A casi un año de la última subasta renovable, donde se pretendían adjudicar 3,3 GW eólicos y solares ha quedado prácticamente desierta: ya que fueron seleccionados 45,5 MW eólicos, no hay novedades de que haya una nueva para este año.
El Gobierno estableció un calendario de subastas para la asignación del régimen económico de energías renovables, indicando los volúmenes mínimos de potencia acumulada para cada tecnología en el periodo 2020-2025.
Para el 2023 la potencia a subastar (acumulada) prevista es de 5.500 MW eólicos y 6.400 MW fotovoltaicos; es decir, 1.800 MW fotovoltaicos y 1.500 MW eólicos.
En entrevista con Energía Estratégica España, Javier Revuelta, Consultor de AFRY, plantea la necesidad de que el Gobierno defina con precisión el ritmo de las subastas y los precios máximos, considerando la evolución del mercado y las metas ambientales.
¿Cómo evalúa el desarrollo de las energías renovables?
El desarrollo de las energías renovables es crucial para el futuro de España, ya que nos ayuda a avanzar hacia un sistema energético más sostenible y a cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Deberíamos cambiar la estructura de peajes y cargos, para incentivar consumir en las horas de sol. Esto mitigaría el perjuicio para el autoconsumo de suprimir los cargos.
Para que venga mucha demanda, como data centers y puntos de recarga de VE (vehículos eléctricos), debemos agilizar inversiones en redes de distribución. La bajada de cargos da para subir peajes que posibiliten más red y más rápido.
Tenemos que decidir el ritmo de subastas, y el precio máximo. Las dinámicas han cambiado respecto a la última que no asignó casi nada.
Usted mencionó que las señales de mercado pueden frenar la inversión en energía renovable en los próximos años. ¿Por qué sucede esto y cómo se puede abordar?
Sólo un gobierno puede estar dispuesto a pagar más que el mercado, por cumplimiento de objetivos, empleo etc. Y los consumidores, a través de PPAs privados, veremos si priorizan ser verdes o tener energía barata. Empieza posiblemente en 2025 o 2026 una vuelta a la ‘no grid parity’, y si los gobiernos o los privados no pagan más que el mercado, habría esa ralentización en el ritmo de instalación.
La canibalización solar es uno de los factores que pueden frenar la inversión, ya que los precios de mercado disminuyen a medida que se desarrolla más energía solar.
Para abordar este problema, el Gobierno puede considerar establecer niveles de subastas y remuneraciones máximas.
También es importante analizar el apetito de la demanda por energía verde y la promoción del almacenamiento de energía.
[Ver artículo donde desarrolla la canibalización de a solar y la necesidad de almacenamiento]
¿Qué papel desempeñan las subastas en este escenario? ¿Son necesarias?
Las subastas han sido una forma de impulsar la inversión en el pasado, pero su relevancia ha disminuido debido a la preferencia por la venta en el mercado.
Hasta ahora los proyectos que llegaban a Ready to Build podían escoger si participar en subastas con el gobierno como offtaker (con unos precios máximos que eran desconocidos, pero se sabe que eran moderados e inferiores al valor vendiendo en mercado).
El Gobierno debe decidir el ritmo de las subastas y el precio máximo. Esto implica repensar su utilidad y el impacto en los inversores.
Las subastas tienen algunas ventajas, como la sencillez del contrato, la posibilidad de salirse voluntariamente al haber producido una energía mínima, el alto valor de la contraparte frente a un ‘corporate’.
Pero en estos años ha tenido más valor la venta a mercado. Ese valor va a la baja por el propio efecto de canibalizacion, y llegará previsiblemente un momento en que el mercado pague incluso menos que lo que necesita un proyecto.
Si el Gobierno está dispuesto a pagar más que el mercado, las subastas pueden seguir siendo importantes para cumplir objetivos ambientales.
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