El día de ayer, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) anunció la aprobación de las bases regulatorias de las ayudas para proyectos de almacenamiento, hibridados con instalaciones de generación renovable, tanto nuevas como existentes.

Asimismo, en el caso de las nuevas instalaciones, el documento hace hincapié en que la finalización del proyecto se entenderá como el momento en que ambas tecnologías, generación renovable y almacenamiento, estén finalizadas, no pudiendo financiarse el almacenamiento sin estar asociado a una instalación de energía limpia.

El objetivo de esta línea de ayudas es el de desarrollar cinco instalaciones de almacenamiento innovadoras, con una potencia de 600 MW, o que posean un suministro de energía equivalente.

En diálogo con Energía Estratégica España, Raúl García Posada, Director en la  Asociación Española de Almacenamiento de Energía (ASEALEN) destaca: “Es probablemente la convocatoria más relevante para el despliegue del almacenamiento en España”.

Asimismo, comenta que a pesar de que estas instalaciones hibridadas no puedan operar de manera libre, al no poder cargar desde la red eléctrica, será el comienzo de los primeros proyectos hibridados con almacenamiento que se operen como tal.

Por otro lado, la cuantía de estas subvenciones, que tiene un límite de €15 millones por empresa o por emprendimiento, se determinará teniendo en cuna los gastos subvencionables del proyecto y la intensidad de la ayuda sobre dichos gastos que, de acuerdo al documento oficial, varía según el tamaño de la empresa: 45% para una gran empresa; 55% para una mediana; y 65% para una pequeña.

Además, los proyectos que se postulen para estas subvenciones deberán probar que sin este apoyo público sería posible la viabilidad económica, mediante la provisión de una memoria económica.

Según el documento del Miteco, estas subvenciones están enmarcadas dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y que deben realizarse antes del final de 2023.

Así también, se estipula que los proyectos que estén interesados en recibir estas ayudas, deberán tener una fecha de finalización anterior al 30 de junio de 2026.

Para analizar las solicitudes, estas subvenciones tendrán un criterio de puntuación que tiene un máximo de 100 puntos, tomando como referencia los aspectos de viabilidad económica, características técnicas habilitadoras para la integración de renovables, viabilidad del proyecto y externalidades.

“A pesar de esta buena noticia, aún habrá que seguir esperando por el siguiente paso: el lanzamiento de la primera convocatoria de ayudas. Los detalles y requisitos que ahí se recojan marcarán las tecnologías de almacenamiento que triunfen”, advierte el directivo.

Y finalmente, el ejecutivo indica que las expectativas del sector están puestas más allá de lo que suponen estos programas puntuales, que servirán para arrancar el desarrollo de varias instalaciones, pero no serán suficientes para ese gran desarrollo de proyectos de almacenamiento que esperan.

“La expectativa está puesta en que se establezcan uno o varios mecanismos de retribución propios para el desarrollo sostenible y sostenido de las instalaciones de almacenamiento necesarias para cumplir los compromisos del PNIEC y de descarbonización en el horizonte 2050. Sin estos mecanismos, los proyectos de almacenamiento serán muy difícilmente financiables”, concluye García Posada.