Nervión Naval Offshore es una compañía que se dedica desde hace nueve años a la fabricación de estructuras fijas y flotantes para energía eólica marina y construcción naval. Durante su recorrido ha sido la contratista principal de Navantia, fabricando más de 200 jackets y 11 estructuras flotantes. Ahora renueva su imagen y se transforma en WindWaves.
Con su nueva identidad WindWaves busca expandirse con el desarrollo de nuevos proyectos en España y en mercados internacionales como Estados Unidos, Inglaterra, Polonia, Portugal y Taiwán. Así lo asegura Roberto Bouzas, director general de la compañía, en diálogo con Energía Estratégica España.
“En España estamos inmersos como contratista principal de Navantia en tres grandes proyectos para el mercado internacional. Estamos en el proyecto Le Tréport para OceanWind con la fabricación de 62 jackets aquí en Navantia Fene en Galicia y luego en el sur en Navantia Puerto Real fabricando una jacket para una subestación. Y estamos finalizando dos plataformas MSF para Ostrid para subestaciones en Estados Unidos”, detalla Bouzas y manifiesta que están ofertando otros proyectos para nuevas construcciones de jackets.
Además, señala que desde el año pasado adquirieron unas instalaciones que pertenecían a Siemens Gamesa para fabricar componentes para este tipo de tecnología en Galicia.
“En Galicia también hemos confeccionado en el puerto exterior una parcela donde vamos a construir una fábrica de ensamblaje de estructuras de eólica marina, muy cerca de Navantia para complementar las actividades que hacemos ahí. Será nuestra cabecera de grupo, esperamos tenerla lista el año que viene”, explica el referente de WindWaves.
Por otro lado, la compañía, en colaboración con SENER, desarrolló un proyecto llamado Hive Wind. Se trata de una plataforma flotante de acero para turbinas eólicas marinas que se caracteriza por su modularidad, estabilidad y estandarización. En los últimos días este proyecto recibió una ayuda del IDAE para fabricar la primera unidad por 11 MW. “Esperamos comenzar el proyecto a finales de este año y fabricarla a lo largo del 2025, la ensamblaremos en Galicia”, explica el ejecutivo.
En cuanto a objetivos a largo plazo Bouzas asegura: “en el entorno 2023-2026 tenemos un plan de desarrollo de negocio de multiplicar nuestros números casi por tres y a 2031 por cinco”.
Perspectivas de la eólica offshore en España
“El problema de estas subastas, es que este tipo de proyectos para que se generen necesitan cuatro o cinco años de procesos administrativos y proyecto con lo cual no creo que que en España vayamos a ver más allá de algún campo pequeño en Canarias campos antes de la final de la década”, analiza el referente de WindWaves.
Y asegura: “Esto supone en el desarrollo de la eólica marina en España un adelantamiento de otros países como Francia, Italia e Inglaterra en este en este sentido y un riesgo de la industrialización en el país, cuando haya que acometer esos parques en el país quizás la cartera esté cubierta con mercado internacional”.
Además, apunta a que existen tres cuellos de botella en la fabricación de tecnología eólica offshore: las áreas para instalar, recursos humanos y la reglamentación.
“Para para fabricar proyectos necesitas grandes áreas y no hay ahora mismo, pues los astilleros llegan pequeños los puertos en España hay tres áreas en Galicia Castellón y Tarragona están apostando por por crear esas infraestructuras, el personal es otro cuello de botella, los recursos humanos no hay profesionales eficientes para para cubrir la demanda, y luego la reglamentación ya que la burocracia es compleja. Hay que agilizar esa parte política”, manifiesta.
Cabe recordar que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé 3 GW de eólica marina al 2030. En ese sentido Bouzas señala que no se cumplirán los objetivos ya que el desarrollo de este tipo de proyectos lleva un proceso de varios años hasta estar operativos.
Por otro lado, el representante de WindWaves enfatiza: “Están cada día pensando en cada vez más MW por plataforma, no es fácil. Desde mi punto de vista se deberían pensar en campos de menos MW inicialmente, con turbinas probadas y plataformas construibles con las facilidades que hay hoy en día, es decir 10 MW o 15 MW como mucho, pero no tenemos tecnología probada suficiente para pensar en 20 o 22 MW, creo que es un error”.
Sin embargo, a pesar de los cuello de botella que enfrenta el sector de eólica offshore en España, Bouzas señala que hay gran interés dentro del mercado nacional para apostar por este tipo de proyectos.
“Hay interés, estamos atendiendo a infinidad de cuestiones por parte de developers sobre cómo se puede fabricar, que capacidad tenemos, quieren firmar acuerdos a medio plazo para reserva de capacidades. Hay un interés mayúsculo, por eso hemos apostado por tener instalaciones propias que complementen a otras empresas”, detalla.
“El interés es máximo, las necesidades van a ser infinitas, es verdad que en cuanto se empiece, sea donde sea, se van a necesitar de todos los espacios que haya posibles por las dimensiones que esto supone y la cantidad de recursos que se necesitan para para fabricar con lo cual creemos que a medio plazo es una apuesta segura”, concluye el ejecutivo.
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