Los expertos coinciden que la subasta de hidrógeno renovable lanzada por la Comisión Europea representa un paso crucial para el desarrollo de esta fuente de energía en Europa. 

Consideran que esta subasta busca eliminar la brecha entre el hidrógeno gris y verde, fomentar la competitividad y madurez tecnológica del sector, y proporcionar señales de mercado concretas. 

Este mecanismo otorgará hasta 800 millones de euros a productores de hidrógeno renovable en el Espacio Económico Europeo (EEE) y establece un precio máximo de 4,5 €/kg. El sector lo considera “realista” y que refleja la tendencia a la baja en los costos. 

España se caracteriza por sus ventajas significativas debido a su acceso a energía renovable económica y abundante, posicionándose favorablemente para competir en la subasta y acelerar la amortización de sus proyectos. 

¿Qué significa esta subasta piloto para el desarrollo del hidrógeno en Europa?

Esta subasta piloto representa un hito fundamental para el desarrollo del hidrógeno en Europa, fomentando la competitividad y la inversión en un sector clave para la transición energética del continente.

En conversaciones con Energía Estratégica España, Javier Robador, Gerente de H2CYL, declara: “Es un paso hacia adelante en la implantación del sector, haciendo el hidrógeno más competitivo para sus consumidores». 

Asimismo, destaca que era una acción “más que necesaria” en tanto Estados Unidos ha presentado la Ley de Reducción de la Inflación, donde incluye importantes incentivos fiscales para fomentar el desarrollo del sector.

Por su parte, Alejandro Diego Rosell, Profesor de EOI y Consultor en Nuvix Consulting, indica que esta iniciativa proporciona «señales reales de mercado que hasta ahora no parecían muy fiables». 

También celebra que establecerá un importante precedente para futuras regulaciones y subastas en el ámbito del hidrógeno. 

Sofía Nuñez Mier, Responsable de Desarrollo Proyectos Hidrógeno y Gestión Recurso Hídrico en Ansasol, enfatiza que respalda a desarrolladores y consumidores que trabajan contribuyendo al objetivo común de la Unión Europea de una transición hacia un futuro más limpio y sostenible.

España… un hub clave para el hidrógeno

España se encuentra en una posición favorable para aprovechar las oportunidades que ofrece esta subasta piloto, gracias a sus recursos naturales y su compromiso con el desarrollo de tecnologías de hidrógeno renovable.

Robador, observa: «contamos con energía renovable más barata que otros países y con más horas de sol y recurso eólico, lo que permitirá amortizar las instalaciones de forma más rápida».

Muestra de ello es el monto de 21.000 millones de euros alcanzado en inversiones, que ha triplicado el objetivo de la Hoja de Ruta aprobada en 2020 por el Gobierno, entre 123 proyectos. 

En este sentido, Nuñez Mier, aporta datos concretos al señalar que «la cartera de proyectos planificados para 2024 sería de 8 GW, y a partir de 2026 de casi 11 GW», lo que demuestra un fuerte compromiso del sector privado con el desarrollo del hidrógeno.

¿Qué expectativas hay frente a la participación de empresas españolas?

El protagonismo de España augura una amplia participación de sus referentes, por lo que las expectativas son positivas jugando un papel importante en esta subasta piloto, reflejando la diversidad y capacidad de su industria del hidrógeno.

No obstante, Rosell enuncia que aunque “hay muchos proyectos, no necesariamente significa que sean viables”. En este sentido, aclara que habrá que ver si el sistema de subasta ejerce de incentivo y permite también una línea de proyectos poco viables. 

Por su parte, tanto Nuñez Mier como Robador, sostienen que son varias las iniciativas que tienen posibilidad de competir, tanto PYMES, como de grandes desarrolladores, lo que refleja una gran inclusión y versatilidad de desarrollo.

¿Es conveniente la fecha fijada?

La Comisión Europea ha fijado la fecha de la primera subasta piloto para el 23 de noviembre y la primera autorizada para el primer trimestre de 2024.

El Gerente de H2CYL, es enfático al expresar que debería realizarse «lo antes posible». 

Argumenta que demorarla solo retrasaría la fecha de puesta en uso de proyectos esenciales para la transición energética, y subraya la necesidad de que coincida con la disponibilidad de infraestructuras y la adecuación de los procesos industriales.

Al respecto, Nuñez Mier, resalta que es un buen momento ya que los números económicos empiezan a encajar, “aunque con incertidumbre”, dado que los proyectos aún están en sus fases iniciales.

Sobre el precio máximo… prometedor y competitivo

Los expertos tienden a considerar que el precio máximo de 4,5 €/kg es razonable y refleja las condiciones actuales del mercado, al tiempo que reconocen que puede generar una competencia que beneficie a los consumidores y reduzca los costos del hidrógeno verde.

Asimismo aportan que es un valor que corresponde a 136 €/Mwh, tal como lo calculan varios de los proyectos presentados. 

Este representa un incremento del 50% de la subasta de Estado Unidos; sin embargo, hay que señalar que en Europa esta cifra no está garantizada y que es un valor máximo de referencia, por lo que habrá ofertas más baratas. 

Las potencialidades nacionales dan indicios de que, como declara Rosell: «España puede obtener el precio de hidrógeno más bajo a nivel europeo», respaldado por su desarrollo en energías renovables y su experiencia en proyectos del vector renovable.

Pero, cabe aclarar, que se espera que el coste del hidrógeno verde sea de por lo menos 2 €/kg. Esto implica un despliegue masivo de energías renovables, avances tecnológicos, inversión en infraestructura y una regulación adecuada.

Aunque es un desafío, los expertos ven a España con una buena posición para lograrlo.

“Para que ese despliegue masivo se dé, necesitamos regulación del sector y agilizar la tramitación de los proyectos, dando así seguridad a los inversores y desarrolladores”, confirma el Gerente de la asociación castellana leonesa.

Por su parte, la referente de Ansasol, agrega que alcanzar el precio objetivo de 2 €/kg requerirá tiempo y esfuerzo por parte de la industria y los gobiernos, y no espera verlo antes de 5 años. 

Por último, Rosell comparte la idea de que se necesitan avances tecnológicos y economías de escala en la producción de hidrógeno verde a partir de fuentes renovables para lograr este objetivo. 

Además, menciona la inversión en infraestructura de almacenamiento y transporte de hidrógeno como un factor clave para reducir los costes.