El VIII Congreso Nacional de Energías Renovables, organizado por APPA Renovables, puso sobre la mesa los desafíos y metas del sector energético español hacia la descarbonización total.
En diálogo con Energía Estratégica España, desde la asociación manifestaron que «el principal interés de los empresarios es la necesidad de que la demanda eléctrica aumente por sustituir consumos fósiles; mientras que para aquellos que no puedan ser reemplazados, se apueste por el biometano».
En este sentido, remarcaron su compromiso con la presentación oficial del nuevo departamento de APPA Biogás, donde las principales firmas españolas forman parte y se comprometen a desarrollar y difundir las oportunidades de esta tecnología para llevar beneficios a España.
Santiago Gómez Ramos, presidente de APPA Renovables, inició el congreso recordando la evolución del sector en España. “Cuando APPA Renovables se creó, alrededor del 20% de la electricidad era renovable, el año pasado cerramos en el 50%, pero es que el objetivo para 2030 es el 81%. Si en los 37 años que tiene la Asociación hemos aumentado 30 puntos porcentuales, aumentar esos mismos 30 puntos en los próximos 6 o 7 años es una tarea titánica”, destaca el directivo.
Además, el ejecutivo resaltó que el sector enfrenta desequilibrios entre tecnologías y entre oferta y demanda, un problema que se agrava por la ausencia de un Plan Nacional de Electrificación.
Según indicó, “los diagnósticos son claros, pero no contamos aún con un Plan Nacional de Electrificación, o planes específicos para que los sectores del transporte, gasista o industrial hagan su parte en la descarbonización”.
En cifras, el PNIEC estima inversiones de 308.000 millones de euros hasta 2030, de los cuales el 82% será responsabilidad del sector privado. Gómez Ramos enfatiza: “252.000 millones, un cuarto de billón (con b) de euros.
Sin embargo, la necesidad de adecuación de las redes, especialmente para absorber esa nueva demanda (+34% prevista), está limitada por ley, y aún no se ha desbloqueado”.
El papel clave del sector renovable en España fue otro de los puntos destacados. “Las energías renovables ahorraron, de forma neta, contabilizando retribución y ahorros, más de 9.500 millones de euros en el mercado eléctrico, emplearon el año pasado a más de 127.000 trabajadores en España, y los ahorros en emisiones de CO2 o importaciones superan conjuntamente los 21.000 millones de euros”, subraya Gómez Ramos.
En este marco, el presidente de APPA alertó sobre las políticas en Galicia que podrían amenazar el desarrollo de la energía eólica en la región: “Esa es la industria que pone en peligro el plan que está desarrollando el gobierno gallego. Las inversiones, sin embargo, no peligran, porque irán a parar a otras regiones”.
Durante la clausura del congreso, Joan Groizard Payeras, secretario de Energía, abordó la electrificación como eje estratégico.
“La electrificación de los consumos térmicos, que realmente podríamos estar hablando casi de autoconsumo térmico a través de la bomba de calor, o la electrificación del transporte, ya son la opción más económica si miramos el ciclo de vida completo, pero tienen una inversión inicial”, explicó el funcionario.
Quien reemplazó a Sara Aagesen también enfatizó en la necesidad de modelos de negocio que faciliten la financiación inicial de proyectos renovables: “Tenemos que asegurar desde la Administración que haya las señales de precios adecuadas, la previsibilidad adecuada, pero necesitamos los modelos de negocio adecuados. ¿Cómo reducimos ese riesgo para el inversor, ya sea un particular, ya sea un empresario?”
El VIII Congreso Nacional de Energías Renovables se cerró con un llamado al diálogo y al trabajo conjunto entre reguladores, empresas y administraciones para lograr los objetivos planteados en el PNIEC. Con la electrificación, el almacenamiento y los gases renovables como pilares fundamentales, el futuro del sector promete un crecimiento acelerado, pero lleno de retos.
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