“En su momento, Ørsted era uno de los mayores productores de electricidad a partir de combustibles fósiles en Europa, con un negocio de producción de petróleo y gas en expansión. Sin embargo, en sólo una década, hemos desmantelado nuestro negocio de combustibles fósiles para centrarnos casi exclusivamente en las energías renovables, cuenta a Energía Estratégica España Marianne Hassl, Gerenta de mercado eólico marino en España y Portugal de Ørsted.

Y asegura que, en esa línea, la compañía reducirá sus emisiones en un 98% para 2025, “con el firme objetivo de alcanzar cero emisiones netas en toda nuestra cadena de valor en 2040”.

Alvaro Velasco Gaztanaga, Responsable de Desarrollo de eólica terrestre y solar fotovoltaica en España y Portugal de Ørsted, agrega que este hito “también ayuda a Dinamarca –donde opera principalmente la compañía- a alcanzar sus ambiciosos objetivos de reducción de CO2 (reducción de un 70% de las emisiones en 2030 y neutralidad climática en 2050)”.

“Se puede ver que España está en un camino similar, con ambiciones de reducción de emisiones de un 23% en 2030 (en comparación con los niveles de 1990) y con un acuerdo para alcanzar un objetivo de un 74% de generación de electricidad renovable en 2030”, señala el ejecutivo en diálogo con este medio.

No obstante, cabe destacar, en el borrador de la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2023-2030), que estará a consulta pública hasta el 4 de septiembre próximo, las metas de reducción de emisiones de GEI se han fijado en un 55% con respecto al año 2005, siendo una trayectoria compatible con el objetivo de convertir a España en una economía neutra en carbono antes de 2050.

En el borrador del PNIEC, ahora el país se propone 62 GW de energía eólica al 2030, respecto a los 50 GW que se habían fijado en el ejercicio aprobado en 2020; pero mantiene la misma meta para la eólica marina: 3 GW al empezar la próxima década.

En una entrevista a dúo con Energía Estratégica España, Hassl y Velasco, Gerenta de mercado eólico marino y Responsable de Desarrollo de eólica terrestre y solar fotovoltaica en España y Portugal de Ørsted, respectivamente, revelan los próximos pasos de la compañía, sobre todo en materia eólica marina.

En general, ¿cuánta capacidad renovable ha desarrollado Ørsted en el mercado global y específicamente en Europa?

Hassl: Ørsted ha instalado, aproximadamente, el 26% de la capacidad eólica marina mundial, lo que nos convierte en líderes mundiales con un margen significativo.

Hemos instalado 8.871 MW de energía eólica marina en todo el mundo y tenemos otros 3.116 MW en construcción. La eólica marina empezó en Europa, por lo que la mayor parte de nuestra capacidad (8.651 MW instalados y otros 1.166 MW en construcción) se ha desarrollado aquí, pero también tenemos proyectos en Norteamérica y en la región de Asia-Pacífico.

En 1991 instalamos el primer parque eólico marino del mundo. Constaba de 11 turbinas eólicas de 0,45 MW cada una, lo que suponía una capacidad total de 5 MW.

Desde entonces, hemos sido testigos de varios avances tecnológicos.

Los aerogeneradores que instalamos hoy son de 12-14 MW y en el futuro esperamos turbinas de más de 20 MW. Hace poco finalizamos la construcción del parque eólico marino más grande del mundo: Hornsea 2, en el Reino Unido, con una capacidad de unos 1.300 MW.

Velasco: En cuanto a nuestro negocio de eólica onshore y solar fotovoltaica, está creciendo rápidamente.

A nivel global, tenemos 4.532 MW instalados y otros 1.715 MW en construcción. El negocio europeo onshore de Ørsted consiste en la actualidad en 603 MW de capacidad en operación y 179 MW en avanzado estado de desarrollo o en construcción, un pipeline de 4.000 MW de proyectos en desarrollo y un equipo de más de 200 profesionales dedicados a las renovables onshore.

¿Cuáles son los objetivos que se proponen para España en 2023 y cuáles son las expectativas para este año después de celebrar cuatro asociaciones en 2022 para el desarrollo de proyectos eólicos y solares?

Velasco: Actualmente estamos creciendo en España. A principios de 2022 comenzó en España nuestro negocio onshore y abrimos una oficina en Madrid en abril de 2022. Posteriormente entramos en el mercado offshore nacional con la asociación con Repsol para el desarrollo de proyectos offshore conjuntamente.

Los planes y objetivos de Ørsted en España incluyen trabajar en proyectos de eólica marina flotante, proyectos de eólica onshore y solar fotovoltaica para ayudar a España en sus ambiciones de descarbonización a nivel nacional.

¿En qué consistieron esas asociaciones, cómo están progresando y cómo se están analizando nuevas asociaciones para este año?

Velasco: En onshore, estamos trabajando con seis socios locales (Arba, Ingenostrum, Ain Active, Ereda, Glide y Rolwind) en el desarrollo de proyectos eólicos y de solar fotovoltaica.

Todas las colaboraciones están funcionando muy bien y, conjuntamente, hemos desarrollado un porfolio de proyectos bastante interesante.

Nuestra meta para el 2023 se basa en continuar trabajando en la expansión de esa cartera de proyectos y continuar afinando aquellos proyectos en los que venimos un tiempo trabajando para alcanzar el mejor diseño desde el punto de vista técnico y ambiental, y colaborar con las comunidades locales en los que se emplazan.

Por el momento, estamos satisfechos con el número de socios que tenemos en la actualidad y no prevemos ampliarlo, a no ser que se crucen en nuestro camino oportunidades que nos aporten algo sustancialmente diferente a aquello que ya tenemos con nuestros socios actuales o que no se puedan dejar pasar.

