EDPR es el cuarto productor mundial de energía renovable. Y tiene un ambicioso plan de inversión, en línea con el desarrollo de su actividad (energía renovable), con el que contribuye a la descarbonización de la economía y a un crecimiento sostenible.

En una entrevista exclusiva con Energía Estratégica de España, Rocío Sicre, directora general de EDPR España, brinda precisiones sobre el plan en materia de renovables que pretende desplegar la compañía.

¿Qué objetivos de inversión en renovables se está proponiendo EDPR?

EDPR juega un papel activo en la transición energética, persiguiendo un ambicioso objetivo de desplegar alrededor de unos 20 GW de nuevas adiciones de renovables entre 2021 y 2025, con una inversión de 19 mil millones de euros.

¿Qué crecimiento supone este plan?

Estamos ante un plan de crecimiento muy ambicioso por parte de la compañía, con el compromiso de continuar impulsando proyectos de renovables, pero también proyectos innovadores y nuevas tecnologías.

¿Cuáles son las tecnologías que menciona?

Dentro de nuestro desarrollo, contemplamos principalmente proyectos eólicos y solar fotovoltaica, proyectos híbridos, repotenciaciones y sobre potenciaciones, así como almacenamiento y proyectos de hidrógeno verde.

¿Podría ampliar con números?

En el primer semestre de 2022, EDPR aumentó su capacidad instalada a 13,8 GW (+1,2 GW interanual), con Europa y Norteamérica representando el 40% y el 51% de la cartera, respectivamente. Además, la empresa entró en APAC a través de la adquisición de Sunseap y la integración de sus activos, los cuales ahora representan el 3% de la cartera de EDPR.

Cabe destacar que EDPR también ha alcanzado un récord de capacidad en construcción de 3,2 GW a junio de 2022 (con 1,8 GW de eólica y 1,3 GW de solar), gracias a la nueva capacidad que se añadirá en 2022 y 2023.

La transición energética es una enorme oportunidad para el desarrollo de renovables y nuevas tecnologías. En EDPR contamos con los recursos, los conocimientos tecnológicos, la experiencia, así como con las colaboraciones en todas las plataformas en las que estamos presentes para llevar a cabo con éxito nuestro plan de crecimiento.

¿Cómo evalúa el Plan RePowerEU?

El Plan RePowerEU, presentado en marzo por la Comisión Europea, se ha formulado con el objetivo de reducir la dependencia del gas ruso, apoyándose y acelerando la transición energética.

Todo ello, en un contexto geopolítico muy complicado, en el que se han disparado los precios de las materias primas por el Conflicto en Ucrania y en el que tenemos aún muy presentes las consecuencias de una pandemia sin precedentes que originó grandes tensiones en las cadenas de suministro.

Desde nuestro punto de vista, REpowerEU representa una apuesta y una oportunidad real para acelerar la transición energética y alcanzar una energía más segura, sostenible, y, gracias a la competitividad de las fuentes renovables, también más asequible.

¿Qué desafíos observa?

Más allá de este plan y de las positivas medidas gubernamentales, para acelerar los procesos de tramitación y poder cumplir con los objetivos y exigencias de la UE es necesario abordar el desarrollo de marcos legislativos que tengan un especial impacto a nivel local, dado que es en estos niveles donde se da la mayor parte de la tramitación. De otra manera, las medidas tomadas no serán eficaces.

En EDPR trabajamos para garantizar la estabilidad de los precios, incluso en momentos de incertidumbre.

¿Qué otros retos agregaría?  

La Península Ibérica es actualmente uno de los mercados de energía renovable más activos de Europa. Las renovables son hoy las fuentes de generación más competitivas, por lo que su despliegue va a contribuir a reducir los precios que tanto nos preocupan en el corto plazo, así como a impulsar la independencia energética, además de aportar riqueza y oportunidades en las zonas de mayor despoblación.

Sin embargo, para poder seguir avanzando, el contexto actual exige que tomemos medidas decisivas.

¿Por ejemplo?

Urge aumentar la generación a partir de fuentes renovables y por tanto acelerar su tramitación, que está siendo el principal cuello de botella en toda Europa.

