Juan Virgilio Márquez, CEO de la Asociación Empresarial Eólica, enfatiza, en entrevista con Energía Estratégica España, que el permitting, la oposición social y la electrificación de la demanda son las prioridades de la eólica en este 2024. 

Como balance del 2023, toma protagonismo la industria, los acuerdos y las ayudas para lograr autonomía en Europa y garantizar la competitividad frente a otros países que han tomado fuerza como China e India. 

Asimismo, el ejecutivo reafirma la necesidad de hacer efectiva la primera subasta de eólica marina que de origen al mercado español para cumplir con los objetivos de la Hoja de Ruta que pretenden 3 GW de potencia ya instalada. 

¿Cómo ha sido el 2023 para el sector eólico?

El sector eólico ha sido muy importante para España en este 2023 por varias razones, la primera porque ya hemos llegado a unos 40.000 empleos.

La segunda, porque se ha consolidado como la primera fuente de generación en península desde un punto de vista estructural del mix. 

El año pasado terminamos como primera tecnología en península y segunda en nacional pero ya estamos en primera tecnología en 2023 y eso va a ser así hasta 2030 sin ningún problema.

El 2023 también ha sido un año muy importante para la industria, en España tenemos el 100% de la cadena de valor y somos el quinto país a nivel mundial en el ranking de exportadores eólicos.

Esto ha cambiado bastante con la salida de China e India al mundo. Mientras en 2022 estaba conformado por Alemania, Dinamarca, Holanda y España, hoy ha quedado China, Alemania, Dinamarca e India. 

Hemos tenido un gran impacto en la industria eólica. De esta manera, en 2023 ha sido el año de la industria porque se ha aprobado el 24 de octubre el Wind Power Action Plan que es el acuerdo que la Comisión Europea y el 19 de diciembre se ha firmado el European Wind Charter que es un acuerdo entre los países y la industria para cuidar de nuestra cadena de valor europea.

Con el objetivo de equilibrar la balanza a nivel internacional entre la industria china y los mecanismos de relación industrial americanos (el IRA).

Para garantizar que la cadena de valor eólica europea cuente con una serie de apoyos financieros y de defensa de las condiciones de libre mercado que no perjudiquen a la eólica.

Es la antesala de la Ley de Industria NetZero para que Europa tenga una autonomía industrial en todo lo que es el ámbito de las tecnologías.

Hasta que eso sea una ley, necesitamos un acuerdo táctico entre los países y la industria para acelerar una serie de medidas que luego seguramente estén plasmadas en la ley pero que llevará mucho más trabajo.

¿Cuál fue el principal reto en este año?

2023 también ha sido el año del Permitting porque claramente todos los actores públicos y privados nos hemos puesto como una de las prioridades dentro de las 15 medidas del Wind Power Action Plan cuáles son los ritmos lineales, digitalizar y coordinar criterios únicos. 

A día de hoy, hay un porfolio de proyectos en España con aprobaciones ambientales muy grande, más de 20 GW, entre los 27 GW que están pendientes de aprobación ambiental. 

Lo que significa que si no aceleramos el Permitting para la eólica no vamos a cumplir los objetivos en España.

Las cifras finales de 2023 las tendremos en febrero o en enero pero ya sabemos que no ha llegado a cumplir los objetivos del PNIEC, que para llegar a los 50,3 GW, necesitamos incorporar entre 2,5 y 3 GW al año y, a día de hoy, no vamos a llegar al GW en 2023.

La eólica necesita ese apoyo desde ya porque va a una velocidad de tramitación muy inferior a la fotovoltaica son proyectos más complejos de tramitar porque tienen una serie de particularidades y de condicionantes que hay que estudiar con más detalle pero necesitamos dimensionar bien los recursos, los sistemas, los procesos para que la eólica vaya a la misma velocidad que las otras tecnologías. 

Lo que estaba pasando en Galicia es una de las problemáticas que más nos quita el sueño en España y es la judicialización de los parques, con criterios diferentes entre una comunidad y otra y sin ningún tipo de explicación que el sector entendiese.

¿Por qué ocurre esto? 

Hay que pensar ¿qué ocurría en España hace dos años? Pues que en España hace dos años estamos tramitando el orden de 200 MW al trimestre 2020-2021.

Hasta que no llegó el último trimestre de 2021 estábamos en torno de 280, 200, 230 MW de tramitación al trimestre, es decir: no llegábamos ni al GW al año.

