«La sangría no para», propuso como tituló Kiko Maza, fundador de WeMake consultores y experto en energías renovables, en su posteo en LinkedIn acerca de los balances del 3Q del año de empresas como Vestas, Nordex, Siemens Gamesa y GE Energy.
En diálogo con Energía Estratégica España, Maza comenta que la situación actual del mercado eólico lleva varios trimestres, y que esa continuidad en el tiempo es el principal problema.
Por el lado de los motivos, explica que se trata de “la tormenta perfecta” en contra de las OEMs eólicas, con mucha presión de precios, demasiada competencia y lucha de entrada en nuevos mercados. “Los fabricantes no pueden soportar estas pérdidas por mucho tiempo más”, agrega el directivo.
“También estamos en una coyuntura económica donde los costes se han disparado, durante el gap de un año que hay entre el cierre de un contrato y la fabricación del producto, el coste sube tanto que sobrepasa lo que vas a cobrar por ella”, destaca el ejecutivo.
Sin embargo, Maza remarca que se siente optimista porque esta situación cambie, principalmente porque la posición insostenible en la que están la mayoría de empresas.
“No tiene sentido que haya compañías con pérdidas del orden de los €500 y €1.000 millones al año. Sobre todo pensando que es una industria necesaria para descarbonizar la economía y que los países los necesitan para cumplir sus objetivos”, enfatiza el directivo
Así también, el ejecutivo hace hincapié en dos cuestiones que podrían cambiar esta tendencia de pérdidas para las empresas. El primero es que los fabricantes tengan una política comercial donde cuiden ellos mismos su rentabilidad.
Y como segundo factor, subraya la necesidad de que el precio general de la eólica suba. Ya que, de seguir firmando contratos por valores de €25 el MWh, el dinero para invertir en toda la cadena de suministro es muy poco.
“Mientras qué, si por ejemplo en las subastas se valora a la tecnología en cifras de €45 MWh, habrá mucho más presupuesto para insertar en la cadena”, señala Maza.
Cambios en el mercado
Por otra parte, el directivo considera que si bien en un principio esta situación solo podría beneficiar a los grandes conglomerados que puedan hacer frente a los números en rojo, indica que a esta altura no quieren seguir soportando tantas pérdidas.
Aunque, también comenta que esta coyuntura puede abrir las puertas del mercado occidental a los fabricantes chinos de componentes eólicos, que hasta ahora no habían podido entrar.
“Creo que es una de las consecuencias que este proceso puede generar. En el próximo año, año y medio, veremos proyectos que no se solían ver con máquina china, pero poco a poco irán incorporándolos”, concluye Maza.
O la Unión Europea reacciona rápido y los clientes de energías renovables también, o al final el Partido Comunista Chino y su máquina de fabricar dinero, se hará con toda Europa.
O lo entendemos rápido … o lo sufriremos en nuestras propias carnes y nuestros hijos serán esclavos de su maquinaria económica/política/cultural.