Negratin, la EPCista española con sede en Granada, cumple este año su 25º aniversario y lo celebra con un récord histórico en sus cifras de ventas: 72 millones de euros, lo que supone un 148% más que el ejercicio anterior. 

Precisamente, estos buenos resultados están motivados por el crecimiento de la compañía en el sector de las energías renovables, un segmento que supone el 89% del negocio.

Actualmente, está presente en diez países de Europa, América y Asia y esta vocación internacional ha sido crucial para el crecimiento de Negratín, ya que supone el 82% de las ventas del grupo. 

Por su parte, el mercado latinoamericano, con Colombia y Chile a la cabeza, representa el mayor volumen de negocio para la compañía (un 61%), seguido del mercado asiático (21%) y el europeo, que aporta un 18% de la cifra total de negocio.

En este contexto, Energía Estratégica España entrevista al CEO de la compañía, Enrique Díaz Hinojosa, quien observa una falta de EPCistas para la gran cantidad de proyectos renovables en España y comparte las novedades que ofrecerá próximamente al mercado. 

¿Cómo está conformada la cartera de proyectos EPC de Negratín? 

Nosotros estamos ahora mismo ejecutando de forma simultánea 300 megavatios de diferentes geografías pero focalizados principalmente entre Colombia, Chile y España.

Cada uno de esos proyectos está en diferentes estadíos de madurez, en condiciones normales se deberían terminar de ejecutar para final de año.

Nuestro pipeline de proyectos que tenemos en una situación avanzada de negociación son cerca de 500 MW. Estos avanzarán entre el Q4 de 2023 y 2024.

Asimismo, como clientes internos, tenemos alrededor de 100 MW que se podrían cristalizar en EPC para fomentar la cartera de construcción del proyecto.

Muy probablemente también podrán finalizar a lo largo de Q1, Q2 de 2024.

¿Qué análisis realiza de la realidad del mercado español? 

En particular en España hay un mercado a día de hoy muy antiguo. Hay muchos proyectos de EPC Y lo que nos estamos encontrando es una situación un poco contraria a la que hemos vivido hasta ahora.

Hay falta de empresas EPCistas frente a todo el volumen de proyectos que se quieren ejecutar. 

Eso está provocando que haya una altísima penetración de renovables en el mix energético generando una caída del precio del MWh en horario solar que va a condicionar seriamente la viabilidad de los proyectos futuros.

Esto producto de que son proyectos que se han modelado de acuerdo a unas estimaciones de precios que se han visto devenidas por esa altísima penetración de solar.

Entonces creo que en 2023 y 2024, los proyectos que hay en curso pueden seguir siendo buenos en términos de volumen y de rentabilidad para EPCistas.

Sin embargo, en cuanto al cliente final, sí puede haber tensiones importantes en el cierre del modelo económico financiero para los proyectos que vienen un poco con retraso. 

Es decir, que están todavía próximos a tener el deady to build o todavía no han alcanzado el cierre financiero.

Por eso, desde Negratín, ya estamos apostando más no por un proyecto EPC al uso sino por un proyecto EPC que incorpore por ejemplo almacenamiento con baterías. 

¿Cuáles son las novedades que puede compartir sobre esta iniciativa?

Eso es algo en lo que venimos trabajando desde hace casi un año y medio, dos años, ya que creemos que esa alta penetración de renovables debe venir de la mano del almacenamiento. 

Próximamente cerraremos un acuerdo estratégico con uno de los principales tecnólogos a nivel mundial para ser partner suyo tanto en LATAM como en Europa para la incorporación del almacenamiento en el mercado del EPC fotovoltaico.

En cuanto al almacenamiento, lo que tenemos que tener claro es diferenciar cuál es la razón última de la incorporación de almacenamiento en cada proyecto.

En el caso de España, el principal problema no es tanto de regulación porque la red tanto de transporte como de distribución son bastante estables, sino de arbitraje, es decir, de producir y almacenar en horas solares y volcar a red en horas en las que no hay producción solar.

¿Cómo se encuentra la situación en las cadenas de suministros? 

Pues en Europa el impacto lo estamos viendo más en los proyectos pequeños que en los proyectos grandes. 

Es decir los grandes players del mercado de alguna manera van acomodándose a los retrasos en los suministros. 

Pero todavía su posición de fuerza frente a los principales proveedores pues les permite de alguna manera mantener aproximadamente sus calendarios de ejecución. 

Estamos viendo que está habiendo retrasos por parte de los proveedores en aquellos proyectos en el rango por debajo de los 30 a 50 MW. 

Sobre todo está habiendo un retraso importante a los proyectos por debajo de los 10 MW que son proyectos en muchos casos pues así de autoconsumo y se están viendo muy impactados.

¿Qué espera del desarrollo de la industria europea?

La industria interna europea que ya sea española o desde un país más cercano a España podría ayudar. 

No obstante,la fabricación de paneles fuera de China a día de hoy para el mercado occidental, quitando Estados Unidos que tiene ciertas particularidades es puramente testimonial.

Es decir que no tiene un peso relevante dentro del mercado y, aunque se puedan beneficiar de la sobrecarga que hay en los suministros de los principales fabricantes, realmente no puede responder a la potencial demanda.

También hay que tener en cuenta que esa fabricación fuera de China de paneles realmente es más ensamblaje que propia fabricación.

Entonces a nivel de fabricantes de paneles les puede venir bien pero están muy condicionados por parte de los componentes con los que integran sus paneles y aparte por el propio tamaño de esa industria que es muy menor respecto al mercado actual.

¿Qué tendría que suceder para que sea un gran 2023 para Negratín? 

Bueno, la verdad es que para nosotros yo creo que el 2023 va a ser un buen año sí o sí porque la contratación está en nuestra mano a día de hoy.

Fruto de la diversificación en geografía y en tecnología que tenemos dentro de la compañía pues podemos adaptarnos a cualquier evolución que haya del mercado. 

Yo creo que hoy el camino crítico aquí no está tanto en el mercado, como en nuestras propias capacidades para crecer en cuanto a personal que hemos de incorporar a la organización. 

Nosotros nos encontramos en un proceso de crecimiento muy importante que arranca en 2017, ya vamos creciendo a un ritmo de más de un 20% anual, salvando el bache de 2020, post crisis sanitaria del COVID-19. 

A día de hoy pues ese crecimiento global que también es excesivo al resto del sector, supone un problema para la incorporación de personal que acompañará al grupo en ese crecimiento. 

Por lo tanto la limitación no viene tanto del mercado porque las condiciones propicias están, sino de la propia capacidad de la compañía para incorporar los recursos que necesita para acometer todos esos proyectos.