Daniel Fernández Alonso, Director de Estrategia, Asuntos Públicos & Chief Regulatory Officer de Engie España, participó de la primera Cumbre de las Energías Renovables organizada por Energía Estratégica España.

Durante el evento, el ejecutivo comentó sobre los objetivos de la compañía en el mercado español que incluyen duplicar la potencia eólica y fotovoltaica instalada en el país. 

En 2018, Engie contaba con solo 85 MW hidráulicos operativos en España. Luego de la adquisición del portfolio de Eolia, superó los 1700 MW, en su mayoría eólicos y cerca de 150 MW fotovoltaicos.

“En España se dan una serie de condiciones excelentes, tanto de apuestas de estrategias políticas, como disponibilidad de recursos y características del mercado muy atractivas”, enfatizó Fernández y adelantó que su crecimiento vendrá de la mano tanto de desarrollos orgánicos propios, como explorando opciones inorgánicas, a través de otros portfolios. 

En este sentido, el panelista reconoció en la subasta renovable una oportunidad para dosificar los riesgos de ingresos. Además, advirtió que es útil ya que da acceso al mercado y diversifica a los productores. 

No obstante, encuentra este mecanismo muy riesgoso ya que, según explicó: “Obliga a los desarrolladores a tener los parques en marcha, prácticamente. Para conseguir el éxito, deberían estar bien diseñadas, teniendo en cuenta los retrasos administrativos”. 

Al mismo tiempo, remarcó que dados los cuellos de botella inevitables que surgieron en los últimos años de proyectos que buscan obtener el permiso para la construcción, tendría sentido que se posterguen los hitos de puesta en marcha para fomentar una mayor participación.

Este 22 de noviembre, tendrá lugar la cuarta subasta renovable donde se otorgarán 1.800 MW fotovoltaicos y 1.500 MW eólicos y aunque Fernández se mostró a favor de ella, sugirió que no llegarán a contar con proyectos que cumplan los tiempos necesarios. 

Mencionó, también, que los precios de esta edición deberán superar ampliamente el promedio de 31€/MWh, alcanzado en la segunda subasta ocurrida a fines del 2021, ya que los los mercados están bastante por encima de eso. 

¿Atascos en el calendario?

Entre los retos que propusieron los referentes de las generadoras, se destacaron la aceleración de los procesos administrativos, una mayor transparencia en los concursos de capacidad y un mayor compromiso en el cumplimiento de la normativa de acceso a la red. 

Además de apoyar lo pronunciado por sus compañeros de panel, Javier Rodríguez de Endesa y Silvia Encinas de EDPR, el ejecutivo de Engie remarcó el valor del trabajo realizado por el actual Gobierno demostrado en el esfuerzo por responder a la ola de proyectos y a las medidas necesarias para acelerar la transición ecológica. 

Sin embargo, señaló que se dan “atascos de calendarios” que frenan el impulso de los intereses europeos. 

Esto refiere a que en paralelo al retraso de las subastas, hay en torno a 70.000 MW (dato aportado durante su exposición) en proceso de tramitación desde el año 2017, 2018 que caducarán en enero del 2023.

En este sentido, indicó que si no se gestiona finalmente el permiso, que se suman a los nuevos proyectos que provocan el cuello de botella, empeorando la situación actual y atentando contra el cumplimiento de los objetivos del PNIEC.

Otro de los inconvenientes en los que puso el foco, fue en la falta de certeza final sobre los parámetros retributivos de este año para todos los activos que pertenecen al RECORE. 

En mayo de este año el ministerio publicó el borrador que actualizaba estos parámetros en base a las dinámicas del mercado. A estos los calificó como “muy alcistas» respecto al tiempo en el que fueron diseñados. 

“Estamos en noviembre y no tenemos parámetros finales para el año 2022 ni metodología para el año 2023. Con lo cual, llevará a una desorganización en cadena de toda la cadena: administraciones, bancos, accionistas”, reclamó el referente de la firma francesa.

Hidrógeno y almacenamiento

Sobre estos dos segmentos, Fernández volvió a reconocer el esfuerzo y la intención de los gobiernos por fomentar las tecnologías de hidrógeno verde y almacenamiento. 

Para el ejecutivo, “La ambición política está clara pero faltan medidas concretas y pragmáticas”. 

Entiende que el hidrógeno no es una solución en el corto plazo, por lo que hay que pensarlo hacia el futuro con investigaciones y proyectos experimentales, aunque no será la solución en el corto plazo. 

En cuanto al almacenamiento, sostuvo que es necesario una actualización regulatoria que acompañe la misión política de acelerar su desarrollo y fomentar aún más la hibridación de las plantas.