El desarrollo del almacenamiento y la nueva potencia renovable a instalar para cumplir los objetivos propuestos son las presiones del momento para la transición energética y las organizaciones empresariales se alertan. 

Durante el evento virtual Europe Solar & Wind Future Energy Virtual Summit, organizado por Future Energy Summit y Energía Estratégica España, el tema transversal fue la necesidad de sumar flexibilidad al suministro de energía.

Por un lado, se espera que hacia 2025 se pongan en marcha 40 GW de nueva potencia solar fotovoltaica, que superó el hito administrativo de la declaración de impacto ambiental el pasado 25 de enero. 

Sin embargo, todos estos deben cumplir con las nuevas fechas límite de tramitación en 24 meses, lo cual supone un reto “imposible” según los referentes del sector.

“Si queremos cumplir con los objetivos hay que flexibilizar los hitos administrativos pero, aún si solo 12 GW se ponen en marcha, tendríamos graves problemas de gestión, con muchas horas a 0€”, describió Cristina Torres-Quevedo.

La Directora Financiera y de Regulación de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) evidenció el desequilibrio que está viendo el mercado eléctrico español entre la generación de energía y la demanda. 

Según los datos de las últimas semanas se están perdiendo entre 5 y 8 GW de energía eólica debido a los altos niveles de generación, situación que se verá aún más comprometida si no hay un mayor desarrollo del almacenamiento. 

“El almacenamiento se ha convertido en una figura clave y la regulación en este ámbito es uno de los principales desafíos actuales, tanto en términos de baterías Stand-alone como de hidrógeno”, sostuvo la directiva.

El desarrollo de la solar fotovoltaica atado al del almacenamiento

La referente de UNEF enfatiza que la gestión de precios intradiarios por sí sola no es suficiente para proporcionar una señal económica positiva para los inversores, por lo que es necesario crear una regulación que incentive a los nuevos proyectos. 

También destaca la importancia de diversificar las soluciones y considerar otras tecnologías para lograr una combinación de enfoques, integrando la electrificación y el hidrógeno, con una mejor gestión de la demanda. 

Para Torres-Quevedo, esto será crucial para la “revolución energética”, acompañado de una política industrial que ponga a Europa en igualdad de condiciones con otros mercados.

En este sentido, propone revisar medidas como la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense para frenar la inflación mediante la reducción del déficit, revaluar el cierre de las nucleares y acelerar la reforma del mercado eléctrico. 

“La reforma del mercado necesita que el precio final que percibe el consumidor recoja la necesidad de que el inversor en tecnologías renovables perciba una señal positiva de precios para seguir invirtiendo”, subrayó. 

¿Cómo mejorar las subastas actuales? 

De acuerdo al régimen de subastas, este año se pondrían en juego 1.800 MW fotovoltaicos y expertos sostienen que se podría recuperar el interés de los promotores. [Ver artículo]

Se espera que luego de pasado el mes de junio, pero antes de las elecciones nacionales, el Gobierno lance finalmente la licitación. 

Según las declaraciones de la directiva de UNEF, las subastas actuales no ofrecen señales de precios adecuadas para atraer a inversores y promover el desarrollo sostenible de esta fuente de energía limpia.

En un contexto de constante crecimiento del mercado fotovoltaico, que el cupo disponible para fotovoltaica en la última subasta haya quedado desierto llamó la atención del sector sobre cuál era la visión del Gobierno. 

Torres-Quevedo responsabilizó de esto a una falta de señal de precios atractiva y reclamó la necesidad de rediseñar el mecanismo para lograr mayor transparencia. 

Por su parte, el moderador planteó que desde el Gobierno manifestaron que un precio de reserva más alto pudo haber acelerado el ritmo de aumento de la luz, perjudicando a los consumidores, ya que los promotores no hubieran ofertado su precio más competitivo. 

A esto, la directiva lo calificó como una “visión cortoplacista”, ya que los proyectos renovables son a 25, 30 años. 

Y propuso el ejemplo de las subastas en Alemania, las cuales se caracterizan por contar con un calendario transparente, volúmenes de oferta claros y precios preestablecidos. 

“Esta transparencia en las subastas alemanas ha demostrado ser efectiva y creo que podría ayudarnos en España”, concluyó.

Cambiar la imagen de las renovables

A medida que las instalaciones se despliegan, los movimientos sociales en contra de estas son cada vez más contundentes. 

La Directora de UNEF mencionó que la aceptación social es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector en la actualidad, ya que retrasa muchos proyectos. 

Señaló que ha habido una intensa campaña en contra de estas fuentes de energía, sin tener en cuenta los beneficios que aportan a los municipios donde se instalan. 

“Es cierto que no se puede desarrollar energías renovables sin ton ni son, hay que tener niveles de excelencia de integración con el territorio, pero se convierte en un gran problema de gestión”, determinó Torres-Quevedo.