El pasado 6 de julio los grupos mayoritarios del Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo sobre la reforma del mercado eléctrico, con medidas para impulsar la eficiencia y promover la inversión en energías renovables.
Se acuerda eliminar los límites de ingresos para las tecnologías de generación inframarginal y se establece que los contratos por diferencias (CfD) serán la única herramienta de la UE para subsidiar el precio de la electricidad.
Sin embargo, no serán obligatorios y los activos existentes no estarán forzados a entrar en este esquema.
Otra de las medidas claves fue el acuerdo de crear una plataforma europea de PPAs para dar transparencia a estos contratos y fortalecer su uso como mecanismo principal de contratación de energía a largo plazo.
El acuerdo será aprobado por el comité de industria el próximo día 19 y se llevará a votación en el plenario en septiembre.
Una vez aprobado por el Parlamento Europeo, el paquete de reformas será discutido por el consejo de ministros de los 27 durante la primera reunión de la presidencia española en Valladolid.
En entrevista con Energía Estratégica España, Alicia Carrasco, CEO de OlivoENERGY, realiza una valoración positiva de estas medidas y profundiza sobre la importancia de aprovechar el contexto para potenciar la flexibilidad.
¿Cómo evalúa los avances en la modificación del mercado eléctrico europeo?
En general es positivo que avancen los pasos hacia el triálogo y que se definan durante la Presidencia Española del Consejo Europeo. El pasado 6 de julio el parlamento europeo llegó a un acuerdo que será el que vaya a triálogos con la Comisión Europea y el Consejo Europeo.
¿Cuáles son las medidas que destaca y cómo puede aprovecharlas España?
Este acuerdo se basa en varias claves. Las más destacadas de forma general son:
Está enfocado en el consumidor: Es claramente social, al no permitir la desconexión de consumidores vulnerables.
Es claramente protector, poniendo a disposición de los estados miembros la posibilidad de realizar medidas específicas en invierno y verano enfocadas en el cliente doméstico para que puedan gestionar su consumo y aminorando el coste de sus facturas.
Es claramente innovador, al establecer el derecho al consumidor de compartir energía, tanto hogares como empresas.
Por otra parte, está enfocado en la promoción de la eficiencia del sistema y de la flexibilidad, con herramientas concretas para impulsar la gestión de la demanda y el almacenamiento.
Tales como: evaluar las necesidades de flexibilidad tanto a nivel nacional como europea; establecer objetivos concretos de los mismos; elaborar una estrategia Europa 2025 de gestión de la demanda y almacenamiento; y aligerar la motivación de los mercados de capacidad.
Asimismo, está enfocado en dar señales a la inversión en energías renovables, promoviendo los contratos PPA, eliminando barreras a nivel nacional, creando una plataforma europea y una base de datos, favoreciendo su estandarización voluntaria, y favoreciendo con respaldos estatales solo aquellos de generación renovables.
La creación de un sistema europeo de subastas para complementar las subastas nacionales.
Por último, está enfocado en proponer herramientas tales como conexiones flexibles para que las redes puedan acompasar el crecimiento de energía renovables y la electrificación de la demanda.
¿Cómo puede aprovecharse este contexto para un mayor desarrollo del almacenamiento?
A nivel nacional se está viviendo la aceleración normativa y regulatoria de la necesidad de la flexibilidad que aportan la gestión de la demanda y almacenamiento.
El borrador de PNIEC 2023-2030 ya recoge unos objetivos de almacenamiento más ambiciosos que el vigente, elevando en 2 GW las previsiones, es decir: hasta 22 GW hacia 2030.
Tanto la gestión de la demanda como el almacenamiento apoyan la seguridad de suministro y se deben acompasar con el crecimiento de la generación renovable, apoyando consumir y almacenar en horas del valle solar.
De hecho, la medida 1.5 de Almacenamiento Energético, resalta: “Es una tecnología clave, tanto por la posibilidad de desplazar la generación a los momentos en que sea necesaria, como por su capacidad de proveer otros servicios complementarios como, por ejemplo, reservas”.
Además, apoya retos a resolver de los sistemas eléctricos, con elevadas penetraciones de asociados a su integración, como por ejemplo: el aprovechamiento de los vertidos y la provisión de inercia de tipo rodante o sintética.
A nivel CNMC, tanto la circular de conexión de demanda -cuya trámite de consulta pública cerró el pasado 28 de junio-, como la circular 3/2020 de peaje -en la cual se están trabajando-, ya tienen en cuenta los servicios y necesidades de los activos de la demanda y el almacenamiento para su próximo periodo de vigencia.
Además si vemos los programas electorales del PSOE y del Grupo Popular, vemos que en ambos el almacenamiento está específicamente mencionado como clave en la transición energética.
¿Qué dice cada uno?
Por un lado, el programa electoral del PSOE incluye el almacenamiento como política económica y agenda verde y específicamente menciona:
- “Desplegaremos los proyectos estratégicos del Plan de Recuperación con el fin de impulsar la modernización de nuestra economía y posicionar a España entre los países líderes en los sectores y tecnologías del futuro: vehículo eléctrico y conectado (PERTE VEC); energías renovables, hidrógeno verde y almacenamiento”.
- “Impulsaremos la innovación en el sector energético a través del fomento de las nuevas tecnologías necesarias para la descarbonización de la energía, como el almacenamiento energético, la gestión de la demanda, así como el hidrógeno renovable y otros gases renovables”
Por su parte, el Grupo Popular, específicamente, habla de almacenamiento en su medida 115, en la que se manifiesta: “Impulsaremos la electrificación y descarbonización de la economía y fomentaremos el almacenamiento de energía renovable mediante un mecanismo de capacidad y condiciones flexibles de acceso y conexión”.
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