El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) lanzó a consulta pública una nueva modificación del régimen económico de energías renovables (REER), en la que se prevé la inclusión de nuevos criterios socioeconómicos.

Bajo ese marco, Felipe González Coto, Doctor ingeniero de minas y experto en minería y energía, analiza la modificación en diálogo con Energía Estratégica España, y asegura que era necesaria una revisión de esta medida, la cual permitirá flexibilizar el sistema e integrar las energías renovables de futuros proyectos cuando se requieran.

“Transcurridos 4 años desde su aprobación, era necesario realizar una revisión del sistema de subastas REER para incorporar nuevas necesidades de nuestro sistema eléctrico, nuevos objetivos de política industrial y energética, aprobados recientemente en la UE, y realizar ajustes en el diseño del sistema de subastas aprendidos de las últimas realizadas. Con estas nuevas propuestas de la consulta, se pretende garantizar la implantación de potencia renovable de manera ordenada”, indica González Coto.

Además, señala que la principal diferencia es la inclusión de nuevas condiciones no económicas, como las variables socioeconómicas locales, la creación de empleo, el uso de tecnología comunitaria, la innovación y las valoraciones medioambientales hasta un máximo de un 30% de los criterios elegibles.

“La iniciativa surge en un momento marcado por la proliferación de precios cero e incluso negativos en el mercado mayorista de la luz, así como por la creciente disparidad de precios entre las horas de generación solar y las de mayor demanda. Estos fenómenos han generado incertidumbre entre los promotores fotovoltaicos principalmente”, indica el especialista.

La medida que lleva adelante el MITECO tiene como objetivo incluir nuevos criterios socioeconómicos, buscando estructuras de gobernanza y participación pública justa de los territorios. Y sobre eso González Coto asegura: “De esta manera, se pone en valor la excelencia ambiental y social de futuras subastas de energías renovables, escuchando a los actores territoriales y la industria local, para optimizar las condiciones del nuevo sistema, donde las nuevas subastas no solo tendrán el foco en el precio más bajo.

“Además, se afronta el bajo precio de la energía que estamos viviendo este 2024 y que puede poner en riesgo algunos de los proyectos renovables actuales o en vías de desarrollo. Se cree que este nuevo tipo de subastas puede proteger a nuestra industria frente a ineficiencias del mercado, aportando gestionabilidad e impacto positivo para la comunidad, contribuyendo a la resiliencia, la innovación, la sostenibilidad medioambiental y el impacto socioeconómico local de los proyectos”, agrega.