“Si todos los eventuales excedentes de energía renovable generados en primavera y otoño se convirtieran en hidrógeno para almacenarlo y gestionar esa energía, estaríamos por debajo del 5 por ciento que permite la regulación actual para inyectar en los gasoductos”, señaló Africa Castro, Business Development de H2B2 durante el webinar organizado por AleaSoft.

En este sentido, agregó que la red de gas natural es una vía facilitadora para el desarrollo del hidrógeno. «El 5% de inyección de hidrógeno en los gasoductos es suficiente para su desarrollo», destacó la especialista.

Junto con su compañero Anselmo Andrade, Integrated Product Director de H2B2, expusieron las ventajas y desafíos del hidrógeno. 

Para los referentes de la compañía, las dos grandes claves para el despegue del hidrógeno son subvenciones y regulación. 

En este sentido, destacan cuatro desafíos principales para acelerar ese proceso: infraestructura para facilitar la distribución y crear demanda; alianzas estratégicas que permitan desarrollos de proyectos en conjunto, colaborativos, combinando conocimientos complementarios. 

Por otro lado, mencionan otros dos factores a tener en cuenta para la reducción de los costes de producción: fomentar el I+D para obtener mejoras de eficiencia de las plantas y hacer crecer los proyectos para alcanzar una molécula más competitiva. 

Precios objetivos del hidrógeno

Los precios objetivos pueden variar en función del mercado en el que se utilizará el hidrógeno. 

En el caso de las industrias, lo consumen como materia prima. Aquí deberá sustituirse hidrógeno de origen fósil por el renovable. Para ello será necesario llegar al precio de 4 €/Kg. 

En el transporte se reemplazarán combustibles como la gasolina y el diesel. Para los vehículos livianos deberá alcanzar el precio de entre 9 y 17 €/Kg pero para los pesados, barcos y la aviación aún quedan detalles por investigar para lograr su uso. 

«Hay que tener en cuenta que para el uso del hidrógeno en el transporte se debe tener en cuenta compresión, almacenamiento, transporte y la estación de servicio que suben el coste. Pero son precios que, a día de hoy, con subvenciones, se pueden llegar», sostuvo Anselmo Andrade. 

Para el mercado de la energía, su implementación tanto para gestionar la energía renovable como para su inyección en los gasoductos para sustituir al gas natural, deberá tener un precio de 3 o 4 €/Kg para ser competitivos en el país.  

Evolución del mercado del hidrógeno 

Africa Castro, se enfocó en repasar cómo fue evolucionando el interés por el hidrógeno en el planeta hasta llegar al gran interés que despierta hoy en los diferentes sectores. 

Según la ejecutiva, en tres años, quienes tenían un papel relevante en el desarrollo del hidrógeno solo eran las grandes potencias: Estados Unidos, algunos países de Europa, Japón y Corea. 

En el último año y medio el interés a nivel mundial ha crecido exponencialmente. Desde 2019 a 2022 se han multiplicado por diez los países que elaboraron una estrategia de desarrollo del hidrógeno. 

“España ingresó tarde pero a un ritmo acelerado”, señaló Castro. Asimismo, explicó que el país identificó a la tecnología como una gran oportunidad de desarrollo industrial y económico en 2020 y se posicionó claramente en prioridad de la producción con fuentes renovables. 

Tras el conflicto por el gas ruso, creció la conciencia europea de la necesidad de dejar de depender de terceros para la seguridad energética y surge el REPowerEU para acelerar la transición hacia la descarbonización, multiplicando por 4 el objetivo de producir 5 toneladas al año en 2030. 

Esta abrupta necesidad de abastecimiento, generó que países como Alemania no sean capaces de generar todo el hidrógeno que necesitan para autoabastecerse y comenzaron a negociar con otros con mayor capacidad como España, Australia o Chile, con mayor recurso solar. 

El Plan de Recuperación de España propuso una estrategia en un plazo de tres años para su estrategia de desarrollo tecnológico. En este marco, se lanzaron dos convocatorias: una a proyectos pioneros que destina un presupuesto de 150 millones de euros y luego, otra que propone cuatro programas de ayudas a la cadena de valor innovadora con 250 millones de euros. 

Asimismo, se espera que al terminar el verano se lancen las ayudas europeas: IPCEI (Proyectos Importantes de Interés Europeo) y otra destinada a clusters para el desarrollo de grupos empresariales.