Con el fin de crear una «empresa más ágil y eficiente”, Ørsted suspendió su dividendo y recortó los objetivos para el desarrollo de energías renovables.

El director ejecutivo, Mads Nipper, declaró que las medidas eran necesarias después de que un aumento en las tasas de interés y los desafíos en Estados Unidos la dejaran con deterioros multimillonarios.

El precio de las acciones de Ørsted, que alguna vez fue una de las favoritas del mercado de valores y un ejemplo de una empresa de petróleo y gas en transición exitosa a la energía renovable, ha caído más del 70 por ciento desde que alcanzó su punto máximo en 2021, en el apogeo del frenesí de los inversores por las acciones respetuosas con el medio ambiente.

Tras 12 difíciles meses para la compañía, tomó la decisión de dejar atrás sus proyectos de eólica marina flotante, lo que significó resignar plazas como España y Portugal. 

“Esta es una de las consecuencias de las dificultades o la complejidad que tiene el desarrollo de una nueva tecnología o un nuevo sector renovable a nivel global, en un contexto de aumento de los tipos de interés, de alta inflación y cuellos de botella en las cadenas de suministro”, comenta Alejandro Labanda.

En diálogo con Energía Estratégica España, el Director de Transición Ecológica de la Empresa de beBarlet, sostiene que existe la posibilidad de que esto se revierta. 

En este sentido, añade: “Los promotores se enfrentan a esa doble presión, por un lado: los costes que aumentan, la dificultad para acceder a los equipos y por otro, el aumento del coste del dinero. Eso es lo que al final, entre otras cosas, dejó desierta la subasta que se hizo en el Reino Unido a finales del año 2023”.

El desafío del gobierno español y el marco normativo 

Desde el MITECO anunciaron que el marco normativo para la eólica marina iba a estar listo para antes de que termine el 2023 pero no ha sido posible. 

Es que el gobierno tiene la tarea difícil de definir un documento que pueda aprovechar todos los recursos disponibles en España para poder hacer efectivas las inversiones que se encuentran en cartera de las empresas más importantes del mercado. 

“En cuestión de semanas va a estar y las autoridades son concientes de que tienen que acertar para eliminar estas incertidumbres, de manera que se refuzcan los riesgos de inversiones”, opina Labanda. 

Asimismo, confía en que el interés que existe en España permitirá cumplir fácilmente su objetivo de 3 GW de potencia instalada hacia 2030.