En cuanto a la alianza con Repsol, ¿en qué consiste y cuáles son los objetivos que se plantean para España?

Hassl: Repsol y Ørsted han firmado un acuerdo para desarrollar conjuntamente la eólica marina en España y Portugal. Con esta alianza, aspiramos a convertirnos en líderes en el desarrollo de la energía eólica marina en la Península Ibérica.

La colaboración aúna la experiencia de Repsol como proveedor mundial de energías, y su profundo conocimiento del sector energético en la Península, con la experiencia de Ørsted como líder mundial de eólica marina.

Repsol y Ørsted se encuentran en una posición única para ayudar a acelerar la transición de España y Portugal a las energías renovables, al tiempo que se crean puestos de trabajo a nivel local y se invierte en la cadena de suministro de la Península Ibérica. En la actualidad, Ørsted y Repsol siguen de cerca el marco regulatorio y evalúan posibles oportunidades para proyectos.

¿Cuáles son tus expectativas para una próxima subasta de energía eólica marina en España y qué criterios y condiciones deben estar presentes para que sea exitosa? En otras palabras, ¿cómo debería ser el marco regulatorio?

Hassl: La eólica marina flotante es una tecnología que está madurando rápidamente, con un enorme potencial para aumentar la producción de eólica marina en los mercados ya existentes y permitir su implantación en nuevas zonas geográficas, incluida España.

Creemos que España se encuentra en una posición inmejorable para aprovechar esta oportunidad gracias a las competencias existentes en la cadena de suministro eólico, el liderazgo en tecnologías flotantes patentadas, los competitivos costes de la mano de obra y de los materiales de los componentes esenciales, así como la proximidad geográfica a otros mercados europeos de eólica flotante en el Mediterráneo y el Atlántico.

Desde la perspectiva de Ørsted, hay tres factores que permitirán a España aprovechar esta oportunidad y lograr sus objetivos de convertirse en un centro de referencia para las tecnologías de eólica flotante e instalar de 1 a 3 GW de eólica flotante de aquí a 2030:

• En cuanto el proceso político actual lo permita, el Gobierno debe aportar claridad normativa a corto y largo plazo.

Esto significa actualizar la normativa clave, como el Real Decreto (RD) 1183/2020 para la conexión a la red y el RD 960/2020 que regula el régimen económico de las energías renovables para las instalaciones de producción de electricidad, así como el régimen de permisos para los parques eólicos marinos.

Además, se debería prever un calendario de subastas para crear una cartera de proyectos visible y desbloquear las inversiones necesarias en la cadena de suministro flotante.

• La primera subasta debería maximizar el volumen y la escala de los proyectos.

Esto significa licitar zonas tanto en la Península Ibérica como en las Islas Canarias, pero lo más importante es garantizar que el volumen subastado en cada región permita proyectos a escala comercial de al menos 500 MW (excepto en las Islas Canarias, claro, donde la demanda y los límites de la red no permiten proyectos de este tamaño).

Se han construido proyectos de demostración y están en marcha otros a escala precomercial (menos de 200 MW) en el resto de Europa y en todo el mundo. Ahora estamos viendo cómo gobiernos y empresas de toda la cadena de suministro de energía eólica marina flotante se muestran dispuestos a pasar a la siguiente fase de proyectos comerciales de 500-1.000 MW.

Aunque los proyectos piloto/precomerciales son muy útiles para probar la tecnología, centrarse en soluciones para el desarrollo a escala comercial es la única manera de reducir el coste de la eólica marina flotante mediante la industrialización y la homologación.

• El Gobierno debería adjudicar el sistema de transmisión del parque eólico marino al promotor conjuntamente con el parque.

Por definición, el sistema de transmisión permite la evacuación de la energía generada en nuestros parques a la red eléctrica y, por tanto, somos los primeros interesados en que dicha infraestructura se construya en plazo, con calidad, y dentro de un presupuesto razonable.

En los países en los que se está empezando a desarrollar la energía eólica marina, creemos que tiene sentido beneficiarse de los años de experiencia que han acumulado los promotores y dejar que estos definan el camino, hasta el momento en que el operador del sistema eléctrico de cada país se sienta lo suficientemente cómodo como para asumir esta responsabilidad con confianza y diligencia.

Por otra parte y para finalizar, ¿cuál es su opinión sobre la reforma del mercado eléctrico europeo y de qué modo se vincula con la eólica marina?

Hassl: Destacamos que se han introducido algunas mejoras para preparar el mercado de cara al futuro y garantizar unas normas más predecibles que apoyen el desarrollo de las energías renovables.

También consideramos importante que se hayan mantenido los principios básicos del mercado interior de la energía, incluida la fijación de precios marginales. Es un acierto que la Comisión Europea proponga una reforma específica para promover los contratos de compraventa de energía (PPAs).

Eso debería resultar en precios de electricidad más estables y menos volátiles a lo largo del tiempo y contribuir a la puesta en marcha de proyectos de energías renovables, ya que los PPAs ofrecen garantía de rentabilidad mediante contratos a largo plazo con empresas de sectores de alto consumo energético como el siderúrgico, el químico y el tecnológico.

Los CfD (Contratos por Diferencia) también pueden ayudar a reducir el riesgo de inversión cuando las tecnologías y/o los mercados aún no están maduros, y los consideramos necesarios para el desarrollo de la energía eólica marina flotante.

Sin embargo, los CfD no deberían ser obligatorios para todas las tecnologías, independientemente de su perfil de riesgo y madurez. Deberían ser una opción para los Estados miembros, en situaciones en las que los fundamentos del mercado y/o la tecnología dificulten a los promotores el desarrollo de proyectos de energías renovables según las condiciones comerciales.