El hidrógeno verde es uno de los ejes claves para la transición energética y uno de los mercados con más expectativas, generadas por la próxima subasta europea. Sin embargo, este sector se enfrenta a desafíos técnicos, sobre todo en lo que respecta al transporte. Bajo ese marco, Daniel Sandana, ingeniero y experto en la materia de Rosen, analizó el panorama de las tuberías para el transporte seguro del hidrógeno y destacó la importancia de que haya estándares robustos, que se complementen con la colaboración industrial y un conocimiento actualizado.

“Nuestra industria sigue siendo relativamente inmadura. Así que debemos aplicar la debida diligencia cuando sea necesario. Pero al mismo tiempo queremos asegurarnos de que nuestros códigos sigan siendo prácticos. Queremos abordar, relajar el conservadurismo cuando sea posible mediante el uso de estándares, de la experiencia de la industria cuando sea aplicable. Pero también con el uso de una buena ingeniería, juicio y el uso de buenos datos de programas de investigación confiables”, señaló Sandana en el marco del Enagas H2 Technical Day, evento en el que se anunció la creación del Observatorio Tecnológico del Hidrógeno para impulsar el avance técnico de este recurso.

Actualmente, el estándar líder para el diseño y operación de tuberías de hidrógeno verde es el ASME B31.12, emitido en 2008 y revisado la última el año pasado. El especialista manifestó que este modelo enfrenta dificultades para mantenerse actualizado con la evolución del conocimiento.

“Desde su primera concepción estuvo compuesto principalmente por expertos de la industria de gases industriales de hidrógeno. Y hubo una participación muy limitada, aportes de las compañías operadoras de tuberías de gas natural”, aseguró. Por lo que, ante estas limitaciones, se han iniciado otros proyectos para desarrollar pautas que abordan los desafíos propios de las tuberías de hidrógeno.

En 2023, el ASME enlistó al Instituto de Combustibles Emergentes para crear un nuevo estándar: ASME B31. La investigación, en la cual participó la compañía Rosen, se dirige hacia el transporte seguro y el almacenamiento para la generación de fuentes renovables, analizando seis temas: diseño, materiales, soldadura, operacional, mantenimiento y reutilización de las tuberías.

Sandana hizo hincapié en la necesidad de trabajar de manera conjunta incorporando diferentes visiones: “Obtenemos una buena representación de las diferentes opiniones regionales y geográficas. Este proyecto involucró a los principales expertos de la industria que desarrollaron los primeros estándares de PTR 2.1.8, pero también el nuevo suplemento de hidrógeno dentro del estándar”.

“También involucramos a los principales expertos de la industria cuando se trata de la degradación de materiales en hidrógeno. Asi que realmente muestra la amplitud de este proyecto para generar un estándar de hidrógeno sólido y robusto”, agregó.

Y concluyó: “Cada tubería es diferente, y realmente tenemos que considerar cada tubería con un enfoque holístico de gestión de integridad. Y eso realmente es mediante el uso de un buen enfoque de la industria robusto mediante el uso de la aptitud para el servicio“.