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enero 3, 2025
Las principales barreras. De la teoría a la práctica: los retos del hidrógeno verde en los Países Bajos
Con una ubicación estratégica y una infraestructura robusta, los Países Bajos han consolidado su posición como líderes europeos en el desarrollo del hidrógeno verde. Sin embargo, Rostyslav Nykitenko comenta a Energía Estratégica España que los desafíos técnicos y regulatorios siguen representando obstáculos significativos para el avance de esta tecnología clave en la transición energética.

La producción de hidrógeno verde enfrenta barreras significativas en términos de escalabilidad y eficiencia tecnológica. Actualmente, los sistemas de electrolizadores, como los modelos PEM y alcalinos, requieren una transformación a nivel industrial para satisfacer la creciente demanda. “La disponibilidad limitada de materiales clave, como el platino y el iridio, limita la capacidad de aumentar la producción de manera rentable y eficiente”, explica Rostyslav Nykitenko, abogado y vicepresidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Asociación Nacional de Abogados de Ucrania, a Energía Estratégica España.

Otro desafío crucial es la eficiencia energética en el proceso de conversión y almacenamiento. Durante la electrólisis y el transporte de hidrógeno, se producen pérdidas significativas de energía, lo que afecta la competitividad frente a otros combustibles. «Reducir estas pérdidas es esencial para que el hidrógeno verde pueda escalar en sectores industriales y comerciales», agrega Nykitenko.

El país también enfrenta limitaciones en la infraestructura. Aunque los Países Bajos cuentan con una red de gasoductos consolidada, la adaptación para transportar hidrógeno implica desafíos técnicos y costos elevados. Proyectos como el European Hydrogen Backbone buscan abordar esta brecha, pero su implementación aún está en fases tempranas.

Barreras regulatorias: la incertidumbre normativa

En el ámbito regulatorio, una de las principales barreras es la definición ambigua de hidrógeno verde dentro de los marcos europeos. Esta falta de uniformidad en las clasificaciones afecta la asignación de subsidios y la certificación internacional, lo que crea incertidumbre para los inversores. “La falta de estándares globales limita el comercio y la cooperación, ralentizando el avance del sector”, señala Nykitenko.

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Los procesos de permisos también se destacan como un obstáculo recurrente. La implementación de proyectos enfrenta retrasos debido a evaluaciones ambientales extensas y, en algunos casos, oposición local. Esto, sumado a las estrictas regulaciones de seguridad para el manejo y transporte del hidrógeno, incrementa la complejidad y los costos asociados.

Casos de éxito: liderazgo basado en innovación

Pese a los desafíos, los Países Bajos han sido testigos de proyectos emblemáticos que resaltan su capacidad para liderar en el sector energético. El proyecto NortH2, liderado por Shell y sus socios, busca utilizar la energía eólica marina para producir hidrógeno verde en grandes volúmenes. Este modelo combina innovación tecnológica con cooperación internacional, consolidando la posición del país en la economía del hidrógeno.

Otro ejemplo destacado es el parque eólico marino Hollandse Kust Noord, que integra producción de electricidad renovable y almacenamiento energético. Estas iniciativas no solo refuerzan el compromiso del país con la sostenibilidad, sino que también ofrecen una hoja de ruta para otras naciones interesadas en el desarrollo del hidrógeno verde.

Cooperación internacional: un esfuerzo compartido

Los Países Bajos desempeñan un papel fundamental en iniciativas transnacionales destinadas a mejorar la infraestructura y el comercio de energía renovable. A través de la North Seas Energy Cooperation (NSEC), trabajan con Alemania, el Reino Unido y otros países en el desarrollo de parques eólicos marinos y redes eléctricas interconectadas. “Este enfoque colaborativo no solo reduce costos, sino que también mejora la seguridad energética en toda la región”, destaca Nykitenko.

Adicionalmente, proyectos como el Dogger Bank, el parque eólico más grande del mundo, demuestran cómo la cooperación transfronteriza puede acelerar la descarbonización y generar beneficios económicos compartidos.

Políticas fiscales: un imán para las multinacionales

El atractivo de los Países Bajos no se limita a su ubicación estratégica; sus políticas fiscales juegan un papel crucial en la atracción de inversiones internacionales. El programa «Caja de Innovación» reduce los impuestos sobre beneficios derivados de actividades de I+D al 9 %, incentivando proyectos de almacenamiento energético y captura de carbono.

“Esta estructura fiscal permite a las empresas reinvertir en tecnologías emergentes, fomentando la innovación y fortaleciendo la competitividad global”, afirma Nykitenko. Gigantes energéticos como Shell y Vitol han capitalizado estas políticas para liderar iniciativas innovadoras, consolidando al país como un hub de energía sostenible.

Consolidando un liderazgo global

Los Países Bajos están en una posición privilegiada para liderar la transición energética mundial. Si bien enfrentan desafíos técnicos y regulatorios significativos, su enfoque en la cooperación internacional, la innovación tecnológica y las políticas fiscales les permite avanzar hacia un modelo energético sostenible.

“La clave para el éxito radica en la innovación y la colaboración, elementos esenciales para superar barreras y maximizar las oportunidades en este mercado en expansión”, concluye Nykitenko. A medida que el país fortalezca su infraestructura y regule de manera uniforme el sector del hidrógeno, consolidará su liderazgo como referente global en la transición energética.

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