El sector de energías renovables de Portugal, al igual que el de España, apunta al almacenamiento como una de las claves para afrontar los problemas del sistema eléctrico actual. El pasado 31 de julio se abrió el período de presentación de solicitudes para la subasta de almacenamiento energético, la cual tenía fecha límite para el 2 de septiembre, pero ahora se amplía el plazo hasta el 9 de septiembre.

La subasta prevé un monto de € 100 millones para la instalación de, al menos 500 MW de capacidad de almacenamiento energético en la red eléctrica, tanto a nivel de transmisión como de distribución, hasta el 2025.

La medida se enmarca dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) del programa REpower EU, y tiene el objetivo de aumentar la flexibilidad de la red permitiendo una optimización y gestión más flexible del sistema eléctrico.

Desde el gobierno luso señalan que es una “oportunidad única” para que las empresas e instituciones contribuyan en la transición energética.

Por su parte, Hugo Siva, Business Development Specialist de TreeEnergy, señaló que la subasta genera muchas expectativas ya que podría impulsar el desarrollo del mercado de almacenamiento en Portugal y se espera que atraiga inversiones significativas e innovaciones tecnológicas.

“Esta subasta puede actuar como catalizador para la reducción de los precios de las baterías, similar a lo que ocurrió previamente con las centrales fotovoltaicas. A medida que aumenta la demanda de baterías, se espera que los costos de producción disminuyan debido a las economías de escala y los avances tecnológicos”, manifiestó semanas atrás Siva en diálogo con Energía Estratégica España.

Criterios para participar de la subasta

Aquellos promotores que estén interesados en participar pueden inscribir sus proyectos hasta el próximo 9 de septiembre.

La dotación total destinada a este sistema de incentivos es de 99.750.000 €, y la financiación por beneficiario y proyecto tiene una dotación máxima de 30.000.000 € , es decir el 20%, que se aplica sobre el total de gastos subvencionables.  La forma de apoyo es una subvención no reembolsable.  

Quienes resulten beneficiarios de las ayudas deberán iniciar la ejecución de la operación de los sistemas de almacenamiento en un plazo máximo de seis meses después de la firma del acuerdo con el Fondo Ambiental, ya que el objetivo es contar con 500 MW de almacenamiento al 2025.

Son subvencionables los emprendimientos de inversión en instalaciones de sistemas de almacenamiento de energía basados en baterías a escala de redes de transporte y distribución con potencia nominal de al menos 1 MW y que aseguren la carga y descarga a la máxima potencia de un mínimo de dos horas, asociadas a centros de producción eléctrica, independiente, utilizando energías renovables.

La suma de las intenciones de capacidad de almacenamiento inicial presentadas por cada candidato no puede exceder el 20% de la capacidad total que se planea respaldar según los términos de este incentivo, que es de 500 MW.

Según destaca el documento publicado por el gobierno portugués, los beneficiarios deben cumplir los siguientes criterios de elegibilidad: “estar legalmente constituidos, tener la situación tributaria y contributiva regularizada, mantener una situación económico-financiera equilibrada, no ser una empresa en dificultad, no tener salarios pendientes, no haber presentado los mismos inversiones en otras candidaturas, entre otros”.

“Las candidaturas deben cumplir los siguientes criterios de elegibilidad: respetar la tipología de operaciones previstas, tener como objetivo la consecución de los objetivos específicos del PRR, demostrar un adecuado grado de madurez, justificar la necesidad y oportunidad de llevar a cabo la operación, presentar una caracterización técnica y una justificación de los costos de inversión y del calendario de ejecución física y financiera, presentar un plan de comunicación, incluir indicadores de evaluación y seguimiento, entre otros”, detalla.