La industria solar fotovoltaica mundial está viviendo una situación muy singular con caídas de precios del W a niveles históricos, por debajo de lo que se ha visto durante la pandemia del COVID-19. Esto genera tensiones en la salud financiera de las compañías, sobre todo las europeas integradas a la cadena de valor.
A finales de agosto, Norwegian Crystals, uno de los fabricantes de lingotes con más historia del continente, se declaró en quiebra. Otra empresa noruega, NorSun, que fabrica y comercializa lingotes y obleas de silicio monocristalino de alto rendimiento, siente la crisis y ha paralizado su producción.
Como contracara a esta situación, los fabricantes chinos siguen firmes con su plan de expansión. Por caso, Jinko Solar finalizará el 2023 con una capacidad anual de paneles fotovoltaicos de unos 90 GW.
Pero el plato fuerte es que la empresa inició hace tres meses la construcción de una giga factoría integrada verticalmente, con producción de lingotes, obleas, celdas y módulos, que aumentará la producción en 56 GW más.
Una primera fase, de 14 GW, estaría finalizada en marzo que viene; luego de seis meses (aproximadamente en septiembre del 2024), se agregaría otra línea de 14 GW más. Los otros 28 GW se montarían en 2025, por lo que Jinko Solar tendría una capacidad de producción de total de casi 150 GW.
En diálogo con Energía Estratégica España, Alberto Cuter, General Manager de Jinko Solar, explica que este plan consiste en alcanzar mayor competitividad.
“Estamos montando una giga factoría más automatizada que reducirá el coste de producción de los módulos”, argumenta el ejecutivo.
Cuter, de gran experiencia en el sector fotovoltaico, señala que la concentración de los fabricantes está siendo una tendencia en la industria, ya que el año pasado las primeras cuatro compañías fueron responsables del 55% de toda la entrega de módulos a nivel mundial. “Este año ya vamos arriba de 60%; y en el 2024 puede ser alrededor de un 70%”, advierte.
Indica que esto sucede “porque no hay muchos fabricantes que puedan sostener la evolución tecnológica y pueden invertir grandes sumas de dinero para mejorar los procesos productivos”.
Y mucho menos en esta coyuntura de caida de precios record del W fotovoltaico.
“Estamos atravesando una situación que es muy complicada, porque hace 11 semanas que el precio de silicio está subiendo, pero el precio del módulo sigue bajando”, observa Cuter.
Recuerda que durante la pandemia, entre en mayo y junio del 2020, los módulos fotovoltaicos habían tocado caídas record de precios, del orden de los 0,17 dólares por W; pero que el precio del silicio acompañaba esta baja, rondando los 7 dólares por kilo.
Ahora el W fotovoltaico ha caído por debajo de los 0,15 dólares, pero el valor del silicio ronda los 11 dólares por kilo.
Esto se debe a que los fabricantes chinos tienen una sobrecapacidad de paneles que supera al consumo mundial; pero, además, hay sobrestock por parte de la demanda que, en el caso de Europa, llega a un almacenamiento de módulos equivalentes a entre 10 y 13 GW, advierten a Energía Estratégica España fuentes del mercado.
Esta situación ha sido calificada por la SolarPower Europe como de “tormenta perfecta”.
No obstante, el General Manager de Jinko Solar cree que a fin de mes habrá un cambio de tendencia y que los precios del W volverán a subir.
Esto por dos motivos, “por un ‘pre rush’ que siempre hay al final del año en la China”, señala Cuter, pero también porque el precio del silicio terminará empujando al alza el valor del W.
Fabricación ‘made in Europe’
Sin dudas esta situación de precios golpea a los planes de industrialización europeo, impulsados por la Ley de Industria Net Zero.
SolarPower Europe advirtió la necesidad de avanzar en siete medidas de emergencia.
Po un lado, la rápida adquisición de emergencia de los inventarios de módulos de los fabricantes europeos de energía fotovoltaica.
Esto podría lograrse a través de un instrumento especial a nivel de la UE y/o mediante la elaboración del Mecanismo Ucraniano para la reconstrucción verde de Ucrania.
