La semana pasada el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) lanzó un Real Decreto para establecer el régimen de instalación de plantas fotovoltaicas flotantes en el dominio público hidráulico, con el objetivo de aumentar la capacidad de generación eléctrica de origen renovable.
La superficie máxima para este tipo de instalaciones de solar flotante será de entre un 5% y un 15% del embalse. Una de las condiciones es que los proyectos deberán ser compatibles con el Plan Hidrológico correspondiente y la evolución de las masas de agua será supervisada por la Confederación Hidrográfica correspondiente. Además, la duración máxima de la concesión será de 25 años.
La normativa comenzó a elaborarse en 2022 y ha sido objeto de debates internos, lo que se replica en el sector de renovables español. En ese marco, Alejandro Diego Rosell, consultor especializado en energías renovables y profesor del Máster en Energías Renovables de la Escuela de Organización Industrial, señala que le parece una “medida acertada” y que, si bien genera debates en el sector, estas instalaciones permiten aprovechar zonas e infraestructuras disponibles.
“Creo que lo que sea regular y abrir posibilidades a nuevas fuentes de generación sostenible y luego en áreas que no están tan explotadas como pueden ser las aguas superficiales de embalses me parece una medida correcta. Creo que el porcentaje que se ha puesto de un 5 a un 15% del total de la superficie del embalses es positivo, e incluso un poco conservador ya que se podría haber añadido más”, manifiesta Rosell.
“Las instalaciones permiten aprovechar las infraestructuras que hay disponibles, los embalses muchas veces tienen plantas hidroeléctricas incluidas con su infraestructura de evacuación eléctrica y puntos de conexión disponibles”, agrega y destaca a la limitación de la evaporación como una de las ventajas de este tipo de tecnología.
Además, el consultor apunta a que estos proyectos podrían permitir la hibridación de las plantas hidroeléctricas con instalaciones solares fotovoltaicas.
Rosell señala que el coste de generación y mantenimiento es mayor que el de los parques fotovoltaicos sobre suelo. Sin embargo, analiza: “Hay que tener en cuenta factores como que produce menores pérdidas ya que tienen temperatura más estable y más baja, lo cual permite generación superior”.
Interés del mercado
Actualmente en el país existen empresas que están apostando por esta tecnología. Sin embargo, Rosell, consultado sobre el interés del mercado, analiza: “Yo tengo mis dudas. Creo que hay empresas especializadas que quieren competir o entrar, puede ser como un pequeño nicho”.
Además, enfatiza en que sería pertinente incluir en las subastas alguna cuota para fotovoltaica flotante para analizar el interés y apetito del mercado por esta tecnología, para que haya señales e información.
“En España tenemos empresas especializadas con experiencia internacional, creo que es una oportunidad nueva de negocio y veo muchas más cosas positivas que negativas. La parte negativa es que estamos llegando a un punto de saturación de la red pero que afecta a todo el sector no solo a la flotante. Deberíamos establecer, que es algo que se está comentando, que lo que se instale tenga la obligación de tener almacenamiento, como está sucediendo en otros países”, asegura.
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