Durante la semana pasada, las Islas Baleares alcanzaron los 302 MW de potencia fotovoltaica, habiendo cerrado el 2022 con 229 MW. En total, la región cuenta con 345 MW verdes, sumando 37 MW de residuos renovables, 4 MW eólicos y 2 MW de otras renovables.
Sobre este crecimiento, en diálogo con Energía Estratégica España, el consultor energético Pep Malagrava comenta: “Es un hito en el desarrollo de las renovables en Baleares”.
Cabe señalar que, con estos 302 MW Baleares se coloca por encima en potencia instalada fotovoltaica de las Islas Canarias, que cuenta con 231 MW, e iguala la línea de Cataluña, también con 302 MW.
“Esto indica el buen trabajo que se ha hecho en todo el sector renovable aquí en los últimos años, con una progresión del 30% en un año, lo cual nos coloca como la segunda comunidad autónoma con más crecimiento en este sentido”, explica el experto.
En este sentido, el especialista remarca que el aumento de la capacidad renovable que se vio en la región en los últimos cuatro años fue de cerca del 250%, multiplicando por 3,5 la potencia verde.
Asimismo, Malagrava puso el foco en la Ley de Cambio Climático de las Islas Baleares, donde se establece como objetivo que las energías renovables alcancen un 35% del consumo energético para el 2030.
“Para alcanzar estos objetivos, será necesario mantener este ritmo de crecimiento hasta el final de la década, llegando con alrededor de 1.500 MW de potencia instalada”, señala el experto.
Siguiendo con esta idea, el ex Director General de Energía y Cambio Climático de Baleares menciona una serie de aspectos que serán importantes para consecución de estos hitos regionales.
“Se está creciendo a un nivel importante, pero no nos debemos dormir. El problema es que ahora tenemos que seguir creciendo igual, no podemos detener este ritmo, de lo contrario, no llegaremos a esos objetivos”, advierte el experto.
Por un lado, hizo mención al desarrollo del almacenamiento, que será un factor clave una vez que la generación renovable supere a la demanda energética en Baleares.
“El marco regulatorio será otro aspecto importante, Baleares necesita ya de un mercado de renovables propio. Son cuestiones que se deben abordar, que está preparado, pero se debe desarrollar por parte del Gobierno central”, explica el consultor energético.
Por otro lado, hace hincapié en agilizar las tramitaciones para proyectos renovables, aunque, también detecta una mejoría durante los últimos años en este sentido.
“Sería necesario establecer una serie de requerimientos para las plantas renovables, que las incluya en una línea prioritaria y rápida dentro de la administración. El Consell de Mallorca se encuentra en la creación de zonas de desarrollo prioritario para las energías renovables, Menorca ya lo tiene, faltan Eivissa y Formentera”, indica Malagrava.
Así también, destaca el rol de las ayudas para el desarrollo de las renovables, tanto nacionales como europeas, y su rol para que Baleares no pierda competitividad frente a otros territorios de España.
“Finalmente, y esto va para cada Gobierno que haya de aquí a 2030, es clave que las renovables sigan siendo una prioridad absoluta, como lo ha sido en los últimos años”, subraya el consultor energético.
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