El pasado viernes, el Consejo de la Unión Europea definió finalmente el primer paquete de medidas que tienen como objetivo la reducción global voluntaria del 10% del consumo bruto de electricidad y un objetivo de reducción obligatorio del 5% del consumo de electricidad en las horas punta [Una por una las medidas].

El conjunto de normativas también incluyó un tope al precio de las inframarginales en 180 €/MWh y la implementación de un impuesto sobre los beneficios de las energéticas. 

“Hace más de un año hablamos de problemas que se originan debido al precio del gas pero seguimos poniendo parches en temas que no son el gas”, critica Carlos Graña, COO de Enerjoin y experto en mercados energéticos.

En diálogo con Energía Estratégica España, el analista comenta que esto debe ser solo una primera etapa para avanzar en el control de los precios de la energía y asegura que es positivo que cada país pueda elegir y ajustar las medidas a su legislación existente. 

“Dado que desde el año pasado en España rige una devolución de la diferencia entre el precio del mercado y 67 €/MWh, por parte de las inframarginales, el tope de 180 no afectará”, explica Graña. 

No obstante, la medida sobre los impuestos a las energéticas dio claridad a lo que ya se hablaba desde julio. 

Mientras el Ejecutivo nacional había establecido gravar los ingresos de las empresas, lo determinado el pasado viernes por la Comisión Europea es que debe hacerse sobre los beneficios. 

Asimismo, se deberá ver cómo se desarrolla y qué beneficios se toman en cuenta, ya que si se contemplan los últimos tres años, incluirá el año de pandemia en el que las empresas perdieron mucho dinero. Además, las autoridades deberán declarar cómo se hará uso de lo recaudado para el beneficio de los consumidores finales. 

Menos gas, más renovables

Graña plantea que lo que traerá inconvenientes para el Gobierno español, será poner en práctica la reducción de la demanda para todos los consumidores, teniendo en cuenta que, en parte, ya se está destruyendo por los altos precios.

En este sentido, enfatiza en que lo único que reemplazará al gas en España en el mediano plazo será seguir protegiendo el avance de la fotovoltaica y acelerar las instalaciones eólicas complementadas con termosolar. 

“La única tecnología que te puede dar 3500, 4000 horas al año de producción en horas nocturnas es la eólica. Por eso será necesario implantar eólica como si no hubiera un mañana”, indica el ejecutivo de Enerjoin. 

Por su parte, explica que es importante volver a la termosolar, quizás no como factor diferencial, pero sí porque es capaz de producir energía de noche y aportar inercia a los sistemas eléctricos para que se mantengan activos. 

Con firmeza opina que las renovables van a reemplazar el gas y que el desafío será equilibrar la velocidad de penetración, ya que aunque la fotovoltaica vaya rápido y los precios sigan bajando, no existe la producción nocturna, suministro que hoy solo puede dar el gas. 

“Nosotros no tenemos el problema de generación que tienen otros países, por lo que no tenemos que correr”, observa y añade que el Gobierno se limitará a cumplir con las fechas programadas y a publicar decretos que simplifiquen los procesos burocráticos.