Desde su entrada en el mercado polaco hace seis años, Statkraft se ha consolidado como un actor importante en el país. La empresa ha trabajado arduamente para desarrollar una cartera de proyectos de energía solar y eólica, con el ambicioso objetivo de alcanzar 1 GW de capacidad instalada para 2030.
Sin embargo, este camino no ha estado exento de desafíos, ya que la industria enfrenta barreras regulatorias e infraestructurales que dificultan la implementación de nuevas iniciativas.
En una entrevista con Energía Estratégica España, Michal Smyk, gerente de país de Statkraft en Polonia, comparte su visión sobre el progreso de la empresa en el sector de las energías renovables y los desafíos que persisten.
En un contexto donde el 73% de la energía en Polonia proviene de combustibles fósiles, Smyk se enfoca en las estrategias necesarias para diversificar la matriz energética del país y el papel crucial que jugará el hidrógeno verde en la transición hacia una economía más ecológica.
¿Cómo evalúa la entrada de Statkraft en Polonia desde 2022 hasta el presente?
En los últimos dos años, hemos estado construyendo la cartera de Statkraft en Polonia en el campo de las energías renovables, principalmente a través de proyectos en greenfield y co-desarrollo. Estos son procesos que consumen tiempo, ya que requieren una buena comprensión del mercado, sus mecanismos y regulaciones aplicables, así como establecer relaciones a nivel local.
Actualmente, tenemos un equipo experimentado y los primeros proyectos están en fase inicial. Nuestra cartera incluye inversiones en energía solar y eólica onshore, junto con almacenamiento de energía en las primeras etapas de desarrollo, con una capacidad total de más de 1 GW para 2030. Una parte significativa de estos ya está en proceso formal de desarrollo.
¿Cuáles son los principales desafíos encontrados para lograr esto?
El primer desafío es que el mercado polaco ya está bastante maduro y hay una competencia considerable en el segmento de energías renovables (RES).
En los últimos años, se creó un gran grupo de empresas solo con el propósito de adquirir tierras para instalaciones y asegurar conexiones a la red, sin contar con instalaciones ni fondos para la inversión. Esto afectó negativamente la percepción del sector en su conjunto. Hoy, debemos enfrentar estos estereotipos y reconstruir la confianza entre las comunidades locales.
El segundo desafío son las regulaciones actuales en Polonia. Las disposiciones legales sobre proyectos renovables están sujetas a cambios frecuentes, especialmente en lo que respecta al desarrollo de parques eólicos terrestres. Se están creando nuevas disposiciones, como las relacionadas con compartir una conexión o la redistribución de energía. Se espera que muchas de estas soluciones aceleren el desarrollo de las energías renovables en Polonia, pero aún existen muchas limitaciones cuando se trata de ponerlas en práctica.
Finalmente, el proceso obsoleto de asegurar conexiones a la red y la congestión de la misma parecen ser la principal barrera para el rápido desarrollo de las energías renovables en Polonia.
Teniendo en cuenta que el 73% de la energía en Polonia proviene de combustibles fósiles, ¿Qué medidas debería implementar el país para diversificar su matriz energética?
Es importante destacar que, durante años, el sistema energético de Polonia se ha basado en combustibles fósiles como el carbón y el gas natural. El último borrador de actualización del Plan Nacional de Energía y Clima asume una reducción del 50.4% en las emisiones en comparación con 1990, más de un 32% de participación de las energías renovables en el consumo bruto de energía y 96 GW instalados en electricidad para 2030. La presión para desarrollar energías renovables en el país es evidente.
Sin embargo, después de un período de inactividad debido a condiciones legales desfavorables, el desarrollo de la energía eólica está acelerándose nuevamente. Cada vez más empresas también están invirtiendo en almacenamiento de energía.
Las intenciones son buenas, pero hay una barrera que limita la dinámica del desarrollo de energías renovables en Polonia, y sin acción, este también podría detenerse. Estamos hablando del proceso obsoleto para obtener conexiones a la red y una infraestructura de red antigua que requiere inversiones significativas.
¿Cuáles son sus expectativas para el progreso de los proyectos de almacenamiento en Polonia?
El almacenamiento de energía sigue siendo un mercado incipiente en la región polaca. El tamaño actual del segmento de energía renovable del país y la sobreproducción de energía observada en los últimos meses requieren la implementación de mecanismos de mercado que funcionen bien.
¿Se necesita regulación para incentivar el desarrollo de estos proyectos?
Los parámetros de la principal subasta del mercado de capacidad han cambiado recientemente. El factor de disponibilidad de capacidad correctiva se redujo, lo que podría empeorar la rentabilidad de las inversiones en esta tecnología.
El mercado nacional está mostrando señales algo contradictorias. Esto debe cambiar si Polonia quiere alentar a los inversores a asignar su capital a instalaciones de almacenamiento de energía.
Entonces, ¿Cómo podrían despegar los proyectos de almacenamiento en Polonia para 2025?
Además de las regulaciones mencionadas, la alta calidad de la cartera de inversiones planificadas es muy importante. En Statkraft, adoptamos un enfoque estricto tanto para la rentabilidad del proyecto como para los requisitos ambientales.
Mientras tanto, muchos proyectos se han desarrollado con poca atención al detalle, para asegurar conexiones a la red lo más rápido posible. Garantizar la previsibilidad económica de los proyectos será clave.
Finalmente, ¿Qué potencial tiene Polonia como productor de hidrógeno verde en Europa?
El hidrógeno y el biometano se identifican como combustibles alternativos necesarios para complementar la matriz energética nacional, especialmente en el contexto de la descarbonización industrial.
Polonia tiene una «Estrategia de Hidrógeno para 2030 con Perspectiva hasta 2040» en vigor desde 2021, que prevé, entre otras cosas, la instalación de aproximadamente 2 GW de capacidad de generación de hidrógeno bajo en carbono para 2030 y la creación de un ecosistema de innovación en valles de hidrógeno.
Polonia ya ocupa una posición de liderazgo en el segmento del hidrógeno: es el tercer productor mundial y el primero en términos de consumo de hidrógeno. Sin embargo, el hidrógeno en cuestión no es verde, sino gris. Reemplazarlo por H2 verde será un desafío, pero el punto de partida es bueno, ya que el mercado puede depender de la infraestructura existente.
El problema sigue siendo el capital, la tecnología y la regulación. Debido a la forma en que se produce, el hidrógeno verde requiere la liberalización del mercado de energía renovable. Al igual que con el almacenamiento, también es muy necesario el apoyo financiero en forma de subsidios para que los inversores puedan enfrentar estos altos costos y lograr un retorno de la inversión.
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