Estas medidas de emergencia son esenciales en el plazo inmediato como única forma eficaz de abordar el problema de la inminente depreciación de los inventarios y garantizar la supervivencia de muchas empresas manufactureras europeas.
Por otro, crear un banco de fabricación solar a nivel de la UE: Un instrumento específico, similar al Banco de Hidrógeno del Fondo de Innovación, basado en un sistema de subasta competitiva bilateral, el Banco reunirá los proyectos de producción solar europeos más baratos con la mayor disposición a pagar de los desarrolladores de proyectos solares respaldados por un contrato por diferencia del Estado.
“Este Banco de Fabricación Solar puede crearse en cuestión de semanas y daría el impulso financiero a corto plazo que tanto se necesita para reconstruir las cadenas de suministro solar en Europa”, aseguran.
Como tercera medida, la patronal solar europea abordar las insuficiencias del Marco Temporal de Transición y Crisis (TCTF), en particular el punto 86, que se presenta como una cláusula para permitir la contrapartida de la ayuda frente a los competidores globales de Europa, pero no permite adecuadamente la ayuda para operaciones y gastos en compensación de desventajas estructurales en materia de costes energéticos.
Como cuarto punto, proponen acelerar la adopción de la Ley de Industria Net Zero, incluyendo criterios sólidos de sostenibilidad y resiliencia distintos del precio en subastas específicas.
“Se debería permitir a los Estados miembros establecer «subastas de resiliencia», premiando a los sistemas solares fotovoltaicos con las mayores cuotas de producción en la UE. Esto garantizará un mercado estable para los fabricantes europeos en los próximos años, lo cual es esencial en esa fase de ampliación industrial”, indica la SolarPower Europe.
El quinto punto: avanzar en los efectos del Reglamento sobre trabajo forzoso de la UE, respaldando la Iniciativa de Administración Solar (SSI).
El SSI, como programa de aseguramiento de la cadena de valor, con auditorías de terceros, garantiza que las empresas puedan demostrar de forma independiente su compromiso con el mantenimiento de las mejores prácticas de sostenibilidad en su producción.
La sexta propuesta es permitir la colaboración entre los programas de los Estados miembros para apoyar la creación de cadenas de valor de fabricación fotovoltaica en Europa y garantizar que surjan importantes grupos pannacionales de fabricación fotovoltaica.
“Sólo aprovechando todo el poder del mercado y del ecosistema tecnológico de la UE podrán los fabricantes europeos convertirse en actores competitivos en el mercado fotovoltaico mundial”, justifican.
Finalmente, la entidad plantea impulsar la demanda de energía solar fotovoltaica en Europa.
“Esto se puede hacer en el corto plazo, por ejemplo, consiguiendo un mandato de energía solar en los tejados como parte de la actual Directiva europea sobre el rendimiento de los edificios, o presionando a los Estados miembros para que implementen el reglamento de emergencia de la UE de diciembre de 2022 para acelerar la energía renovable”, confía la SolarPower Europe.
Y agrega: “Los líderes de la UE también deberían abordar los efectos inflacionarios que actualmente están retrasando los proyectos solares, por ejemplo colaborando con el Banco Central Europeo (BCE). En última instancia, la única forma estructural de abordar el exceso de capacidad de oferta es impulsar la demanda. Se trata de una victoria para todos los actores de la industria solar, así como para los objetivos económicos, climáticos y de seguridad de Europa”.
Por su parte, para Cuter, sería necesario que Europa pueda avanzar con planes propios, promoviendo la competitividad y la innovación tecnológica. Pero no es una tarea sencilla.
“Nosotros, como Jinko, siempre estamos de acuerdo con la competencia; la competencia entre Europa, China y Estados Unidos, es sana y nos ayuda a toda la industria a ser más competitiva, a desarrollar nueva tecnología. En los últimos 5 o 6 años pasamos de módulos policristalinos a monocristalinos, y ahora estamos todos en N type”, indica el experto.
Recuerda que cuando ingresó a la compañía, en el 2010, la eficiencia del módulo rondaba el 12%; “ahora estamos en 23%, y eso fue gracias a la competencia”, asegura. Y cuenta que en ese momento la producción de Jinko era de 400 MW; ahora, 13 años después, llegará a los 90 GW.
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