El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, manifestó que su país podría exportar energía eléctrica al continente europeo de sus excedentes construyendo tan sólo una línea que recorra unos 270 km. La idea es que este proyecto pueda sumarse como parte de una solución a la crisis energética del continente.

En diálogo con Energía Estratégica España, el experto y asesor en mercados eléctricos, Miquel Gironès, recuerda que esta “ha sido una opción viable desde hace años, cuando se hablaba de la conexión de España con Argelia cerca del 2004, sobre todo por cuestiones de la contabilización del CO2”.

El especialista recuerda que otro punto importante es que Argelia es uno de los tres países que pueden exportar gas a Europa, sumando los gasoductos Rusia y Noruega. Sin embargo, advierte que desde el continente europeo no debería perder el foco de la apuesta por las renovables, invirtiendo en una conexión con un país extranjero para abastecerse de energía.

“No tiene que frenar ni la inversión, ni el desarrollo de las renovables. No solo por  la transición energética o por el cambio climático, sino porque no son la solución que necesitan los países europeos para garantizar la seguridad de suministro”, comenta Gironès.

Siguiendo esta idea, subraya que “la única salida” que tiene Europa es por medio de una producción de energía autóctona, que establezca una autonomía energética para los Gobiernos.

“Y se sabe que las renovables son la mejor manera para conseguir esa autonomía energética, aunque sean variables, es un suministro local, ese es el planteamiento que tiene que haber, apostar por la eficiencia energética”, indica el especialista.

Asimismo, si bien explica qué es un proyecto técnicamente viable, el experto resalta dos problemas que podrían impedir la realización de esta conexión de Argelia con Europa.

Por un lado, hace hincapié en la actualidad geopolítica de la región, advirtiendo que para construir el conducto de 270 km hay que descartar opciones como Marruecos, cuya frontera lleva cerrada más de 30 años.

Además, remarca que esta inversión debería venir desde el continente europeo: “Alemania y Francia están invirtiendo más por Marruecos, España no tiene relaciones con Argelia. Hay que ver quien quiere a hacerlo”.