Hoy España se divide entre quienes consideran que el mercado eléctrico merece un cambio gradual en el largo plazo con pequeñas modificaciones que protejan a los consumidores residenciales durante el invierno y quienes consideran que hay que actuar de manera rápida con estrategias temporales que reemplacen el mecanismo actual. 

Este debate pudo verse con dos referentes de renombre en el webinar organizado por la Fundación Naturgy: María Fernández Pérez, Consultora Principal de Etali’a y ex Vicepresidenta de la CNMC (2013-2020); y Luis Atienza Serna, Presidente ejecutivo de Argo Capital Partners, ex Presidente de Red Eléctrica España.

Aunque ambos concluyeron en que un cambio es necesario y fundamental, fue Fernández Pérez quien sostuvo que será clave una planificación más cauta de los cambios. 

“Nunca es bueno regular de forma precipitada, pero menos aún un sector tan complejo como el sector eléctrico. Conviene una reflexión sobre los aspectos a corto y largo plazo que se pretenden abordar”, explica la ejecutiva.

Lo que propone se basa en el cambio de perspectiva del mercado, dado que hoy en día las tecnologías en las que debe basarse son las renovables que tienden a bajar el precio pero su intermitencia requiere de tecnologías que den flexibilidad al suministro.

Según expresa Fernández Pérez, esto significa pensar que el diseño del mercado debe garantizar las inversiones en renovables, amortizar las instalaciones actuales y solventar las tecnologías que aporten esa energía en los momentos donde no hay sol, agua y viento. 

“Las razones más poderosas para replantear el diseño del mercado eléctrico se derivan de una ejecución más ambiciosa de los objetivos de la Unión en materia de neutralidad energética y lucha contra el cambio climático”, especifica la ex Vicepresidenta de la CNMC.

Asimismo, fue contundente cuando manifestó que “no cabe apelar al concepto de marginalismo para desvirtuar el resultado del mercado”, y lo justifica diciendo que las decisiones racionales de las empresas y los resultados de los mercados se basan en soluciones a programas de optimización. 

En síntesis, lo que sostiene Fernández Pérez frente a la disputa de modificación del mercado eléctrico es que no es necesaria una modificación de los principios fundamentales, sino un perfeccionamiento de los mismos. 

Para esto, cree conveniente, dada la alta volatilidad del mercado al contado, redirigir y fomentar la contratación a plazo, ya sea en forma de contratos bilaterales, en el mercado OTC o en el mercado organizado. 

Así como arbitrar medidas que garanticen la disponibilidad de las centrales que aportan flexibilidad y firmeza al sistema eléctrico, por su rápida respuesta a cualquier perturbación de oferta o demanda, como son las centrales de ciclos combinados.

Dado que los precios resultantes del mecanismo actual no brindan determinación en el largo plazo, sugiere que conviene articular mecanismos como las subastas. 

“Las situaciones de mercado extraordinarias como la que estamos viviendo pueden impedir alcanzar soluciones regulatorias óptimas, por lo que es imprescindible deslindar las causas y consecuencias del funcionamiento actual y futuro del mercado eléctrico”, concluye la ejecutiva.