Futur-e es un plan de la energética española Endesa, por el cual se planea el cierre paulatino de todas sus centrales de carbón, inicialmente previsto para el 2030, según la compañía podría adelantarse para 2027.

En el marco del último Congreso Nacional del Medio Ambiente (Conama), Juan Álvarez Avello, responsable de planes Futur-e de Endesa, comentó el paso a paso que siguió y sigue la empresa para llevar a cabo esta estrategia.

En total, se trata de 5,7 GW de potencia que poseen estas centrales de carbón están en proceso de cierre, es decir, cerca de un 20% de la flota de generación de la compañía. 

“Se trata de As Pontes, Compostilla, Pego, Litoral, Alcudia y Andorra. Ya tenemos identificados proyectos, muy concretos, para cada una de las centrales, y en el que punto en el que estamos podemos decir dos cosas: Se crearán más empleos permanentes y habrá más renovables en las zonas donde antes estaban estas instalaciones”, explica el directivo.

Para realizar esta transición, la empresa ha realizado concursos internacionales de proyectos, con el objetivo de buscar iniciativas empresariales en el emplazamiento central para su reindustrialización, mediante un proceso participativo y abierto para la comunidad local.

De acuerdo a la presentación de Endesa, en su mayoría estas instalaciones tienen un futuro definido. Por ejemplo, en la central de Compostilla, Castilla y León se convertirá en un polo de economía circular, asociado a la movilidad sostenible, y a las energías renovables, y contará con una inversión de 13 millones de euros.

Por su parte, en la planta Andorra, en Teruel, se propone la construcción del mayor parque solar fotovoltaico de España, hibridado con energía eólica, y también incluirá baterías de almacenamiento.

Mientras qué, en la central térmica de As Pontes, A Coruña, Endesa ha llegado a un acuerdo con la compañía china Sentury Tire, para la construcción de una planta de fabricación de neumáticos, este proyecto contará con una inversión de casi 430 millones de euros.

Asimismo, en la planta de Litoral en Almería, el plan pasa por el desarrollo de energías renovables y el aprovechamiento del puerto cerano, que ofrece una buena ubicación para el despliegue de la economía azul y los biocombustibles.

En la central térmica de Alcudia, en Mallorca, aún se está buscando un proyecto que reutilice el emplazamiento, de acuerdo a información de Endesa, la empresa está barajando tres propuestas.

Y finalmente, para la central térmica de Pego, en Portugal, Endesa fue adjudicataria del concurso de transición justa, con un proyecto de nueva capacidad solar y fotovoltaica de 700 MW, además de un electrolizador para la producción de hidrógeno verde.

 Sin embargo, el ejecutivo explica: “No es fácil cerrar estas centrales, afectan a un total de 1.500 trabajadores. Llevan ahí mucho tiempo, algunas entraron en operaciones en 1972, como la de Compostilla que fue la primera que tuvo Endesa”.

Es por esto, que desde la empresa se está realizando una reubicación paulatina de todos los trabajadores de las centrales de carbón. De acuerdo a números de la compañía, un 67% lo harán en puestos renovables, es decir, unos 1.200 nuevos trabajadores.

Así también, por el lado del desmantelamiento, el directivo resaltó que es un proceso largo, que podría durar entre cuatro y cinco años. Requiriendo de hasta 200 trabajadores, de los cuales Endesa se propuso que un 80% sean personal local.