Los fabricantes de paneles solares atraviesan un periodo de incertidumbre marcado por una notable sobrecapacidad de producción lo que ha llevado a una caída drástica en los precios de los módulos.
El problema se centra en que, a pesar de que la demanda global sigue creciendo, las empresas del sector se enfrentan a la paradoja de vender a valores por debajo de sus costos de producción. Las expectativas sobre el futuro de los precios dependen, en gran medida, de cómo se reconfigure el panorama de la oferta.
Alberto Cuter, Vicepresidente de Jinko Solar de Latinoamérica e Italia, revela en una entrevista con Energía Estratégica España que “se espera un repunte de los precios hacia la mitad del primer trimestre del próximo año, dependiendo de cuántas empresas salgan de la industria”.
«El importe tiene que subir en algún momento porque no tiene sentido seguir produciendo con pérdidas«, comenta Cuter, añadiendo que algunas corporaciones ya han abandonado el mercado debido a la insostenibilidad de la situación financiera.
Desde hace varios meses se desató una competencia feroz a nivel global donde las empresas fabricantes de paneles Tier-1 y Tier-2 se vieron afectadas, lo que provocó que los precios cayeran a mínimos históricos. De hecho, su precio ha llegado a bajar de 0,20 €/W a menos de 0,12 €/W en 2023. Firmas como la española Solaria ha declarado compras hacia finales del 2023 a 0,09,3 €/W, lo que representa una disminución del 62% en comparación con 2022.
“Imagina que, por un distribudor de paneles solares, el año pasado vendías 100 MW y facturabas una cantidad significativa; este año, con el mismo volumen de ventas, la facturación es menos de la mitad y los costes siguen siendo los mismos”, ilustra el Vicepresidente de Jinko Solar, evidenciando la gravedad de la situación.
Esta dinámica ha generado una crisis que esta afectando tanto a grandes como a pequeños fabricantes de silicio, de obleas y de celda, y solo las compañías más consolidadas, como Jinko Solar, han logrado mantenerse a flote.
Este proceso de ajuste ya ha comenzado, según manifiesta Cuter, con algunas compañías chinas más pequeñas saliendo del mercado. Sin embargo, los grandes actores de la industria, algunos de los cuales enfrentan serias dificultades financieras, todavía están en la mira.
“Ya hemos visto desaparecer algunos fabricantes, pero si aquellos más grandes empiezan a reducir producción o a salir, los precios empezarán a recuperarse”, afirma.
Ante este escenario de posible reactivación, la sobreproducción en la cadena de valor de suministros, es decir, la del silicio y las celdas solares, que ha empujado los costes a mínimos históricos, lo que termina favoreciendo a los fabricantes de módulos solares.
«El silicio, que hace un año y medio, se vendía a 35 o 36 dólares por kilo, ahora está por debajo de los 5 dólares, mientras que el coste de producción sigue por encima de los 6», explica Cuter.
¿Reactivación durante el primer trimestre del 2025?
Ante este panorama, para Cuter las señales de recuperación podrían materializarse durante el primer trimestre del próximo año, siempre que se dé una consolidación en el mercado y algunas empresas continúen cerrando o reduciendo su capacidad.
Además, el vicepresidente de Jinko Solar indica que la demanda mundial de energía solar sigue aumentando de un 20 a 30% anualmente.
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