De acuerdo a un análisis de Energía Estratégica España, en lo que va del 2023 se han presentado a tramitación ambiental siete instalaciones de almacenamiento, por 840 MW de potencia.
En diálogo con Energía Estratégica España, el Presidente de la Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético (AEPIBAL), Luis Marquina, analiza la situación actual para la permisología de esta tecnología.
En este sentido, hace mención de la incorporación del almacenamiento energético en los anexos I, II y III de la ley medioambiental, que tuvo lugar a mediados de este año.
“Con esta modificación, se requerirá que se haga una evaluación medioambiental simplificada a estos proyectos, que durará entre tres meses y un año. Es una solución que nos parece muy excesiva”, explica el directivo.
Asimismo, indica que esta regulación ya está implementada, pero que no aplica a las instalaciones de almacenamiento que estén dentro de una licitación vigente, sino a las que vengan posteriormente.
“En el caso de los proyectos que acuden a los PERTE, que tienen que estar conectados en junio del 2026, haberles metido en el desarrollo del proyecto el riesgo de estar unos meses más con la tramitación medioambiental simplificada complica las cosas, no ayuda”, resalta el ejecutivo.
Cabe recordar que, en julio de este año, el Gobierno nacional lanzó dos ayudas destinadas a emprendimientos innovadores de almacenamiento, con un presupuesto de 280 millones €, dentro del programa PERTE EHRA.
Asimismo, Marquina comenta que actualmente los proyectos de almacenamiento energético se están encontrando con una demora en la tramitación de entre uno y dos años.
“En España hay un colapso administrativo con toda la gestión de los trámites, de todas las tecnologías renovables. Y para proyectos nuevos de almacenamiento, al retraso ya acumulado habrá que sumarle el de hacer una evaluación medioambiental simplificada, resalta el Presidente de AEPIBAL.
Por otra parte, el directivo menciona otro factor que genera retrasos dentro del desarrollo de instalaciones de almacenamiento en España, que es la incertidumbre que sufren los promotores.
“Hoy no hay un modelo de negocio claro, por lo tanto, todavía no tenemos un plan de ingresos que pueda dar robustez a un activo y certidumbre a los inversores, conociendo el esquema de ingresos”, remarca el ejecutivo.
Siguiendo con esta idea, comenta que los promotores que avanzan con emprendimientos de esta tecnología lo hacen sin saber cuál será la generación de ingresos, con la cual terminarían de construir y financiarlos.
En este sentido, destaca la necesidad de desarrollar un mercado de capacidad, que será un aspecto clave en el crecimiento del almacenamiento, pero esperan que no tenga un avance hasta al menos en un año.
“Sin este mecanismo, será difícil que el almacenamiento arranque masivamente. Esto es un suelo de ingresos, ya que se trata de un pago firme por una capacidad que se aporta al sistema y se recompensa con un porcentaje de los ingresos”, explica Marquina.
Finalmente, poniendo el foco en cuando se podrían solventar algunas de estas barreras, señala que el clima político con las elecciones no ha ayudado, y que esperan un paréntesis de al menos seis meses luego de la conformación de un nuevo Gobierno.
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