El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha otorgado recientemente la Autorización Administrativa de Construcción (AAC) para 283 proyectos de energías renovables, sumando un total de 28.123 MW, cumpliendo así con el hito establecido por el Real Decreto-ley 23/2020 antes del 25 de julio de 2024.
Asimismo, se especificó que de los 428 proyectos que comenzaron la tramitación, solo el 66% obtuvo la AAC. Un 70% de los proyectos autorizados experimentaron modificaciones para cumplir diversas condiciones, principalmente de índole ambiental.
De estos, 239 son solares fotovoltaicos, con una capacidad total de 24.870 MW, 43 son eólicos, sumando 2.680 MW, y uno es una central hidroeléctrica de bombeo con 573 MW.
Sin embargo, las opiniones dentro del sector de las energías renovables reflejan tanto entusiasmo como preocupación.
En diálogo con Energía Estratégica España, desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE), describen que además de los mayores a 50 MW que anuncia el MITECO, hay aproximadamente 10 GW eólicos pendientes en las comunidades autónomas, que tendrán que estar instalados en 2028.
“Esta cantidad, aunque insuficiente, es un volumen considerable para nuestra cadena de valor, que puede asumir la instalación de más eólica en España”, afirman.
Por su parte, Juan Virgilio Márquez, CEO de la AEE, destacó que los 2.680 MW representan un avance significativo; sin embargo, advirtió que aún quedan pendientes más de 2.800 MW adicionales en las Comunidades Autónomas, cuyos resultados se conocerán en las próximas semanas.
Asimismo, subrayó que, aunque el volumen autorizado es considerable, para alcanzar los 62 GW de capacidad eólica establecidos en el PNIEC se necesita un crecimiento sostenible, con un ritmo lineal y estable de instalación.
Además, enfatizó la importancia de políticas de electrificación coherentes para evitar desequilibrios en el mercado que puedan afectar las inversiones futuras, como fomento de la electrificación de la demanda que “no está avanzando acorde al ritmo de penetración renovable”.
Mientras tanto, referentes del sector fotovoltaico han expresado preocupaciones sobre la viabilidad financiera de los nuevos proyectos.
«Mientras más capacidad vayas metiendo, el riesgo de que haya más horas cero o de que haya incluso precios negativos se incrementa», remarca Juan Carlos Badillo, managing partner de AtZ Investment partners.
En este escenario, el analista comenta con Energía Estratégica España que calcular la rentabilidad de la solar «es complicado», ya que «es muy difícil que la curva de precio sea razonable para que la gente siga invirtiendo, sobre todo cuando hay alternativas en otros mercados y en otras tecnologías».
Los precios actuales del mercado de la electricidad generada por instalaciones fotovoltaicas “son insuficientes” para cubrir los costos de inversión, operación y mantenimiento de nuevos proyectos.
Esto dificulta la obtención de financiación, “ya que los inversores y las entidades financieras muestran cautela debido a la incertidumbre en la rentabilidad de los proyectos”, explican.
En particular, los expertos señalan que será muy difícil conseguir la deuda y el capital necesarios para que los nuevos gigavatios de capacidad fotovoltaica lleguen a su puesta en marcha.
Esta situación podría frenar el desarrollo de nuevos proyectos, a menos que se implementen estrategias para mitigar estos riesgos o la electrificación y el almacenamiento comiencen a desarrollarse significativamente en el mismo plazo.
Señales al PNIEC
Las recientes autorizaciones del MITECO son un paso crucial hacia el cumplimiento de los objetivos del PNIEC, que busca triplicar la capacidad fotovoltaica instalada hasta superar los 76 GW y duplicar la capacidad eólica hasta más de 62 GW para 2030.
Este paso representa una inversión de más de 17.000 millones de euros y la creación de aproximadamente 300.000 puestos de trabajo, más de 41.000 empleos asociados a la eólica y más de 260.000 empleos a la fotovoltaica.
“Todos los proyectos autorizados pueden empezar a construirse inmediatamente y deben entrar en servicio en el plazo de tres años”, recita el MITECO.
Pero es evidente que se requiere una estrategia integral y coordinada para abordar los desafíos financieros, de mercado y de infraestructura.
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