En una reunión llevada a cabo hoy en Bruselas, los 27 ministros del Consejo de Transportes, Telecomunicaciones y Energía de la Unión Europea han dado su visto bueno al paquete del gas y el hidrógeno, que incluye normas comunes del mercado interior para los gases renovables y naturales y el hidrógeno.
En este sentido, desde la presidencia sueca del Consejo Europeo han repasado algunos de los principales cambios que se han realizado al artículo original, con el objetivo de lograr un consenso entre los representantes de los países miembros.
“Hemos clarificado las reglas de las tarifas de gas y sus descuentos, y brindamos más flexibilidad a los estados miembro para su implementación. Además, incluimos una cláusula de seguridad para generar límites temporales para importaciones de Bielorrusia y Rusia”, explicó la funcionaria.
Por otra parte, hizo mención a la definición de “gases bajos en carbono”, asegurando que en estas modificaciones han buscado una definición más precisa de este punto, teniendo en cuenta el plan para la reducción del 70% de gases de efecto invernadero.
“Respecto a esto, hemos añadido un comparador de combustibles fósiles en la directiva de renovables. Así también, hemos ampliado la fase de transición para aplicar la mayor parte de las reglas de valles de hidrógeno hasta el 2035”, explicó la directiva.
Cabe señalar que uno de los puntos de la directiva que se modificó era establecer lo que se denomina el acto delegado que defina qué es el hidrógeno verde.
Por su parte, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, Teresa Ribera, elogió el trabajo de la presidencia sueca y brindó su respaldo a esta directiva en carácter general.
“Consideramos muy acertada la eliminación del artículo 8-A que aparecía en la versión anterior, ya que pensamos que no es racional introducir ningún vínculo entre la directiva de renovables y este paquete de gas”, remarcó la funcionaria.
Asimismo, destacó que la orientación general sobre el paquete de hidrógeno y gas es un elemento clave de cara a facilitar las decisiones de los inversores, y por eso resaltan cualquier medida que sirva para su aceleración.
“En la primera etapa de desarrollo del hidrógeno, nos parece una buena idea iniciar en el entorno de los valles de hidrógeno, y por tanto la regulación de redes geográficamente confinadas es un acierto”, comentó Ribera.
Aunque, también resaltó que hay que buscar un equilibrio entre la solución final de estas medidas y la regulación nacional sobre la evolución de estas redes, para poder incorporar en la segunda etapa las interconexiones.
“En ese sentido, las interconexiones encajan bien con la propuesta inicial de la Comisión de peajes cero, facilitar este enfoque es clave de cara al desarrollo del hidrógeno”, enfatizó la funcionaria.
Finalmente, hizo hincapié en que consideran acertada la idea de introducir una imposibilidad de suscribir contratos a largo plazo más allá del 2049 o las disposiciones que preparan al sector para la desmantelación de las redes de gas o su transformación en redes dedicadas al hidrógeno, como se propone en la directiva.
“Creemos que el blending no es una solución sostenible, pero sí puede tener lugar en el ‘cortísimo plazo’, y los mecanismos de conciliación técnica entre los TCO puede ser una buena solución” concluyó Ribera.
Las medidas ahora buscarán aprobación en el Parlamento Europeo.
Pacto Verde Europeo: se acordó una nueva y ambiciosa ley para desplegar suficiente infraestructura de combustibles alternativos
La Comisión acoge con satisfacción el acuerdo político alcanzado entre el Parlamento Europeo y el Consejo para aumentar el número de estaciones de recarga eléctrica y de repostaje de hidrógeno accesibles al público, en particular en los principales corredores y nodos de transporte de la Unión Europea.
Este es un acuerdo histórico que permitirá la transición al transporte de cero emisiones y contribuirá a nuestro objetivo de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % para 2030.
El nuevo Reglamento para el despliegue de infraestructuras de combustibles alternativos (AFIR) establece objetivos obligatorios de despliegue de infraestructuras de recarga eléctrica y repostaje de hidrógeno para el sector viario, para el suministro de electricidad en tierra en puertos marítimos y de navegación interior, y para el suministro de electricidad a aeronaves estacionarias.
