En los últimos años, el mercado del autoconsumo ha experimentado una evolución significativa, y en medio de esta transformación la empresa Eranovum se ha propuesto ser el mayor player en España. 

Como uno de los principales actores del sector utility scale, se ha consolidado como una compañía líder en la operación de puntos de recarga para clientes B2B, sumando a su estrategia la incorporación del servicio de autoconsumo y la movilidad sostenible. 

Actualmente, cuentan con un total de 1.500 PPO (construidos y por construir) y, a través de modelos como el de PPA o el arrendamiento, ofrecen soluciones a medida para sus clientes que cuentan con tejados disponibles y están interesados en sistemas fotovoltaicos. 

El modelo de negocio por PPA permite a los clientes disfrutar de los beneficios del autoconsumo sin una inversión inicial significativa. Durante un período de 10 a 15 años, los clientes pagan por la energía autoconsumida, y al finalizar el contrato, la instalación pasa a ser de su propiedad.

Por otro lado, el modelo de negocio por arrendamiento se basa en una cuota fija mensual por mes, el cliente puede contar con un porcentaje de abastecimiento de energía eléctrica con fuentes renovables. 

A medida que el mercado evoluciona, Eranovum tiene como objetivo establecer alianzas estratégicas con instaladores para ampliar su portfolio y transmitir un mensaje positivo sobre el autoconsumo que llegue a los consumidores. 

Con su enfoque en el futuro y su compromiso con la sostenibilidad, la compañía se encuentra en una posición privilegiada para liderar el camino hacia un futuro energético más limpio y eficiente.

Desafíos del autoconsumo en España

El Director de Autoconsumo de la compañía, Jaime Goyanes, ha presenciado el Congreso organizado por UNEF el 8 de junio alineados a la idea de potenciar el sector para cumplir con los objetivos de transición energética y aumentar la competitividad de los players nacionales en un contexto de desaceleración del mercado. 

En diálogo con Energía Estratégica España, el ejecutivo sostuvo que la ralentización de las instalaciones es una oportunidad para impulsar el crecimiento sostenible y responsable en el sector. 

Según Goyanes, la baja de precios de la energía ha evitado el ahogo que se experimentó en 2022, y las recientes ayudas (500 millones más) anunciadas por el Gobierno han generado un efecto retardante en las decisiones de los clientes.

Asimismo, mencionó que los tipos de interés también han tenido mucha influencia, ya que han subido los precios de las hipotecas y un cliente que a lo mejor tenía algo ahorrado para montar fotovoltaica, lo usó para pagar esa diferencia. 

En este sentido, el referente de Eranovum consideró que en el segmento residencial puede que el crecimiento baje de un 100% anual (2022) a un 70% u 80% (2023). 

No obstante, en industrial sugirió que el impacto será menor, y que espera una tasa de crecimiento para el final de este año del 90%. 

“La ralentización que está ocurriendo hoy se verá reflejada meses más tarde, ya que son los contratos actuales los que están sufriendo las incertidumbres del mercado por lo que los números lo demostrarán el próximo período”, señaló Goyanes. 

¿Esto produce un cambio en el perfil de los consumidores? Según explicó el líder de la tecnología en Eranovum, el perfil del comprador no cambia e indicó que tanto en el segmento residencial como en el industrial, existe una mayor conciencia ambiental. 

¿Qué ocurre con el almacenamiento?

El enfoque de la firma hacia el futuro del autoconsumo y la instalación de puntos de recarga es firme. 

Sin embargo, entiende que es necesario incentivar la incorporación de infraestructuras que brinden flexibilidad de suministro a la demanda, y para lograrlo, abogan por estructuras tarifarias que impulsen el uso de baterías de almacenamiento. 

Al respecto, el directivo afirmó que actualmente existe una diferencia demasiado corta de amortización entre las baterías P1 y P6 (alrededor de 10 a 11 años), con lo cual será clave que el próximo Gobierno desarrolle una normativa que proporcione un marco competitivo para el crecimiento de este mercado.

“Hoy los usuarios tienen interés y consultan por sistemas de almacenamiento, más allá del autoconsumo”, expresó Goyanes y enfatizó que está movilizado por un interés más allá del excedente y el puro retorno. 

En la misma línea remarcó que pese a que el autoconsumo hace algunos años tenía el mismo tiempo de retorno de la inversión (de 10, 12 años) que el de las baterías hoy día, el número de ventas de estas está muy por debajo del inicio de la autogeneración, ya que el objeto de retorno es más complejo que el de una instalación fotovoltaica.