De acuerdo a la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la energía solar termoeléctrica deberá llegar a los 4.800 MW de potencia instalada para el año 2030.

En diálogo con Energía Estratégica España, el Secretario General de PROTERMOSOLAR, Óscar Balseiro: “El 2024 va a ser clave para la aplicación termosolar en la industria”.

Cabe recordar que una de las empresas que está apostando por esta tecnología a nivel industrial es la cervecera Heineken, en conjunto con ENGIE España, en una planta en Sevilla con una potencia de 30 MW, una capacidad de almacenamiento de 68 MWh.

Asimismo, el Secretario General de la asociación hace mención a las necesidades regulatorias de esta tecnología, y que deberán desarrollarse durante el año entrante.

¿Qué expectativas tienen para el 2024? ¿Puede ser un año importante para esta tecnología?

Este 2024 se presenta como un año prometedor para el sector renovable y, en concreto, para la termosolar. Están previstos diferentes hitos que marcarán el panorama de las renovables como la revisión definitiva del PNIEC, el PERTE de Descarbonización Industrial o la posible celebración de una nueva subasta renovable, entre otros. 

Esperamos que en 2024 seamos capaces de encontrar, por fin, un marco regulatorio que permita consolidar la termosolar como tecnología relevante en la descarbonización del sector eléctrico y de la industria, y podamos recuperar así la posición de liderazgo a nivel mundial que España ha ocupado por muchos años.

Además, 2024 va a ser clave para la aplicación termosolar en la industria, ya que es una alternativa renovable al consumo de combustibles fósiles en los procesos de generación de calor de media y alta temperatura. 

Consideramos que a lo largo del año seguiremos viendo grandes proyectos en diferentes industrias en nuestro país.

Desde Protermosolar, continuaremos trabajando en situar a la energía termosolar como un agente clave en el mix energético y como una opción que permite descarbonizar los procesos industriales.  

Tenemos ante nosotros el reto de transmitir el papel estratégico de la termosolar en el mix energético y su aportación a la descarbonización del sector. 

Debemos poner en valor su versatilidad y flexibilidad para que podamos definir un esquema regulatorio que reconozca sus atributos que pueden influir positivamente a nuestro sistema eléctrico. 

¿Cuáles son los principales aspectos que esperan para este nuevo año?

El objetivo de Protermosolar para 2024 es contar con un marco regulatorio estable y que reconozca la aportación real que realizan las tecnologías renovables al sistema eléctrico. 

Es muy importante diseñar esquemas de subasta que vayan dirigidos a cubrir las necesidades tanto presentes como futuras; necesitamos planificación y visión estratégica por parte de todos los agentes. 

En el ámbito más operativo, necesitamos que se actualice la regulación para que a la tecnología termosolar no se la obligue a ser de las primeras en asumir limitaciones en su producción por restricciones en el sistema, puesto que estamos favoreciendo que otras tecnologías no renovables viertan su energía antes que la tecnología renovable termosolar. 

Además, sería bueno que empezáramos a trabajar en una planificación a medio plazo que permita minimizar los vertidos de energía y maximizar la integración de las tecnologías renovables en la red. 

En este sentido, la tecnología solar termoeléctrica puede contribuir de manera efectiva en el proceso de integración de nuevos proyectos de energía renovables gracias a su tecnología de conexión síncrona y por su puesto en su capacidad de aportar firmeza, gracias a su almacenamiento térmico, incluso durante las horas nocturnas.

¿La subasta de renovables será un punto importante durante el 2024 para la tecnología?

Por supuesto. El sector está expectante ante la posible celebración de las subastas renovables que pueden ser una oportunidad para fomentar el desarrollo de la termosolar y seguir manteniendo la posición de liderazgo internacional. 

El hecho de que en la reciente regulación aprobada por MITERD (RDL 8/2023 de 27 de diciembre de 2023) se incorpore la posibilidad de incluir criterios de adjudicación no económicos (con una ponderación máxima del 30%) como la contribución a la resiliencia, sostenibilidad medioambiental, innovación, impacto socioeconómico del proyecto o a otros aspectos que mejoren la integración de las fuentes de energía renovables en el sistema eléctrico, indica que se están dando pasos adecuados hacia esa planificación y visión estratégica que mencionábamos con anterioridad.