Al poner a disposición un mínimo de infraestructura de recarga y repostaje en toda la UE, el reglamento acabará con las preocupaciones de los consumidores sobre la dificultad de recargar o repostar un vehículo.
AFIR también allana el camino para una experiencia de recarga y reabastecimiento de combustible fácil de usar, con total transparencia de precios, opciones de pago mínimo comunes e información coherente del cliente en toda la UE.
Infraestructura para el transporte por carretera, el transporte marítimo y la aviación
Las nuevas normas AFIR garantizarán una infraestructura de combustibles alternativos suficiente y fácil de usar para carreteras, transporte marítimo y aviación.
Esto permitirá el uso de vehículos de carretera de cero emisiones, en particular vehículos ligeros y pesados eléctricos y de hidrógeno, así como el suministro de electricidad a embarcaciones amarradas y aeronaves estacionarias.
En concreto, los siguientes objetivos principales de despliegue deberán cumplirse en 2025 o 2030:
1) La infraestructura de recarga para coches y furgonetas tiene que crecer al mismo ritmo que la captación de vehículos. A tal fin, por cada coche eléctrico de batería matriculado en un Estado miembro determinado, debe proporcionarse una potencia de salida de 1,3 kW mediante una infraestructura de recarga accesible al público. Además, cada 60 km a lo largo de la red transeuropea de transporte (RTE-T), será necesario instalar estaciones de recarga rápida de al menos 150 kW a partir de 2025.
2) Las estaciones de recarga dedicadas a vehículos pesados con una potencia mínima de 350 kW deben instalarse cada 60 km a lo largo de la red básica de la RTE-T y cada 100 km en la red global de la RTE-T a partir de 2025, con la cobertura de la red debe lograrse para 2030. Además, las estaciones de recarga deben instalarse en áreas de estacionamiento seguras y protegidas para recargar durante la noche, así como en nodos urbanos para vehículos de reparto.
3) A partir de 2030, se debe desplegar una infraestructura de repostaje de hidrógeno que pueda servir tanto a automóviles como a camiones en todos los nodos urbanos y cada 200 km a lo largo de la red básica de la RTE-T, asegurando una red suficientemente densa para permitir que los vehículos de hidrógeno circulen por la UE.
4) Los puertos marítimos que reciban al menos 50 escalas de grandes buques de pasajeros, o 100 escalas de buques portacontenedores, deben proporcionar electricidad en tierra para dichos buques para 2030. Esto no solo ayudará a reducir la huella de carbono del transporte marítimo, sino que también también reducir significativamente la contaminación del aire local en las zonas portuarias.
5) Los aeropuertos deben proporcionar electricidad a las aeronaves estacionarias en todos los puestos de contacto (puertas) para 2025 y en todos los puestos remotos (posiciones exteriores) para 2030.
6) Los operadores de las estaciones de recarga eléctrica y de hidrógeno deben garantizar la total transparencia de los precios, ofrecer un método de pago ad hoc común, como una tarjeta de débito o crédito, y hacer que los datos relevantes, como los que se encuentran en el lugar, estén disponibles a través de medios electrónicos, asegurando así que el cliente está completamente informado.
Próximos pasos
El acuerdo político alcanzado esta semana debe adoptarse ahora formalmente. Una vez que el Parlamento Europeo y el Consejo completen este proceso, las nuevas normas se publicarán en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrarán en vigor después de un período transitorio de 6 meses.
Fondo
El Pacto Verde Europeo es la estrategia de crecimiento a largo plazo de la UE para hacer que la UE sea climáticamente neutra para 2050. Para alcanzar este objetivo, la UE debe reducir sus emisiones en al menos un 55 % para 2030, en comparación con los niveles de 1990.
El acuerdo de esta semana es otro paso importante en la adopción del paquete legislativo «Apto para 55» de la Comisión para lograr el Pacto Verde Europeo. Sigue a otros acuerdos recientes, el más reciente sobre combustibles sostenibles para el transporte marítimo.
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