Actualmente, España atraviesa una situación particular en cuanto a los precios de la energía eléctrica, ya que en los últimos 11 días, el pool ha registrado precios por debajo de los 10€/MWh, con varias horas a 0€/MWh. 

Esta tendencia se ha visto impulsada principalmente por una combinación de factores, siendo uno de los más significativos el aumento en la generación de energía eólica.

La presencia de frentes atlánticos ha provocado fuertes rachas de viento, lo que ha incrementado la producción de energía eólica y ha llevado a un mayor abastecimiento de electricidad de fuentes renovables en el ‘mix’ energético, que cubrieron casi el 60% en febrero. 

Según los datos aportados por la agencia AleaSoft Energy Forecasting, en la semana del 26 de febrero, los precios de los mercados eléctricos europeos fueron superiores a los de la semana anterior, a excepción del ibérico, donde los precios cayeron y fueron los más bajos, algo que ha estado sucediendo desde el 18 de febrero. 

La producción eólica ibérica semanal fue la más alta desde octubre lo que llevó a alcanzar el menor precio promedio semanal de la historia en España. 

Este escenario ha generado una serie de reflexiones sobre la sostenibilidad y la viabilidad económica de las inversiones en el sector energético. 

A corto plazo, los precios bajos pueden afectar la rentabilidad de las inversiones, especialmente para aquellas centradas en la generación convencional de energía. 

Sin embargo, expertos como Oriol Saltó i Bauzà, Analista de datos, previsiones de mercados de energía en AleaSoft y Socio Adjunto en AleaGreen, destacan la importancia de adoptar una perspectiva a largo plazo.

“Episodios como los que hemos vivido de extrema canibalización podrían darse durante la primavera, ya que es la época del año con menor demanda y normalmente la producción eólica es alta y la fotovoltaica ya empieza a crecer de cara al verano”, describe el analista en diálogo con Energía Estratégica España. 

No obstante, señala que en el contexto de la transición energética y la descarbonización, el crecimiento acelerado de las energías renovables, especialmente la fotovoltaica, es fundamental. 

De esta manera, brinda tranquilidad, explicando que, en verano, cuando hay más producción fotovoltaica, “estos episodios no se dan, más allá de horas puntuales con precios bajos, porque la demanda es mucho mayor y, aunque haya mucha fotovoltaica, la eólica es mucho menor”.

Asimismo, Saltó i Bauzà indica que en los próximos años, mientras la demanda no empiece a crecer como se espera, “estos episodios se podrían repetir sobre todo en primavera”. 

Necesidad de demanda

Aunque la demanda de electricidad ha retrocedido en parte debido a los altos precios energéticos de los últimos años, se espera que aumente con la descarbonización de sectores clave como la industria, el transporte y la calefacción.

“Nuestros modelos no muestran una situación recurrente de precios bajos, sino episodios aislados, que no tendrán impacto en la rentabilidad de las inversiones en el largo plazo”, asegura el referente de AleaSoft.

Pero la estabilidad a largo plazo en el mercado energético requiere una regulación que no solo fomente la producción renovable, sino también el consumo sostenible. 

Es por ello que el referente sostiene que es necesario adaptar los cargos y peajes para incentivar el consumo en momentos de mayor producción renovable y avanzar en la descarbonización más allá del sector eléctrico.

La perspectiva de Oriol Saltó i Bauzà y otros expertos es que, a medida que la demanda crezca y se estabilice, estos desafíos serán superados en el camino hacia un sistema energético más sostenible y resiliente.