Para ello, son necesarias medidas gubernamentales de apoyo que tengan impacto a nivel local, donde se da la mayor parte de la tramitación, además de acelerar y aumentar el acceso a más interconexión, que permitirá alcanzar las metas establecidas.

Para acelerar la transición energética se debe facilitar el desarrollo de renovables siempre que se realice de forma eficiente y respetando el medio ambiente.

¿Cómo se debieran sortear esas barreras?

En España se están tomando medidas para apostar por las renovables y agilizar el desarrollo de proyectos. No obstante, sigue siendo necesario avanzar en las regulaciones para alcanzar los objetivos marcados y lograr una energía asequible, segura y sostenible.

¿Se refiere a normativas?

Entre algunas medidas, se deben simplificar y racionalizar los procedimientos administrativos para la autorización de las instalaciones, además de prever mecanismos más ágiles y simplificados que se apliquen a la tramitación repotenciaciones, hibridaciones y otros proyectos que presenten sinergias y beneficios claros.

Es también necesario impulsar las tecnologías más incipientes para poder integrar grandes cantidades de energía renovable en el sistema y descarbonizar otros sectores.

Se debe además acelerar y aumentar el acceso a más interconexión, pues sin ello no será posible alcanzar las metas y lograr un sistema energético limpio, seguro y eficiente.

Así mismo, se deben evitar intervenciones en los mercados y los múltiples cambios regulatorios que generan desconfianza y desincentivan y encarecen las inversiones. A la hora de pensar y aprobar regulaciones, se debe tener la vista siempre puesta en la hoja de ruta que han marcados los objetivos del PNIEC.

EDPR, a pesar del contexto, sigue cumpliendo con su plan estratégico, con la expansión a nuevos mercados y reforzando su liderazgo en energías renovables con la convicción de que la transición energética exige un esfuerzo colectivo. Hay que recordar que cada MWh producido a partir del agua, el sol o el viento reduce la dependencia del sistema eléctrico de recursos como gas o carbón.

¿Están apostando por la eólica marina?

EDPR, a través de OW, la 50/50 Joint Venture de EDPR/Engie, sigue creciendo en el segmento de la energía eólica marina. En la Península Ibérica contamos con WindFloat Atlantic, un proyecto pionero de energía eólica offshore flotante ubicado en la costa de Viana do Castelo en Portugal, con una capacidad instalada de 25 MW.

El segmento offshore tiene un alto potencial de crecimiento por sus ventajas económicas y medioambientales. Dicho esto, creemos que actualmente se está dando un claro impulso a esta tecnología, que debería ir acompañado de una clara estabilidad normativa. En EDPR estamos siempre abiertos a estudiar oportunidades en diferentes mercados, siendo España uno de ellos.

EDPR, a través de Ocean Winds, ha desarrollado asociaciones con el objetivo de construir nuevos parques eólicos marinos flotantes en países como España (donde tiene proyectos en Asturias y Canarias), Francia, Estados Unidos y Escocia, así como en otros mercados donde este tipo de tecnología es interesante.

¿Y respecto a hidrógeno verde?

El grupo EDP tiene la intención de desplegar 1,5 GW de capacidad de producción de hidrógeno verde de aquí a 2030.

En este sentido, en 2021 creamos la Unidad de Negocio H2 (H2BU) con el objetivo de explotar el potencial del hidrógeno verde y reforzar su integración en nuestra cartera. Desde entonces, hemos emprendido varias iniciativas para adquirir conocimientos y probar el potencial de esta solución energética limpia.

Además, recientemente hemos cerrado un acuerdo con Lhyfe, compañía francesa dedicada a la producción de hidrógeno renovable, para identificar, desarrollar, construir y gestionar conjuntamente proyectos en esta área de negocio.

Sin duda, el hidrogeno verde será clave para alcanzar la descarbonización de la economía, sobre todo, en aquellos sectores que son difíciles de electrificar. Por lo tanto, si queremos alcanzar el objetivo de cero emisiones para 2050 de la UE es necesario potenciar la colaboración público-privada para acelerar su producción y uso.