Pese a que el autoconsumo residencial puede alcanzar un decrecimiento del 60%, Jon Macías Santiago, Presidente de Autoconsumo de APPA Renovables confirma en diálogo con Energía Estratégica España que eso no frenará el avance del segmento hacia el cumplimiento de los objetivos a 2030 de 19 GW. 

En los últimos días se corrió el rumor en el sector de que a finales de 2023 la cantidad de nuevas instalaciones fotovoltaicas en las viviendas españolas podrían ser entre un 50 y un 60 por ciento menos que las logradas el año anterior. 

“Nosotros creemos que se va a estabilizar el sector y no estimamos grandes cambios. El crecimiento de tres dígitos del 2022 fue excepcional”, expresa la autoridad de APPA. 

Es que en 2022 se instalaron 2.649 MW de nueva potencia de autoconsumo, entre residenciales, comerciales e industriales. Esta cifra supone un incremento del 120% con respecto a 2021, cuando se pusieron en marcha 1.203 MW.

Este crecimiento se debió a factores estructurales, como la reducción de costos de la tecnología solar fotovoltaica, incertidumbre en los mercados energéticos con la crisis del gas y la eliminación de barreras regulatorias.

En diálogos anteriores con este medio, Macías había señalado que este año 2023 y los próximos, el autoconsumo industrial tomaría especial relevancia y que la estabilización del precio de la energía daría lugar a una disminución del interés de los residentes por invertir en paneles propios. 

Coincidiendo con el directivo, José Donoso, Director General de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), afirmó en su comunicado que «2022 fue un año pico y no va a ser la media».

En este sentido, Javier Fernández-Font Pérez, Director general en Alusín Solar y delegado de UNEF, comenta a Energía Estratégica España que entre los principales factores que producen el freno se encuentran la falta de efectivo disponible debido a la inflación y los altos tipos de interés para financiar instalaciones. 

Además, señala que la disminución en la cobertura mediática sobre el ahorro de energía y la falta de pago de las ayudas gubernamentales han llevado a una postergación en la toma de decisiones por parte de los consumidores.

“Con un precio tan alto de energía en 2022, los telediarios abrían todos los días diciendo que había que instalar paneles en tu casa para bajar la factura de la luz, las familias ahorraron dinero tras el confinamiento por COVID y todo eso fue gasolina para un sector que además acababa de quitar el impuesto al sol”, concluye Fernández-Font. 

Para poder resolver esta coyuntura desfavorable, el referente solar sugiere que son las ayudas de los fondos Next Generation las que pueden destrabar esto y opina: “Esas ayudas no se están pagando porque las administraciones están colapsadas, lo que hace que la decisión de invertir en autoconsumo se postergue hasta que estas lleguen”.