En España en estos dos últimos años se armó una tormenta perfecta con retrasos enormes en los componentes, subida del coste de materias primas, algunos proyectos que ya estaban firmados antes de la crisis del COVID y luego tuvieron que revisarse porque se habían firmado a precio fijo y a plazo fijo y no se podían cumplir ninguna de las dos condiciones entre el promotor y el fabricante.

Todo eso ha generado un escenario de velocidad lineal, hasta que no llegó el último trimestre del 2021 en el que ya se empezó a tramitar 1 GW por trimestre en los tres primeros trimestres del 2022, en el último trimestre se tramitaron 4 GW y en el primer mes de 2023 se tramitaron 7 GW. 

Todavía vamos a un ritmo muy inferior a lo que necesitamos llegar a 2030 con 63 GW, si se tiene en cuenta la repotenciación de los objetivos del nuevo PNIEC que se encuentra a la espera del visto bueno de Bruselas. 

Entonces tenemos que incorporar en 6 años 30 GW, estamos hablando de más de 5 GW año, lo que es muy complicado pero tenemos que trabajar con mucha ambición, con mucha velocidad. 

Lo primero que hay que solucionar es el permitting que tiene que ser muchísimo más rápido para cumplir los plazos que están en la normatividad europea.

Lo segundo que tenemos que cumplir es que haya una capacidad, una cadena de suministro con capacidad inicial para poder suministrar lo vigente.

¿Qué ocurrirá con los vertidos con la nueva potencia renovable que se instalará en los próximos años y la rentabilidad de los proyectos? 

Hoy estamos en un nivel de vertidos que es el programado. Los curtailments son cada vez mayores, por las restricciones técnicas, por sobre todo en algunos puntos por congestión de la red. 

Pero no es eso el principal problema que nos preocupa, sino es que la demanda eléctrica no está ni de lejos cerca de la proyección de demanda eléctrica que el plan nacional estimaba para este año.

Es que venimos de la pandemia, luego ha habido la crisis energética, la subida de precios, eso ha tenido un efecto en la demanda y por tanto ya estamos en un escenario de recuperación.

Entonces, esa demanda se tiene que recuperar pero se tiene que recuperar a una velocidad enorme.

Todos estos MW, tanto eólicos como fotovoltaicos, pero principalmente fotovoltaicos, que son los que generan todo a la misma hora del día y a la vez en toda España.

Toda esta potencia a instalar en los próximos dos años no va a tener una demanda suficiente para que todas las energías se puedan colocar en el mercado.

Debemos aumentar la demanda de forma drástica o dilatar o distribuir en el tiempo la conexión a la instalación de estos parques porque vamos a tener un problema de sobre instalación de renovables.

Tenemos que intentar ordenar desde lo público y desde lo privado, ¿qué es lo que estamos pidiendo en el sector? Primero, que el gran contingente de proyectos que en enero de 2025 tienen que obtener la autorización de construcción, se pueda extender en el tiempo sin perder sus avales, ya que con la normativa actual deberían estar instalados en junio de 2025.

Hay como unos 11,5 GW en esta situación, con lo cual necesitamos más tiempo para poder instalar porque este efecto de acumulación de instalaciones en poco tiempo genera también un efecto de inflación en la acumulación de una demanda de consumibles, de equipos, de componentes, haciendo que los precios suban.

No es bueno para nada, por lo que la distribución de toda esa potencia pedimos que se amplíe en el plazo de entre 1 o 2 años para que la demanda se recupere y para que esos proyectos se puedan instalar en el 26 o el 27. 

Incluso para dar tiempo a que la demanda se recupere porque si no, tendremos pérdidas que sean estructurales en algunos nudos por más del 50%.

Eso hace que esta instalación va a estar ociosa un 50% del tiempo con una pérdida de rentabilidad desde el primer momento y eso es algo que si queremos avanzar hacia el PNIEC, no tenemos que permitir. 

¿Qué esperar de la eólica marina en este 2024?

Estamos habituados a que la última semana de diciembre es una semana muy activa a nivel regulatorio, por lo cual seguimos confiando en que el Gobierno presente en consulta pública el paquete regulatorio de la eólica marina.

Será esencial para dar tiempo un tiempo razonable para poder hacer las alegaciones, ya que estamos hablando de un gran paquete regulatorio que puede generar un mercado muy interesante e importantísimo.

Este proceso requerirá reales decretos, orden ministeriales, llevará su tiempo aprobarlo, no solo consultarlo públicamente, sino aprobarlo.

