Teniendo en cuenta que la Unión Europea trabaja en una propuesta de Reglamento por el que se establece un marco de medidas para fortalecer el ecosistema europeo de fabricación de tecnologías energéticas limpias, el 5 de mayo tuvo lugar en el congreso de los diputados el debate con referentes de la Asociación de exdiputados y exsenadores de las Cortes Generales quienes lo organizaron para compartir sus aportes.
En ella se retomaron: la propuesta de reforma del mercado eléctrico europeo y sus objetivos: proteger a los consumidores, la competitividad de la industria y fomentar las inversiones en renovables.
Se plantearon tres ejes a debatir más a fondo en el proceso de negociaciones: el mercado de capacidad y flexibilidad, la segmentación de los mercados eléctricos y la fijación de peajes de redes.
Luis Atienza Serna, Consultor en estrategia y regulación energética, una vez más explicó al detalle que es indiscutible la necesidad de una evolución del mercado y que el Gobierno, de cara al futuro de la matriz energética, mediante el refuerzo de las subastas y los nuevos mecanismos como los mercados de flexibilidad y de capacidad, gestionen un modelo regulatorio híbrido de regulación y mercado.
El referente del sector energético ha destacado el valor de las soluciones para el futuro del sector a través de la socialización del riesgo, apostando por los mercados a largo plazo a través del refuerzo del mecanismo de subastas con compradores únicos, con el objetivo de estabilizar el precio de la energía. [Ver su posición en el siguiente artículo].
Por otra parte, fue Carlos Solé Socio de Energía en KPMG, ex Director de Energía en CNE (hoy CNMC) quien recordó que será fundamental controlar el precio de la energía para proteger a los consumidores.
En este sentido explicó que las tecnologías y el mercado determinarán el precio de la energía y «debatir sobre marginalismo y no marginalismo es inútil y no conduce a una discusión económica significativa», enfatizó.
Asimismo, sostuvo que es crucial que quienes elaboran las normas deben dejar de pensar que la flexibilidad, la capacidad y las reservas son excepcionales y empezar a considerarlas esenciales para el futuro del mercado.
Y aquí aparece otro de los focos de este debate: la absorción de energías renovables en la red, ya que contar con mayor almacenamiento y mecanismos que brinden flexibilidad será clave para ello.
Por tanto, Solé comparte algunas cifras alarmantes: en la punta de demanda, según los datos de Red Eléctrica, España produce en torno a los 40, 45 GW un día de verano en el mes de julio.
Según los propios datos y el apetito inversor que hay, se podría hablar de entre 180 y 200 GW en el próximo verano, de los que el protagonismo en el orden de 80 GW puede estar en la tecnología fotovoltaica, describe.
Esto quiere decir que la generación de energía renovable aumentará significativamente, superando la demanda máxima prevista para el verano en unos 140-160 GW, y el almacenamiento de energía será clave para gestionar este excedente de producción.
El papel de la industria como demanda
Juan Antonio Labat, Director General de FEIQU, fue el portavoz de muchos industriales que se encuentran confundidos con el futuro de los precios y la seguridad de sus inversiones.
Sobre esto habló el ejecutivo y reclamó que la competitividad de la industria europea está cayendo en comparación con China y Estados Unidos.
«A pesar de los mecanismos establecidos para proteger la industria, el costo de la energía eléctrica está afectando su competitividad», señaló y opinó que la Comisión Europea debería centrarse en la política industrial, en lugar de la energética, y modificar el modelo de mercado o proporcionar ayudas a la industria.
«La vía TarifaREP de Francia podría ser una solución, pero depender de las ayudas no tiene futuro. España cuenta con energía disponible que podría ayudar a la industria, pero es necesario un cambio de modelo en Europa», declaró Labat.
Cerrando la mesa, José María Gonzalez Moya Director General de APPA Renovables, retomó la importancia de la descarbonización de más sectores para aumentar la demanda de las renovables y mejorar la penetración de estas en el mix.
«Es necesario desarrollar el vehículo eléctrico y la bomba de calor, el almacenamiento y la integración en el sistema y en el mercado de las renovables. La demanda de electricidad ha disminuido en España mientras que la oferta renovable ha aumentado», concluyó el directivo de APPA.
«La industria no es parte del problema, sino parte de la solución»
El Instituto de Ciencia, Medioambiente, Energía e Industria (ICMEI), organizó este viernes 5 de mayo una jornada de debate denominada “Condenados a entendernos en la descarbonización: claves para una convergencia eficiente de ciencia, medioambiente, energía e industria”, que se desarrolló en la Sala Ernest L. Luch del Congreso de los Diputados.
Contó con dos mesas más, además de la analizada en este artículo:
- “Competitividad industrial y fondos europeos: la reindustrialización pendiente”.
- “Transición energética y neutralidad tecnológica: retos para la industria española”.
- “Industria española y reforma europea del mercado energético: riesgos y oportunidades”.
La mirada de la organización
En entrevista con Energía Estratégica España, el Presidente del Comite de Industria del ICMEI y promotor de la Jornada, Javier Peón, realizó un balance en el que reconoció el valor de volver a poner las principales inquietudes de la industria.
¿Qué conclusión realizó la Asociación de esta jornada?
La necesidad de este tipo de debates y encuentros de la sociedad civil, en este caso, pone en evidencia el interés en la transición energética, la transición ecológica y la transformación digital.
El alto nivel de experiencia y conocimiento de moderadores y ponentes ha tenido reflejo en el gran número de asistentes presenciales y los que siguieron en remoto.
Es necesario más entendimiento sobre los retos de la industria y la descarbonización, al margen de siglas y de interés exclusivamente sectoriales.
Entendimiento en su doble sentido: comprensión técnica de los problemas para un buen diagnóstico y solución; y vocación de acuerdo, de encontrar espacios compartidos en la que todos ganamos cediendo un poco y generando confianza recíproca a medio y largo plazo.
¿Qué significó esta jornada para la industria?
Creo que ha sido una plataforma interesante para poner de relieve cuáles son sus problemas y también cuáles son sus oportunidades.
No estaban todos los que son, pero son todos los que estaban y creo que, pese a los diferentes enfoques y discrepancias puntuales, hay unanimidad en que estamos “condenados a entendernos”como reza el lema de las Jornadas.
¿Cuáles fueron los principales mensajes que ha dejado?
Han sido muchos, muchas propuestas interesantes, muchas reflexiones que deben ser tenidas en cuenta y de las que creo que han tomado nota todos los participantes.
Hay un lamento por la poca atención hacia la industria, por el poco peso político en estos años para contar realmente en el proceso de transición energética y no quedar relegados como una amenaza para la transición ecológica.
Quizás como resumen vale una reflexión final de la última Mesa de debate respecto a los objetivos de la descarbonización que todos deberíamos compartir: la industria no es parte del problema, sino parte de la solución.
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