Desde que se eliminó el impuesto al sol, la fotovoltaica en España no ha parado de crecer. 

Solo en el 2021 se han instalado 3,5 GW y entre enero y octubre del 2022, 2,7 GW. En 4 años, esta tecnología sumó 13,39 GW de potencia instalada a lo largo y ancho del territorio. 

Asimismo, en el último informe anual presentado por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), se calcula que en los próximos diez años, se podrían desplegar 20.000 millones de euros de inversión pública y privada solo en energía fotovoltaica, convirtiéndose en el gran hub de Europa. 

Por su parte, el sector residencial también suma a la transición energética. Este año ya se han realizado más de 160.000 instalaciones de autoconsumo y muchos actores opinan que el cierre de este 2022 será mayor a los 2,5 GW. 

El furor del mercado es prometedor. No obstante, el Responsable de Estrategia y Desarrollo de Negocio de IOMI Renewable Energy, y especializado en fotovoltaica industrial, Daniel Salamanca, observa que este acelerado desarrollo puede provocar en el medio plazo, una severa caída de la demanda.

En diálogo con Energía Estratégica España, el ejecutivo comenta que en un plazo relativamente breve, el sector industrial estará prácticamente cubierto y con su instalación fotovoltaica en funcionamiento. 

Pero, aunque aún quedara parte del sector residencial, mantenimientos, correctivos o revamping, enfatiza: “La oferta será muy superior a la demanda, provocando que cientos de empresas cierren y con ellas, se perderán miles de puestos de trabajo”. 

Frente a este reto, manifiesta que la estrategia que deberán llevar adelante muchos empresarios tendrá que estar orientada en idear y desarrollar nuevas unidades de negocio.

El reciclaje… ¿Una oportunidad?

Uno de los principales retos de esta transición energética que retoma y subraya Daniel Salamanca, es la gran cantidad de residuos que las actuales y las futuras plantas generarán una vez obsoletas. 

Para evitar convertir la energía renovable en un sector altamente contaminante, el reciclaje de sus componentes aún tiene un largo camino por recorrer.

Daniel Salamanca aporta, como ejemplo, datos sobre el reciclaje de módulos fotovoltaicos donde los procesos utilizados actualmente logran recuperar hasta un 80% de su peso.

Sin embargo, en el proceso mecánico se pierden algunos materiales críticos tanto por su futura escasez como en términos de rentabilidad: por ejemplo, la plata. 

Este supone tan solo el 0,5% de la masa de un módulo, pero representa un 47% del valor económico.

“Es aquí donde hacen falta inversiones para conseguir procesos más eficientes, de bajo impacto ambiental y que resuelvan el gran reto de la transición que son los residuos”, concluye Salamanca.