alcanzó un récord histórico el 21 de junio de 2024, con una generación de 198 GWh. Este incremento en la producción solar contribuyó a una mayor oferta de energía renovable, ayudando a reducir los precios.
• Menor Demanda Eléctrica: A pesar del aumento de las temperaturas, la demanda eléctrica en junio de 2024 no alcanzó los niveles esperados. Esto se debe en parte a una mayor eficiencia energética y al uso creciente de tecnologías de almacenamiento que permiten una mejor gestión de la energía producida.
• Condiciones Climáticas Favorables: Las temperaturas más moderadas en comparación con el año anterior también jugaron un papel crucial en la reducción de la demanda de energía para refrigeración, lo que se reflejó en precios más bajos.

El comportamiento diario de los precios en junio de 2024 muestra una alta volatilidad. A principios del mes, se registraron precios excepcionalmente bajos, como el 1 de junio, cuando el precio medio aritmético fue de solo 1,76 €/MWh.

Esta tendencia de precios extremadamente bajos continuó en los primeros días del mes, reflejando una sobreoferta de energía renovable en el sistema.

Sin embargo, hacia mediados y finales de junio, los precios comenzaron a estabilizarse y a subir ligeramente, aunque se mantuvieron por debajo de los niveles del año anterior. Por ejemplo, el 5 y 6 de junio de 2024, los precios se situaron en 93,26 €/MWh y 93,42 €/MWh, respectivamente, acercándose a los niveles de junio de 2023.

Según Oriol Saltó i Bauzà, analista de AleaSoft Energy Forecasting, la tendencia a la baja en los precios de la energía durante la primavera y principios del verano de 2024 es un fenómeno temporal, influenciado por condiciones climáticas específicas y una alta producción renovable.

Aunque a medida que avanza el verano, se espera un crecimiento en la demanda de electricidad por las altas temperaturas, lo que podría revertir parcialmente esta tendencia de precios bajos.

En entrevista con Energía Estratégica España, el analista profundiza sobre las perspectivas de las próximas semanas y sostiene que en el largo plazo la inversión en renovables sigue siendo rentable. 

Con el inicio del verano ¿cuáles son las tendencias que se prevén en el mercado eléctrico español?

Tal y como anticipábamos, la situación de precios muy bajos que hemos vivido en el mercado ibérico de electricidad estaba muy propiciada por las condiciones muy típicas de la primavera, que es la época del año con la menor demanda en la península ibérica, y con una producción hidroeléctrica muy alta.

A medida que entramos en el verano, con un aumento de la demanda de electricidad por el incremento de las temperaturas y una menor producción hidroeléctrica y eólica, los precios están subiendo como se esperaba. 

En junio, el precio promedio del mercado eléctrico en España se ha situado en los 56,08 €/MWh, mientras que en mayo había sido de 30,40 €/MWh y en abril de 13,67 €/MWh. 

También el precio que ha capturado la energía fotovoltaica ha subido hasta los 34,57 €/MWh en junio, mientras en mayo habían sido 12,74 €/MWh y en abril, 5,50 €/MWh.

¿Qué implicancias tienen las proyecciones de altas temperaturas?

Sobre todo en los mercados situados en la parte sur del continente, pero también cada vez más en el resto de países más al norte, el aumento de las temperaturas en verano conlleva un aumento muy significativos de la demanda de electricidad para la refrigeración, con la consiguiente presión al alza sobre los precios.

¿Cómo podría impactar en las inversiones en renovables?

La situación de precios muy bajos durante esta primavera alarmó al sector de la energía, pero ya en esos momentos avisamos que esa situación era muy particular de las condiciones en primavera.

Estas estaban empeoradas, en esta ocasión, por la caída de la demanda que llevamos desde 2022 fruto de la crisis de precios de la energía.

No es descartable que en las primaveras de los próximos dos o tres años, dependiendo de la pluviometría sobre todo, una situación parecida pueda producirse, hasta que la demanda empiece a remontar de manera firme,

Esto ocurrirá a medida que se van electrificando y descarbonizando todos los sectores de la economía. Pero las inversiones en energías renovables deben tener una visión a 20 o 25 años. 

Cuando miramos a largo plazo, la tendencia de los precios es clara y las previsiones no muestran una situación recurrente de precios muy bajos como la que hemos vivido esta primavera, por lo que las inversiones en renovables continúan siendo rentables en el largo plazo.

¿Cuáles son las estimaciones de precios para este verano? 

La tendencia de los precios ya ha empezado a cambiar como se esperaba. 

Las altas temperaturas, el aumento de la demanda y de los precios del gas apuntan a un verano con cifras claramente más altas que los de la primavera. 

Las previsiones apuntan a precios altos durante el verano, aunque más bajos que los del verano anterior. 

En los fines de semana y los días festivos es muy probable que se continúen viendo precios negativos o cercanos a cero, pero en el global de los meses de verano, los precios promedios subirán claramente.