Reganosa y EDP se unieron para crear el primer Proyecto Industrial Estratégico de Galicia, uno de los seleccionados en el Perte de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento. 

El lunes pasado, 3 de abril, la Xunta de Galicia inició el plazo de alegaciones para la solicitud de autorización ambiental integrada, el estudio de impacto ambiental, la declaración de utilidad pública y el proyecto.

Consiste en una planta de producción de hidrógeno verde con una capacidad nominal prevista de hasta 100 MW y por las líneas y subestaciones necesarias para la alimentación eléctrica renovable de la planta, así como las canalizaciones para la distribución del hidrógeno, tanto para la inyección en la red de transporte de gas como a clientes directos. 

El objetivo es que la primera fase esté operando en el año 2026 y la última antes del año 2030.

Los promotores pretenden desarrollar el uso de hidrógeno renovable para los diferentes usuarios finales, desde particulares a industria pasando por los usos en el área de movilidad. 

La iniciativa integra toda la cadena de valor y es parte de una alianza entre las dos compañías que prevé movilizar una inversión total de 780 millones para convertir Ferrolterra en la capital de la energía verde. 

Además de la planta de generación de hidrógeno, el proyecto cuenta con almacenamiento energético con una potencia instalada de generación de 570 MW. 

Este consistirá en una central hidroeléctrica de bombeo que se empleará como depósito inferior el propio lago, y como superior, un nuevo embalse. 

Asimismo, se desarrollará un complejo eólico compuesto por cuatro parques que suman algo más de 270 MW y que utilizarán turbinas de última generación. 

Estos se extenderán por los municipios de As Pontes, A Capela, Xermade, Monfero, Valdoviño, Moeche, Cerdido y As Somozas.

Desde Reganosa aseguraron que la ejecución de estos proyectos, que están sujetos a la subasta de capacidad pendiente de celebración, requerirá de más de 7.000 empleos y  de otros 400 durante su vida operativa. 

En la contratación de trabajadores y proveedores se priorizarán los del lugar y, particularmente, aquellos afectados por el cese de actividad en la térmica de carbón. 

En suma, casi 1 GW de potencia verde instalada. Se trata de la apuesta más ambiciosa realizada hasta el momento por la descarbonización de la economía en Galicia.