En el Europe Future Energy Virtual Summit 2023, los principales referentes de la cadena de valor para la solar fotovoltaica se reunieron en el primer panel para debatir sobre claves para la competitividad del sector. 

José Antonio Irastorza Rodríguez, Business Director Spain de Risen Energy, comentó que durante el 2023 esperan que se instalen en el país más de 10 GW de potencia fotovoltaica. 

Asimismo, explicó que habrá una principal presencia de la generación a gran escala y que el autoconsumo continuará creciendo al mismo ritmo con foco en el segmento comercial industrial. 

No obstante, mencionó que será el año de los nuevos actores: la hibridación de eólica, hidrógeno verde y el almacenamiento. 

“Este aluvión de crecimiento de la fotovoltaica tendrá que venir acompañado del almacenamiento y desde el 2018 venimos preparándonos para ello”, enfatizó el ejecutivo y reveló que ya se encuentran en conversaciones de proyectos que van a generar un impacto notable en el mercado local. 

Durante el 2022 Risen alcanzó un crecimiento del 40% frente al año anterior y con la incorporación de estos nuevos segmentos esperan mejorar esa cifra. 

El reto de la cadena de suministros

Los objetivos del PNIEC están en restructuración. La fotovoltaica espera duplicar lo ya establecido, alcanzando los 65 GW de potencia instalada en 2030. 

Esto significará un gran reto para la cadena de suministro, que necesitará responder a una mayor demanda en menos tiempo, manteniendo su calidad y aumentando su eficiencia. 

Para dar una mejor respuesta y prepararse a la creciente demanda que necesitará el sector para cumplir con los objetivos propuestos en los planes de transición ecológica, Risen se prepara con un ambicioso plan de innovaciones tecnológicas.

“Vamos a incorporar 15 GW de tecnología tipo N, donde ya tenemos certificados paneles que han logrado superar los 720 W de producción”, explicó Irastorza. 

Este tipo de material reduce el espesor de la célula, con lo cual, limita la dependencia del polisilicio, logrando eficiencias superiores al 23% por módulo respecto a tecnologías anteriores. 

Esto permite, a su vez, un mejor rendimiento del panel frente a las altas temperaturas, generando entre un 2,5 y un 3,5 por ciento de producción superior a la temperatura promedio de las plantas.

Esta virtud también extiende la vida útil y garantiza para el año 30 un 90,75% de la producción nominal del módulo, que a la hora de hacer el estudio económico de la planta también le da un gran beneficio a los promotores.

“Toda nuestra serie de heterounión va a venir con la opción de bifacialidad porque vemos que el mercado irá en esta dirección”, aclaró el directivo. 

Otra de las innovaciones se enfocan en el marco de aluminio, el cual fue cambiado a uno de acero que tiene una mayor capacidad de suministro a nivel mundial.

Esto permitió un incremento del 30% de la resistencia a rasgaduras de los orificios a la hora de montar los paneles.

Por último, el moderador del panel le consultó a Irastorza sobre cuánto más podrá evolucionar esta tecnología y si conviene para la generación distribuida y el ejecutivo respondió que la potencia de los módulos continuará creciendo. 

“Actualmente ya se están produciendo paneles de mayor potencia por módulo, aunque todavía continúa siendo de nicho, pero así como hoy incorporamos este tipo de paneles al autoconsumo comercial industrial, próximamente lo haremos con los nuevos”, concluyó el referente de Risen en España.