La asociación ENTSO-E, Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad en su traducción al español, realizó un informe -VER- analizando la situación de las redes eléctricas ante los objetivos de ser neutra en carbono que se plantea Europa.
En ese contexto, el sistema eléctrico europeo tendrá su base en tres elementos claves: Fuentes de energía neutras en carbono; recursos de flexibilidad del sistema, y la red eléctrica, conectando generadores y consumidores en toda Europa, para permitir un mercado europeo de la energía totalmente integrado.
El documento señala que esta reconstrucción del sistema eléctrico necesitará el desarrollo de importantes flexibilidades del sistema, que solventen las futuras necesidades, y a su vez, comience con el reemplazo de los combustibles fósiles.
Así también, se resalta que un sistema energético totalmente neutro en carbono, que esté basado en el consumo electrificado y en fuentes renovables de generación de electricidad, se convertirán altamente dependiente del clima.
Es por ello, que para gestionar la complejidad y la volatilidad de la generación y la demanda, manteniendo al mismo tiempo el sistema eléctrico dentro niveles aceptables de adecuación y resiliencia, hará falta lograr flexibilizar la capacidad del sistema, para hacer frente con variabilidad e incertidumbre en la demanda, generación y disponibilidad de la red.
El informe continúa explicando que las necesidades que afronte el sistema energético se pueden pueden dividir en dos tipos de tecnologías: De corta y larga duración
Por el lado de los de corta duración, es decir, tecnologías que cubran la falta de renovables por cortos periodos de tiempo, se destaca al almacenamiento eléctrico como uno de las tecnologías que mejor se perfila para llevar a cabo ese apoyo a la generación verde.
Siguiendo esta idea, el documento indica que este tipo de recursos cobran un especial valor en las horas en las que las renovables tienen una producción de energía regular.
Sin embargo, en horas donde la generación renovable baja, se remarca la necesidad de utilizar tecnologías de larga duración. Y en este sentido, también se explica que hay pocas fuentes que puedan cumplir esta función a gran escala.
En este punto, el informe hace un apartado para las tecnologías de generación como la hidroeléctrica, que en sí es capaz de brindar un almacenamiento estacionario, su desarrollo sería dificultoso en gran parte de Europa.
Cabe recordar, que además España está atravesando una sequía que está afectando particularmente a las reservas hídricas del país, encontrándose en los 17.747 hectómetros cúbicos, cuando la media de los últimos 10 años fue de 27.755.
Finalmente, el documento recalca que la solución más prometedora en los próximos años sería el hidrógeno renovable, producido a partir de generación neutra en carbono, almacenado y posteriormente utilizado para la generación de energía cuando el sistema lo requiere
Aunque también señala que estas tecnologías podrían evolucionar o podrían surgir otras alternativas, suponiendo que se realicen avances para disminuir el costo de producción, además mejorar su capacidad para almacenar energía.
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