Los proyectos termosolares cumplen gran parte de estos requisitos. Destacaría el importante impacto socioeconómico que tienen nuestros proyectos en la denominada España “vaciada”, así como nuestra aportación en firmeza, flexibilidad y seguridad al sistema eléctrico, que contribuye a una mejor integración de las renovables

Lo que también es importante es que, en esta nueva convocatoria, que esperemos que llegue en 2024, se solucione la problemática relacionada con la escasez de puntos de conexión en la red y los retrasos en la obtención de los puntos de conexión, que conlleva el riesgo de perder el aval bancario presentado en la subasta por parte de las empresas.

Si se soluciona esta situación, estoy seguro de que, al igual que en la anterior subasta, el nivel de participación superará los volúmenes mínimos de participación.

¿Qué balance hace del 2023 para la energía termosolar?

El 2023 ha sido muy relevante para las diferentes tecnologías renovables. Me gustaría destacar distintos hitos importantes para el sector. Por un lado, en la COP28 celebrada a finales de año se ha alcanzado un pacto por el cual se reducirá el uso de combustibles fósiles de forma progresiva hasta su reducción total en 2050. 

En la Unión Europea, el acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo para adaptar la directiva europea de energías renovables a los objetivos Fit for 55 y el plan REPowerEU, por el cual los países integrantes se comprometen a alcanzar un 42,5% de penetración de energías renovables. 

Por otro lado, en el plano nacional, la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), por el cual se ha elevado el objetivo de penetración de renovables para 2030 hasta el 48% sobre el consumo final de energía y una producción renovable del 81% del total de la energía eléctrica generada en nuestro país.

El sector está viviendo un periodo muy dinámico con grandes inversiones y proyectos estratégicos, pero, a su vez, se han planteado importantes desequilibrios en el precio de la generación eléctrica que, en algunos periodos, ha pasado de los cero euros durante el día a 120 €/MWh durante las horas nocturnas. 

Para poder evitar esta situación es importante apostar por tecnologías como la termosolar, que dotan de firmeza, flexibilidad y seguridad al sistema eléctrico al poder aportar energía durante las horas nocturnas y equilibrar así el precio de la electricidad. 

Ante un escenario como este, en 2023 se ha demostrado que la termosolar tiene un papel  relevante  ya que es una tecnología de alto valor estratégico al permitir, gracias a su almacenamiento, generar energía durante todas las horas del día de manera constante, lo que permite descarbonizar la noche. 

Sin embargo, consideramos que actualmente no se valora suficientemente la aportación de nuestra tecnología y creemos firmemente que apostar por la temosolar es una decisión necesaria y estratégica para España que nos permitiría aprovechar 2 de los mayores recursos de los que disponemos: liderazgo tecnológico y recurso solar.

Además, en 2023 también hemos demostrado que la termosolar juega un papel importante en la descarbonización de la industria, pudiendo aplicarse a diferentes procesos productivos. 

Me gustaría remarcar que actualmente el sector industrial cuenta ya con más de 20 proyectos termosolares, entre los que destaca la inauguración de la planta termosolar de la cervecera Heineken España, Engie y Azteq, que se ha convertido en el proyecto de energía termosolar de uso industrial más grande de Europa. 

Como aspecto negativo de 2023 destacaría las restricciones técnicas en la red de transporte que están sufriendo las plantas termosolares y que implican limitaciones a la potencia y por tanto reducciones de producción a la tecnología termosolar. 

La actual legislación obliga a la tecnología renovable termosolar a ser de las primeras tecnologías en asumir estas restricciones técnicas causadas por la masiva implantación de nuevas renovables. 

Sin ir más lejos, de enero a noviembre de 2023 nuestras plantas han sufrido restricciones de alrededor del 4% de media, con casos particulares que superan el 15% de su producción, cosa que resulta contradictorio si por otro lado estamos fomentando la implementación de tecnologías renovables.