En los últimos años, el hidrógeno verde ha estado en el centro de las conversaciones sobre energía renovable y sostenibilidad. Sin embargo, Marcos Rupérez, ingeniero y consultor de hidrógeno independiente, cuestiona el futuro de esta tecnología como vector energético y la viabilidad de alcanzar los 11 GW de electrólisis previstos para 2030 en el borrador del PNIEC.
“El hidrógeno es un insumo químico, no tanto un vector energético. No es una manera de mover energía», afirma el consultor, en diálogo con Energía Estratégica España y aclara que eso puede que pase, pero a corto plazo “solo es una molécula para descarbonizar la industria química”.
Según la Hoja de Ruta del Hidrógeno publicada en 2020, en España se consumen unas 500.000 toneladas de hidrógeno al año, mayoritariamente gris, ya que se obtiene a partir de gas natural emitiendo dióxido de carbono (CO2) en el proceso.
Este se usa como materia prima principalmente en refinerías (cerca del 70%) y para fabricar productos químicos (25%), con un consumo residual en sectores como el metalúrgico.
Pese a que el 90% de los objetivos de hidrógeno verde está dirigido a cubrir la demanda por sustitución de su versión no renovable, Rupérez considera que son demasiados ambiciosos en el plazo de 7 años, ya que hay que resolver el problema de la rentabilidad.
En este sentido, el ingeniero señala que esta expectativa es desproporcionada, ya que los precios actuales del hidrógeno no son rentables.
Si se toma como referencia el precio máximo de la subasta piloto que tendrá lugar en octubre, propuesta por la Comisión Europea, el costo de producción de hidrógeno hoy está en torno a los 4,5 €/kg, frente al valor del gris que se produce hoy a 1 -2 €/kg.
“La gran cantidad de proyectos que se han anunciado con inversión privada de miles de millones, no se van a realizar. Ese es el problema. No se van a realizar probablemente ninguno que no tenga apoyo público, directo o indirecto. ¿Por qué? Porque no son rentables», reclama Rupérez.
Por esta razón, compara la situación actual del hidrógeno con la de las placas fotovoltaicas hace quince años, señalando que la inversión privada en energía renovable requirió subsidios públicos antes de volverse rentable y observa que en 3 años el precio del hidrógeno va a cambiar poco.
En cuanto a las inversiones privadas en hidrógeno, Rupérez reconoce que eventualmente habrá interés, pero cree que en el corto plazo no serán tan abundantes como se espera.
Sin embargo, aclara que la viabilidad del hidrógeno verde varía según la geografía y los precios locales de los combustibles fósiles y las energías renovables.
En el caso europeo, donde el hidrógeno compite con el mercado eléctrico y los combustibles fósiles, destaca que las plantas de fertilizantes que producen hidrógeno a partir de amoníaco podrían ser las primeras en ser rentables, dependiendo en gran medida del precio del gas natural.
Este cuestionamiento por parte del experto está dirigido a plantear la necesidad de una reflexión más profunda sobre la dirección que está tomando la transición energética y las expectativas en torno al hidrógeno verde como elemento clave en esta transición.
Primeros pasos
En el contexto del reciente anuncio de Enagas hacia el avance del H2Med con el lanzamiento del Call for Interest, el ingeniero y consultor independiente sostiene que no considera posible una red de gasoductos distribuida y capilar por toda Europa y declara: «Lo dudo mucho, no creo que lo vayamos a ver».
No obstante, sí cree que habrá gasoductos dedicados a una aplicación específica, con el generador y el consumidor a corta distancia.
El hidrógeno, una salvaguarda de la fotovoltaica
Sin dudas la fotovoltaica es la protagonista de la estrategia del actual Gobierno para esta transición energética. En los últimos cinco años casi cuadruplicó la potencia instalada en territorio español.
Asimismo, existen alrededor de 30 GW de proyectos en proceso de tramitación que de aprobarse, sería la nueva potencia de los próximos 3 años.
Sin embargo, hoy el mercado ya empieza a ver horas a 0 € y la lenta electrificación de la demanda y de penetración de almacenamiento preocupa a los productores.
Es por ello que Rupérez, plantea una perspectiva interesante en la que el hidrógeno podría desempeñar un papel crucial como una especie de «salvaguarda» para la energía fotovoltaica.
Menciona que la red eléctrica está alcanzando un límite en cuanto a su capacidad para integrar más energía renovable y el hidrógeno podría servir como un mercado adicional para incrementar la demanda, lo que a su vez impulsaría la inversión en la generación de electricidad a partir de fuentes limpias como la fotovoltaica.
«¿Tiene sentido generar hidrógeno, almacenarlo y volver a generar electricidad para instalar la red? Bajo mi punto de vista la respuesta es que eso muy probablemente no va a suceder hasta en los próximos 20 años, pero sí puede ayudar progresivamente a equilibrar la oferta y demanda de energía», concluye Rupérez.
Don Marcos tiene Ud razón, el voluntarísmo oficial de los gobiernos ha causado un daño a las iniciativas de almacenamiento y de demanda acoplada a la oferta, es cierto que el H2 puede ayudar apirtando demanda en horas peak de oferta pero a un costo mas alto y menos rentable que las baterías intercambiables de camiones y maquinaria pesada de las industrias, incluso de ferrocarriles.
Queda muchísimo por electrificar, empezando por conseguir el 100% en todas la viviendas del pais, siguiendo por el transporte público, la agricultura, asegurar la alimentación será clave en los próximos años. Quedan muchísimos tejados y zonas de bajo impacto por cubrir con placas solares, pero vamos realmente retrasados y los recursos necesarios son cada vez más escasos y caros
Es obvio que el Hidrógeno ha sido en el último siglo, y seguirá siendo principalmente un insumo químico. Sería una gran bendición si pudiéramos usar hidrógeno renovable para reemplazar esas 94 millones de toneladas de H2 anuales.
El problema de las fotovoltaicas es que sólo generan electricidad con sol, así que es neceario ALMACENAR esa energía para tenerla disponible cuando la demanda la requiere, y no cuando la naturaleza la pone a disposición (lo mismo con el viento).
Y el Hidrógeno verde es una forma flexible de almacenar esa energía variable, por lo tanto se convertirá en un vector energático que la humanidad requiere urgentemente.
Ayuda de los gobiernos: Hay que «emparejar la cancha para las renoivables». Partir de la base que seguiremos subvencionando con billones (trillions americanos) esos combustibles fósiles no es realista y es injusto con respecto a las energías limpias en desarrollo. Así que no es prudente tomar los precios actuales de los fósiles para decidir qué es más económico en el futuro.
Tenemos que tener en mente que hablamos de desfosilizar la ENERGÍA y no sólo de ELECTRICIDAD
Que en una página web dirigida a España utilicen ustedes la palabra «ínsumo» demuestra su poco conocimiento del idioma español hablado en España.
Estimado Eugenio
La palabra «insumo», en todos los casos, fue utilizada textualmente (por eso está entre comillas) por el entrevistado, quien es español. Y hace referencia a una expresión técnica.
Saludos.