Luego, lo más importante es que en 2024 tengamos la primera convocatoria de la subasta.

Tenemos nuestras ideas que ya se han trasladado al ministerio en repetidas ocasiones, es un tema muy maduro, ya se ha analizado mucho y el ministerio tendrá su idea de cómo sacarlo.

Lo más razonable es empezar en Canarias, pero eso no significa que se lance una subasta en Canarias y nos queremos dos años más sin saber dónde está la siguiente.

Será clave que en el paquete normativo se especifique un calendario de subastas para llegar a tener hasta 3 GW en 2030, aún tenemos posibilidades. 

Si no aceleramos lo que tenemos que acelerar y no ponemos en suma la mesa la regulación ya y convocamos la subasta el año que viene, en 2030 no habrá eólica marina.

¿Cuáles son los retos a resolver en 2024 como prioridad? 

Es importantísimo que tiene que ver con la aceptación social y es que estamos viendo que efectivamente hay un nuevo ecosistema de organizaciones asociaciones o entidades que están oponiéndose a la renovabilidad en España. 

El apoyo social es mayoritario si uno hace una encuesta de índole nacional incluso particularizada en cada una de las comunidades autónomas, el apoyo a la eólica es tremendamente grande.

Es decir: por encima del 80% y por encima del 70% en aquellas comunidades donde parece que mediáticamente hay más oposición social. 

Tenemos que trabajar mucho más proactivamente, mucho más anticipadamente, creando conjuntamente con estos nuevos actores que se oponen, cuál es la mejor forma de que los parques eólicos ocupen los territorios pero también siendo rigurosos.

Nosotros sabemos y tenemos muy claro que los estudios de impacto ambiental de parques eólicos son uno de los más exhaustivos que se pueden realizar en España para una instalación industrial.

Son estudios que llevan dos años de realizarlos y que sabemos que cuando dice que se puede instalar un parque eólico es que efectivamente se puede instalar un parque eólico técnica, ambiental, económica y socialmente hablando.

Entonces, entendemos que hay que ser muy abiertos, hay que ser muy sensibles pero hay que ser rigurosos y objetivos y lo que tenemos que intentar es evitar manipulación política de las renovables o la oposición social que no tenga detrás ningún tipo de cifra o de dato riguroso 

Hay que intentar desactivar ese tipo de actuaciones porque realmente lo único que hacen es destruir y no proporcionar soluciones y esta es una época de soluciones claras a nivel de competitividad, de lucha contra el cambio climático, de creación de valor del territorio.

Por tanto, yo creo que el principal reto es la gestión de la oposición social, la ordenación del despliegue renovable a la par que se desarrolla la demanda, acelerar el permitting, políticas industriales necesarias para activar el wind charter y el wind power action.

Hay que trabajar en la industria, en la carga de valor que nosotros estemos velando por sacar el valor industrial.

Tenemos que tener los principios claros y ser coherentes. Si queremos velar por nuestra autonomía industrial, tenemos que priorizar las inversiones y que la industria china pueda ingresar donde quiera pero sin ayudas europeas.

¿Cuáles son las expectativas respecto a la repotenciación de parques eólicos?

Tenemos ya un contingente de parques de 25 años, ya hay más de 1 GW que tienen 25 años de antigüedad y 6 GW que tienen más de 20 años de antigüedad. En total son 6 mil MW que en los próximos dos años se tendrán que repotenciar sí o sí.

Hay que facilitar la adaptación de los parques eólicos, tienen que adaptarse mucho más rápido y hay que aplicar los conceptos como se establece en Europa: que sean bienes de interés público prioritario.

Que la evaluación de impacto ambiental no sea desde cero sino que sea una evaluación de impacto ambiental adicional, porque hay aspectos que ya se han analizado y ya se han mitigado. Eso agilizaría muchísimo los cambios.

Nosotros creemos que el año de la repotenciación masiva sería el año 2025 a partir de 2025 se empezará a repotenciar masivamente pero ya el gobierno ha activado una serie de mecanismos y convocatorias de ayudas para que 750 MW se repotencien antes de 2026.

Con la condición de que garantice un reciclaje total para que el inmueble se desmantele y con la condición de que se desarrolle una serie de industrias del reciclaje para que en 2025 ninguna pala eólica vaya a vertedero para esperar.

El año 2024 es el año del lanzamiento de esta capa industrial de reciclaje y quizá el comienzo de la realización de la tramitación administrativa para la repotenciación que se hará a partir del año 2025.