Son tiempos de ahorro de gastos y de cuidar el planeta. La situación generada por la pandemia y la guerra energética ha suscitado la necesidad de cambiar hábitos, de solventar de forma diferente las necesidades diarias, y abordar respuestas a la evolución del cambio climático basadas en el cuidado de la naturaleza.
Este es el preámbulo que guía a la Cooperativa Red de Comunidades Energéticas S. Coop. que persigue el objetivo de actuar en el ámbito local, promoviendo nuevos modelos empresariales cooperativos en torno a la gestión y control comunitario de las energías renovables.
Esta entidad, actualmente, acompaña a 72 Comunidades Energéticas en etapa avanzada de tramitación y 31 en la fase previa de información, además de haber puesto en marcha varios proyectos en diferentes puntos del territorio español.
«Cuando se pone en marcha una, en todos los municipios de alrededor se contagia el interés y se busca replicarlo», destaca Rafael Larreina Valderrama, Presidente de la Cooperativa.
En diálogo con Energía Estratégica España, explica que para que haya más gente que apueste al autoconsumo colectivo será necesario que puedan ver que las instalaciones que hoy están en proceso de tramitación se hacen realidad y es posible llevarlas a cabo.
No obstante, observa: «El mayor inconveniente en España continúa siendo la conexión a la red general y existe una serie de dilataciones en el tiempo que hace que pase hasta un año hasta que se pueda empezar a usar la instalación».
Para el ejecutivo, el problema está en las distribuidoras y en la falta de cumplimiento del RDL aprobado el primero de agosto que determina un plazo máximo de conexión de dos meses.
En este sentido señala que para avanzar en el autoconsumo será necesario derribar esas barreras administrativas que retrasan la puesta en marcha.
«Si esto se cumpliera sería un avance importante», indica y comenta que las 72 comunidades energéticas que se encuentran en una etapa avanzada, en la primavera del año que viene podrían estar generando 5 MW de potencia, si se solucionaran todos estos problemas de administración.
¿Es suficiente el radio de 1Km para la conexión del autoconsumo colectivo?
Recientemente, el Gobierno español aprobó la expansión del radio de conexión de usuarios de comunidades energéticas de 500 metros a 1 kilómetro.
Sobre todo en los ámbitos rurales, la anterior distancia limitaba demasiado a pueblos que cuentan con largas distancias entre domicilios, como los ubicados de manera alargada, al borde de la carretera, por ejemplo, impidiendo la oportunidad a todos los vecinos de formar parte de una misma comunidad de autoconsumo.
«Avanzar para aumentar esa distancia es un tanto positivo pero creo que se quedó corto. El límite razonable podría ser de 2 km como en Portugal», opina Larreina Valderrama.
De esta manera, según añade, la nueva legislación habría podido dar respuesta a muchas necesidades, como en el caso del País Vasco y Navarra donde existen caseríos muy dispersos.
Tres aspectos fundamentales
Para Larreina Valderrama, son tres los motivos por los cuales se deben seguir fomentando las instalaciones de autoconsumo colectivo: «Rescatar la electricidad y ponerlas en manos de la gente, convirtiendo a los consumidores en actores activos; reducir considerablemente el importe de las facturas de la luz; cuidar al medioambiente y aportar a un nuevo modelo más limpio y renovable».
Asimismo, enaltece el rol que cumplen las comunidades de difundir y mejorar hábitos de consumo de energía eléctrica, compartiendo de una manera cercana y entre vecinos, información válida para crear conciencia.
Por otro lado, concluye que es una forma óptima de sumar MW renovables a la red a partir de pequeñas instalaciones, sin ocupar terrenos de cultivo o de otros usos.
0 comentarios